- Como Aurora ¿Te pusiste mala estando aquí?.- Me pregunta y a estas alturas el trata de mostrarse "preocupado" no va conmigo, ya no le creo nada que salga de sus labios.
- Así es, pero ya todo esta en orden no se preocupé.- El se limita a asentir y el señor Moore me abraza.
- Sólo vine a corroborar que te encontrarás mejor hija te veo en la casa.- Se despide de mi con un efusivo abrazo y un beso en la mejilla.
- Gracias por todo, si en un rato lo veo.- Lo abrazo y me despido de el, quedando solos Arturo y yo, ruedo los ojos mentalmente y me dirijo a mi lugar de trabajo, con el pisandome los talones literalmente.
- Aurora - Me llama pero yo lo ignoro.
- Aurora te estoy hablando.- me Hala del brazo haciéndome girar y quedando enfrente de el.
- ¿Si que necesita?.- Digo al momento en el que me suelto bruscamente de su agarre.
- Que me expliques el por que saliste corriendo de aquí cuando mía llegó.- No, otro cínico no por favor.
-Tenía un asunto pendiente en recursos humanos se lo dije, no se crea tan importante.- Me fulmina con la mirada y trata de acercarse a mi pero inmediatamente retrocedo.
- Eso no me la creó Aurora.-
- Bueno pues yo ante eso no puedo hacer nada.- Digo encogiendome de hombros y tomando asiento en mi escritorio.
- ¿Por que estas tan indiferente conmigo?.- Jaa y todavía lo pregunta.
- Por nada señor Sáenz así soy yo.- Respondo tajante.
- No, no, no a mi no me vengas con formalidades Aurora.-
- Somos empleada y jefe nada más. Claro que tengo que ser formal y educada con usted señor Sáenz.- El me mira con cara sorprendida y dolida a la vez, pero no me importa, ya no.
- ¿Entonces sólo somos eso? ¿Y donde quedó lo que vivimos ayer y hoy?.- Cuestiona
- Se perdió con la confianza y sinceridad que no pudo brindarme señor Sáenz.- Se queda boquiabierto ante tal contestación.
- Aurora no te pongas así conmigo, no me has dado el tiempo de explicartelo.-
- No vale esa disculpa en este momento y si me disculpa tengo un contrato que terminar.-
- Aurora no te pongas a la defensiva, ella no es mi prometida es mi hermana.- Gran chiste enserio, no le creo absolutamente nada, y si así fuera ya no me interesan sus explicaciones.
- Como diga señor Sáenz, eso no me incumbe a mi, sea su prometida o hermana, tenga usted claro que yo nunca le he mentido y usted si.-
El se va molesto hacia su oficina y por fin me he quedado sola, me pongo en marcha con el contrato y ya listo voy hacia el archivero para imprimirlo y llevárselo al jefazo (noten el sarcasmo) Ya tengo las copias en la mano y dejó una ahí guardada y la otra la traigo yo para entregarsela. Doy dos toques en la puerta y escucho un adelante y paso lo veo sentado escribiendo algo en la computadora, al verme deja de hacer lo que esta haciendo y fija su mirada en mi.
- Aquí esta el contrato que me pidió señor, si no necesita nada más me retiro.- Rezo para mis adentros que no se le ofrezca nada pero hoy no es mi día de suerte.
- Gracias Aurora, te molesto si me traes un café por favor.- Sonrió lo mejor que puedo
- Claro que si enseguida se lo traigo, con permiso.-
Y salgo de ahí como alma que lleva el diablo me dirijo a prepararle el café y ya terminado voy de nuevo hacia su oficina y esta vez no tocó y entró pero no lo veo, mejor para mi lo dejó sobre el escritorio y al darme la vuelta lo veo ahí parado a unos cuantos centímetros de mi.
Camina hacia mi lentamente, espere ahí en mi sitio, sin moverme. Arturo se acerca hasta estar a unos centímetros de distancia, lo veo fijamente a los ojos y en ellos vi deseo, su respiración era entrecortada. Estaba afectado de la misma manera que yo, con la diferencia que yo no lo demostraba.
- Aurora, no me gusta que estemos peleados solo es mi hermana a veces le gusta fastidiar de esa manera, perdóname por no aclarártelo en el momento.- Susurra haciéndome estremecer y se acerca un poco mas, de manera que me tiene acorralada el escritorio y el, mi respiración se acelera al tenerlo tan cerca mío, me ve fijamente a los ojos y yo me muerdo el labio inferior, ante esto el inmediatamente fija su mirada en este acto.
Siento sus manos en mi cintura, como aquel agarre se vuelve mas fuerte y como con su cercanía siento que me asfixio, y siento mi respiración acelerada. Me agarro de sus anchos y aprovecho la ocasión para quitarle el saco. Vuelvo a conectar mi mirada con la de el, sus ojos se dilatan cada vez mas y por un momento pierdo la estabilidad. Estoy a punto de caerme pero aquellos brazos me sostiene fuertemente, estando bastante pegados, me encanta su colonia.