Todo fue tan rápido que no supe en qué momento llegamos a su habitación. Entre besos desesperados, torpes movimientos donde podríamos haber tirado al suelo cualquier cosa que estuviera en medio del camino y toqueteos obscenos terminamos casi sin ropas recostados sobre su cama. Yo estaba sobre su ardiente cuerpo, tratando de desabrocharle el pantalón mientras metía mi lengua en su boca, buscando más y más húmedo contacto. Él, sin quejas y entre muchos jadeos, me dejaba tocarlo tanto como quisiera, abriendo sus piernas para que me pudiera acomodar mejor entre sus muslos, rozando nuestras zonas pélvicas y excitandonos por igual.
De nuevo, no parecía estar viviendo en la realidad ¿Cómo podía estar mi padre entregándose así? ¿Acaso volvería a quitarme de decime? ¿Se trataba de otra "prueba" donde media mi autocontrol y raciocinio? No lo sé pero dejé de pensar en todo ello cuando sus grandes pero delicadas manos pasaron por mi desnuda espalda hasta llegar a mi trasero, apretándolo con fuerza, pegándole más a él, haciéndome soltar un fuerte gemido al sentir su pene ponerse más duro cuando mi cuerpo presionó más el suyo. Esto es real, muy real. Tenía que serlo.
Y estaba seguro de que sí mi padre me pudiese ahora mismo que realicemos el kamasutra completo y que de paso le baje la luna, créanme que haría de todo para cumplir con su deseo. Así que sin duda vendería mi alma al diablo por su amor.
- Quiero que me sientas por completo - musité entonces mordiéndome el labio inferior cuando ya sentí mi pene humedecerse y luego me dediqué a darle descarados besos en el cuello, notando cómo comenzó a removerse de placer debajo de mi cuerpo, aunque tratara de controlarse y ocultar un poco su calentura.
- No lo sé Boruto...yo...no... - sabía que en cualquier momento volvería en sí para dudar de lo que estábamos haciendo, pero a diferencia de las veces anteriores, ahora se notaba lo débil que estaba siendo ante mis besos y mis provocadoras caricias
- Por favor
Él desvió el rostro hacia un costado dejando su cuello muy expuesto, tentandome a continuar con los besos y las lamidas en aquella zona, pero al final sonriendo con picardía, lo tomé del mentón para que me mirase y lo besé nuevamente. Sabía que no estaba seguro de si continuar o no con esto y lo que yo menos quería era que mandara todo a la mierda, dejándome con las ganas sumamente frustrado. Ese final ya lo conocia demasiado bien y no daba para más.
- Papá...solo...solo déjame amarte... - supliqué sobre sus labios
Pero entonces, de forma repentina, me alejó un poco sorprendiendome, aunque no hizo nada más, tan solo se quedó viéndome en silencio como si estuviera de cierta forma reconociendome o tal vez plasmando en su mente cada detalle de mi rostro y mis ojos brillantes por el deseo. Y así fue que yo también me perdí en su mirada, enamorándome un poco más de lo que ya lo hacía...
Ví que comenzó a recorrer lentamente con sus ojos cada centímetro de mi torso hasta llegar a mi parte baja, la cual aún estaba cubierta por el bóxer que traía puesto, y una sonrisa complaciente se dibujó en mi rostro al ver que se había mordido el labio y sus mejillas adquirían un sutil tono carmesí. Lo quería...deseaba darme la oportunidad de demostrarle mi amor, y eso me hacía muy feliz. Solo faltaba que se animara a dar el siguiente paso y que se olvidara de los prejuicios y reglas sociales. Ya que en definitiva éramos solo él y yo, no había nadie más aquí para juzgarnos. Entonces volví a tomarlo del rostro para besarlo y él se abrazó a mi cuello, decidimos sin necesidad de palabras que continuaríamos con ésto, hasta dónde sea que podamos llegar. Sin presiones, ni ideas anticipadas de cómo deberíamos hacerlo, tan solo dejándonos llevar por el calor de nuestros cuerpos y las ganas de tenernos el uno al otro.
Nos deshicimos de la ropa que aún nos quedaba y para cuando estuvimos completamente desnudos, nos apegamos lo más que pudimos, fraccionando nuestras pieles, embriagandome con el aroma natural del otro, enredando nuestras piernas, acariciándonos con delicadeza y besándonos sin alejarnos un instante, como si tuviéramos miedo a despertar de ésta utopía.
Podíamos sentir nuestros miembros tocarse sin problemas, era tan extraño y maravilloso poder estar de ésta forma tan intima con él. Solo yo se las veces que soñe con este momento, tenía su cuerpo a mi merced y quería conocerlo todo, cada rincón.... Deslicé mi mano por su pecho, bajando por su abdomen, disfrutando de sus marcados músculos, hasta que llegue a su entrepierna, donde sentí su cuerpo tensarse. Me miró y lo miré, un contacto visual tan intenso que un suspiro escapó de entre sus labios y mis pupilas debieron dilatarse aún más, tocarlo allí era increíble. Él estaba húmedo, demasiado. Yo debía estar igual y moría por mojarlo por mojarlo completamente, por marcarlo y finalmente hacerlo mío. Comencé a masturbarlo a la vez que me dedicaba a besar y lamer su pecho, deteniendome por momentos en sus pezones, enloqueciendome más y más con los gemidos que mi padre ante lo que provocaba en él. En seguida me tomó del cabello enredando sus dedos allí, haciendome saber que le encantaba lo que le hacía y que continuará besando su pecho. Y cuando creí que se vendría, detuve todo movimiento para volver a mirarlo, se veía tan hermoso...sus ojos tintineaban de placer y su boca entreabierta me hacía saber lo excitado que se encontraba. Ojalá pudiera guardar esta imagen por siempre en mi mente....
- Boruto...yo...yo no...
- Shhh, no digas nada - le interrumpí poniendo un par de dedos sobre los labios antes de que pudiera arrepentirse o lo que sea que fuera a arruinar este momento - Solo dejemos que fluya
Claro, intui que estaría pensando lo mismo que yo ¿Quién sería el pasivo? O eso creía. Si bien por las posiciones en las que estábamos y siendo yo el que estaba llevando la mayor parte del control, tampoco debía dar por sentado que iba a ser yo quien fuera a dar y no recibir. Es decir, era algo nuevo para los dos, ninguno debia estar seguro de la posición que adoptariamos.
Y sin más nos tomamos del rostro y nos dimos un beso violento. Dejamos que nuestras lenguas continuaran acariciándose como si no hubiera un mañana, nos desgastabamos los labios. Al cabo de unos minutos, donde sentia mi erguido miembro rogar por más, lo tomé con una mano y cuando lo fuí acomodando entre sus glúteos humedeciendo la zona con todo el presemen que ya había expulsado, él me detuvo tomando mi mano entre las suyas. Cuando conecté mi mirada con la suya nuevamente, en silencio me dió un dulce beso en los labios y luego llevó mi pene junto al suyo para empezar a masturbarlos al mismo tiempo, uno contra el otro, sacándome mil y un suspiro de puro placer. No era lo que había planeado, pero voy a admitir que me encantaba. Sus manos pasaban una y otra vez por toda la extensión y su dureza, caliente y suave, tocaba la mía, excitándome como nunca, obligandome a apretar fuerte mis párpados y a suspirar obscenidades que esperaba no fuera a oír. Ambos gemimos y movimos nuestras caderas simulando pequeñas embestidas, estábamos al límite del placer.
Segundos después nos vinimos casi a la vez, acallando un orgasmico gritó en la boca del otro al besarnos, dejando salir toda nuestra esencia mojamdonos los abdomenes y él un poco sus manos también. Luego nos acomodamos uno junto al otro y dejamos que nuestras respiraciones volvieran a la normalidad. Si bien no había sido sexo normal o como yo lo había imaginado habíamos gastado todas nuestras energías ya sea por los nervios que experimentamos ante lo nuevo como aquel glorioso orgasmo que nos regalamos mutuamente.
- Estuvo increíble papá - dije cuando recuperé el aliento un poco
Él hizo una sonrisa algo triste, la cual no me generó demasiada tranquilidad y tras unos segundos de silencio me dió un casto beso en la frente para luego soltar:
- Iré a darme una ducha rápida y luego prepararé la cena ¿Te parece? - su pecho aún subía y bajaba levemente, y yo asentí inseguro. Pensé que estaría más animado luego de que hicimos pero al contrario, lo veia más "apagado" de lo normal. Entonces revolvió un poco mi cabello y se levantó dirigiéndose hacia el baño en suite que posee, dejándome solo y confundido en medio de su cama. Qué se haya ido así sin decir nada respecto a todo esto no era muy buena señal, pero al menos no estaba gritándome, juzgandome o reprendiendome por las indebidas decisiones que le hago tomar a causa de mis sentimientos. Aunque en el fondo no sé qué prefiero:si sus peleas en las cuales demuestra sus miedos y dice lo que piensa o éste doloroso silencio tras haber intimado como lo hicimos.
Él no se molestó en cerrar la puerta tan solo abrio el grifo y se metió debajo de la ducha. Y entonces lo oí, había comenzado a llorar. Me incorporé sentandome sobre la cama, aferrandome a los pliegues de las cobijas deshechas. De seguro creía que no podía darme cuenta de ello por el ruido la lluvia al caer, pero sí que lo hacía y me partió el alma como nunca.
- Yo no quiero que sufras papá...solo deseo que digas que me amas - musité lastimero evitando llorar también.
Luego me levanté y tragandome las lágrimas, tomé parte de mi ropa y salí se la habitación para dirigirme a la mía, dándole la privacidad que de seguro necesitará considerando lo sucedido. Sé que lo mejor es darle tiempo y esperar que esto no sea algo unilateral...donde sea yo el único que esté dispuesto a darlo todo por una relación así.
Unos cuantos días pasaron desde aquella noche y no hubo un solo momento en que no haya vuelto a recrear en mi mente lo glorioso y perfecto que fue haber estado en una situación tan intima con él. Dios, fue por mucho un de las mejores experiencias de mi vida. Su cuerpo, sus gemidos y sus ojos brillando de excitat es algo realmente inolvidable y son muchas las veces que terminó masturbándome pensando en todo ello, en él en su conjunto. La cuestión ahora es ¿A él le pasará algo parecido? ¿Qué recordará de ese momento? ¿Le.habria gustado tanto como a mí? En todo este tiempo jamás ha mencionado nada acerca de ese hecho, como si no hubiese pasado nada, lo cual me hace sentir un poco mal, pero supongo que es por la pena que siente al momento de tocar ese tema en particular. Así que las cosas estuvieron algo raras entre nosotros, con situaciones bastante incómodas cuando estábamos a solas, pero quitando eso, todo estuvo más que bien sin peleas ni nada. Y por ahora con esto me basta , no quiero apurarlo en este asunto.
Ahora me encuentro saliendo del consultorio de mi psicólogo. Traté de convencer a mi padre de no ir más, pero dijo que de todas formas continuase asistiendo que me ayuda con muchos otros temas. Claro, como si supiera qué temas suelo tocar con ese hombre, pero bueno no quería pelear así que me callé y no insistí más. Aún así hoy no me puso de malas ir, todo lo contrario, le comenté que mi vida había mejorado mucho y que por fin parecía haberse encarrilado bastante, ante lo cual él trato de averiguar la razón de todo ello. Por nada en el mundo pondría a mi padre en evidencia, además es justamente por este amor que comencé a hacer terapia.... sólo que se suponía que me ayudaría a dejar de amarlo y no a enamorarme más de él. Mucho menos, que terminemos revolcandonos pero bueno, las cosas son así ahora.
Ni bien puse un pie fuera del edificio me llegó un mensaje de Mitsuki diciéndome que estaría en la plaza que queda a unas cuadras de mi casa junto a Inojin, otro compañero de mi escuela, por si quería sumarme con ellos. Obvio, dije que sí, un rato de diversión con amigos siempre viene bien. Además debo aprovechar la situación para distraerme un poco de todo este asunto de mi padre, darle respiró a mis emociones. No demore mucho en llegar, por suerte no había tránsito. Al primero que reconocí fue a Inojin, su cabello rubio y su tono alto al hablar burlándose, pero no con maldad, de una compañera hicieron que lo viera casi al instante. Me acerqué a ellos y los saludé, ante lo cual Inojin me hizo rápidamente lugar junto a él y Mitsuki respondió mi saludo con una luminosa sonrisa como siempre.
En fin, así comenzamos nuestra tarde, comentando cosas del colegio y acerca de miles de pendejadas que hacemos a diario. La verdad que con ellos los minutos pasan rápido y me encanta.
- Oye ¿Y qué pasó con el plan tuyo ese de ser el dominante ? - dijo repentinamente Mitsuki rompiendo el hielo con respecto a ese tema, Inojin no dijo nada pero yo me sonroje hasta las orejas
- A-ahora no puedo hablar de eso, en otro momento te cuento - mentira, era obvio que jamás tocaría ese tema
- Vamos Boruto, cuéntame - insistió Mitsuki con su inocente sonrisa - Estás entre amigos y seguramente Inojin no dirá nada.
- ¿Eh? ¿Ser el dominante? ¿Boruto? - dijo Inojin siendo ahora dos que me miraban ansiosos - Vamos cuenta ¿Significa que tú...tu..?
- D-dije que...ahora no...luego ¿Si?
- Oh vamos no seas así - Inojin era el más ansioso por saber los detalles, miré a Mitsuki con intenciones de asesinarlo y él se limitó a sonreir. Sentí que lo había hecho a propósito después de todo Inojin era muy pero muy curioso - Ahora muero por saber si tú ya... - y empezó a hacer movimientos indecentes con su cadera mientras fingía tomar a alguien de la cadera y luego se echó a reír. ¡Para él todo era un chiste! Y yo aquí muriéndome de la vergüenza más con Mitsuki que ahora estaba mirándome sorprendido
- ¡Ya Inojin! - le dí un fuerte empujón en el hombro, solo para hacerle saber que no iba a darle.mi testimonio ahora a nadie. Ni nunca de hecho ya que Inojin siempre habla de más.
- Mmm entiendo - dijo Mitsuki - Pero al menos a mí me lo debes, dijiste que me lo compensarias ¿Recuerdas?
- Ya basta Mitsuki - dije más sonrojado que antes
- ¿Ustedes...se besaron de nuevo? ¿Y aún...nada? - preguntó Inojin muy desconcertado y yo suspiré entre molesto y resignado. - Vaya que interesante pero tengo que dejarlos, mi madre me matará si no llego antes de la cena. Tienes que contarmelo todo Boruto - luego se fue perdiéndose entre la gente que aún pasaba por ahí.
Y el silencio reinó, no quería ni mirar a mi amigo. Pero quizás intérprete mal las cosas así que me dispuse, tras unos minutos, a darle algunas explicaciones pero en ese momento mi celular sonó interrumpiéndome. Lo busqué en mi bolsillo y abrí el mensaje que acababa de llegarme era de mi padre. Mi corazón empezó a latir desbocado. Mi respiración se agitó y mis ojos debieron brillar cual dos estrellas, realmente debía verme como un idiota enamorado.
"Boruto por favor, ven a casa. Necesito verte". Leí en silencio, provocándome una breve falta de aire ¿Mi padre quería verme? No podía creerlo, sentía que me desmayaría. Jamás había pedido mi presencia en la casa, mucho menos después de lo que pasó la otra noche.
- Lo siento, pero debo irme. - Musité repentinamente enérgico y una gran sonrisa adornaba mi rostro.
- Te acompaño - soltó entonces calmado, sorprendiendome. Sé que había notado mi cambio de actitud, pero no demostró inquietud por saber qué me había puesto de esa manera, incluso ya había quitado su expresión anterior
- No hace falta...puedo volver solo - reí intentando no sonar desagradecido. Pero Mitsuki negó con la cabeza e insistió en que me haría compañia. Finalmente acepté y ambos comenzamos a caminar en silencio.
Al principio todo fue bastante incómodo, hasta que a tan solo a una cuadra de mi casa él volvió a hablar.
- Veo que mejoraron mucho las cosas con tu padre
Detuve mi paso bruscamente, no supe cómo interpretar el tono de su voz. No parecía extrañado en nada, pero había algo especialmente distinto en él. Y yo siempre tuve la sensación de que él sabía mucho más de lo que aparentaba. Mitsuki es muy observador e inteligente. Además en un punto tiene razón, mi padre y yo jamás nos llevamos bien estos últimos años y de seguro percibió mi alegría al recibir el mensaje.
- Pues...si...tal vez un poco... - dije sin dar más detalles, por alguna extraña razón estaba comenzando a ponerme nervioso todo esto.
Entonces le sonreí y continué caminando, hasta que él me detuvo agarrándome del antebrazo en un rápido movimiento. Nos miramos y pude darme cuenta en sus ojos que en verdad había muchas cosas que deseaba saber...o tal vez confirmar.
- Boruto ¿Qué pasa realmente entre ustedes?
Si, directo. Demasiado para mi salud mental y emocional. Más de lo que suele serlo diría yo.
- Eh ¿A qué te refieres? - me alarmé comenzando a sudar. No puede ser que haya descubierto todo así de la nada. ¿O si?
- Sabes bien a qué me refiero - sus ojos se clavaron intensos en mí, de cierta forma como si estuviera acorralandome. Definitivamente sabe lo que pasa con mi papá o tiene muy buenas pruebas para haberme encarado de esa forma.
- Pásate todos estos años amando a alguien que al parecer jamás podría llegar a corresponderte - añadio rápidamente - Luego me dices qué querías experimentar para ver si podías ser dominante en una relación, después te veo sonreír muy enamorado al leer un mensaje de tu padre y como si eso fuera poco prácticamente sales corriendo a su encuentro cual novio desesperado...creo que todo está bastante claro, solo falta que lo admitas.
Inconcientemente di un paso hacia atrás, como si quisiera huir de esa situación (y vaya que quería hacerlo) pero sabía que hacerlo solo afirmaría más sospechas.
- P-Pero qué estás diciendo Mituski - reí muy nervioso tampoco podía evitar titubear - ¿Acaso insinuas que mi padre y yo...?
Su expresión se volvio más tensa y sus ojos se entonaron un poco, como alguien que ha descubierto algo malo y cuyo primer impulso es dejarlo en evidencia o hacer que confiese. Y aunque sepa muy bien que él jamás haría nada para perjudicarme siendo una de las pocas personas en las que más confío, no es algo que quiera confesarle de momento. No es fácil admitir en voz alta frente a un amigo (quien a su vez está enamorado de mi) que la persona que amé todo este tiempo y con la cual terminé intimando es nada más y nada menos que mi propio padre. Y como única opción comencé a reír a carcajadas dándole unos golpecitos en el hombro cual persona a la que acaban de contar un chiste muy bueno.
- ¡Dios no seas ridículo Mitsuki! - fingí secarme una lágrima - Como se te va a ocurrir algo así...eso es imposible - traté de sonar calmado
- ¿Lo es? ¿De verdad es imposible?
Y ahí otra vez su mirada inquisitiva, debo ser muy malo mintiendo o él es muy bueno descubriendo cosas.
- Oye mira, me quedaría hablando de eso contigo...pero de verdad debo irme. Hablamos luego - y sin darle lugar a réplicas le sonreí y salí corriendo directo a mi casa. Al final no tuve más opción que huir, él ya tenía la seguridad de que había algo entre mi padre y yo. Y al parecer no le quitaría la idea de la cabeza, así que obviamente voy a tener que retomar ese tema en otro momento. En fin, momentáneamente me salvé. No bien abrí la puerta de casa, suspiré aliviado y relajado anunciando mi llegada pero mi padre no respondió. Lo busqué en la sala, la cocina y toda la planta baja pero al no hallarlo decidí subir las escaleras. Había imaginado que estaría parado frente a la puerta de entrada conciderando el mensaje que me había enviado pero no fue así.
Cuando estuve en el primer piso caminé a su habitación, pasando.primero frente a la mía y entonces lo ví. Estaba recargado contra el umbral de su puerta únicamente con el pantalón de su traje puesto, su cabello ligeramente desordenado, sus ojos azules traspasandome como nunca y una hermosa sonrisa dándole el toque final a la magnífica imagen que tenía frente a mí. No sabia que estaba sucediendo, ni para que me había llamado pero sus músculos abdominales luciendose así libremente frente a mí me habían eliminado casi toda capacidad de razonamiento. Eran mi debilidad, esa parte especial de su cuerpo me hacia prácticamente babear por el. Y cuando quise reaccionar ví que él había comenzado a caminar hacia mí, dejándome helado sobre mi lugar a la espectiva de lo que vendría. Se detuvo a cierta distancia y ahí fue que solté un pequeño suspiró. Lo admito, me sentia inquieto y necesitaba saber urgentemente qué pretendia.
- Boruto,.se que ésto puede sonar repentino pero he estado pensando mucho estos días y entendí qué es lo que realmente quiero para mí vida.
- Vaya ¿Y qué es? - pregunté nervioso, muy en el fondo me daba miedo saber la respuesta, a pesar de aquella sonrisa que me regaló hace instantes.
- Estar contigo...que tengamos una relación más allá de padre e hijo
- ¿C-cómo? - debía de ser una broma no podía estar diciéndome lo que creo que decía
- Al principio sentía que estaba traicionando a tu madre, como si estuviera fallandole por aceptar aquello que siempre me has estado reclamando...ese amor incorrecto que me negué a entender y aceptar pero ahora estoy más que seguro de que no habrá nadie más indicado que tú para ocupar aquel lugar que una vez quedó vacío en mi cama - me explicó rápidamente, queriendo deshacerse de aquello que al parecer mantuvo todo el día guardado en su interior
Y yo, aún confundido e increíblemente sorprendido, repetí sus palabras en mi mente deseando que todo aquello fuera cierto. Es que después de todo lo que pasamos estos años, luego de todas las discusiones las distancias y los malos momentos vividos, y de las miles de veces que soñe con oír salir de su boca tan bellas palabras me era difícil asimilar que ahora estuviera aceptando lo nuestro. Aquello que al parecer siempre existió entre nosotros, pero que él nunca quiso admitir. Y entonces dió un par de pasos más hacia mí, dejándome detallar aún más sus fuertes pectorales y brazos, los cuales moría por tocar, deteniéndose a centímetros de mí, obligandome a elevar la vista para finalmente cruzarme otra vez con sus ojos. Me sonrió con amor acariciándome la mejilla izquierda y yo terminé sonriéndole de igual forma , estaba embobado con su belleza y palabras.
- Lo que pretendo decir es que también te amo...y que lamento haberme tardado en darme cuenta y por haber dicho en reiteradas ocasiones que solo era un capricho tuyo, alejándote más de lo que debía. En verdad lo siento mucho... - confesó cerca de mis labios mientras se dedicaba a acariciar los costados de mi cuerpo bajando hasta mi cadera pegandome más a él. Definitivamente había una mística conexión entre nosotros algo que asemejaba a lo primitivo.
Obviamente me derretí de amor con sus palabras y caricias sentí mis rodillas flaquear y mi corazón golpear fuerte contra mi pecho, tanto que pensé que se me saldría pero aún así debilitado y absorto como estaba, lo tomé del rostro y lo besé. Lo besé con todo el profundo amor que podía transmitirle. Ya no había nada más que decir ni que aclarar. Entonces él enseguida me correspondió sin dudar, dejando que nos devoremos la boca sin dudar y con gran pasión comenzando a gemir uno en la boca del otro cuando fuimos quitándonos las ropas a la vez que avanzabamos hacia su cama. Él no llevaba tanta ropa puesta pero parecía que yo tampoco ya que cuando quise darme cuenta termino todo lo que estaba usando sobre el piso. Pronto estuvimos los dos al natural, piel con piel besándonos, friccionandonos y calentandonos sin piedad alguna, desesperados por sentirnos más y más. Su miembro no tardó en erguirse engrosandose y casi apuntandome como si me lo pidiera todo. Éste se tocaba y rozaba con el mío y yo iba excitándome cada vez más. Cuando no lo soporté más lo tomé fuerte de las muñecas reduciéndolo y sin obtener oposición de su parte lo lancé sobre la cama subiendome sobre él para someterlo, acomodandome entre sus piernas las cuales se abrieron descaradamente para mí. Continué besandolo saboreando cada rincón de su boca tan dulce y perfecta. Me encanta ¡Lo reitero, amo a mi padre como nunca amaré a nadie!
- Quiero sentirte Boruto... házmelo - musitó entonces cuando detuvimos los besos para mirarnos , sus pupilas dilatadas de lujuria.
Quedé mudo un momento, perdido en mis pensamientos, ¿Había entendido bien? ¿Mi padre me estaba dando pase libre para ser yo el dominante en esta situación? Se que se estaba dejando hacer pero no pensé que me lo pediría así. Definitivamente se había dado cuenta de las grandes intensiones que tenía de tenerlo bajo mi merced sobre todo después de lo que vió entre Mitsuki y yo donde buscaba obtener más experiencia en ese campo. Pero de pronto se puso serio y añadio en voz suave:
- ¿O.ya no estás seguro de esto? Quizás estamos yendo demasiado lejos....
Instantáneamente negué con la cabeza ¡Claro que estaba seguro! Esto es lo que mas deseo en el mundo, es solo que me había tamado muy desprevenido todo, eran demasiadas cosas juntas.
- Te amo y quiero hacerlo todo contigo - le asegure en un susurro haciéndole sonreír nuevamente - Haré que este momento sea inolvidable para los dos.
Y así deje en claro que no había forma de retractarse de nada que estaba todo dicho y aceptado
- Es todo lo que necesito oír
Y no bien término de decir aquello me sonrio y me besó tomándome suavemente de la nuca. Cuando rompimos el pasional beso y mantenimiento sus ojos clavados en los míos mojó un par de dedos con su saliva para comenzar a autodilatarse. Me alejé lo suficiente como para dejar que se dedicase a ello con la mayor comodidad posible. Él separó más sus piernas poniendo su mano entre aquellos tonificados glúteos y su espalda se arqueó debajo de mi cuando sus dedos estuvieron dentro penetrandose de forma firme pero cuidadosa. Sentía a su vez aquella mano rozar mi pelvis tocándose por momentos con mi pene, elevando mi temperatura a niveles desconocidos. Dios mío, era la imagen más excitante e hipnótica que había visto...mi padre dilatandose a la vez que soltaba gemidos y se retorcía de placer estaba provocando un fuerte orgasmo visual en mi. Esto es tan morboso como erótico, ya puedo sentir mi semen saliéndose poco a poco anhelando llenarlo por completo. No sé cuándo fue que él se instruyó sobre el procedimiento acerca de este tipo de relación sexual o si en el fondo siempre lo supo hacer así, lo cuál sería un poco extraño ya que llevaba una vida sexual hetero si tengo en cuenta a mi mamá pero da igual lo cierto es que estoy disfrutando este momento al máximo.
Minutos después, cuando creyó estar listo quitó sus dedos y pidió que le metiera mi miembro siendo él quien lo acomodo junto a su entrada. Lo quería ya, sin más pérdidas de tiempo. Y así lo hice, me introduje en él de forma lenta y suave experimentando aquella sensación de ser envuelto por aquellas calidas y apretadas paredes que me engullian como si no quisiera dejarme ir, como si hubiésemos sido hecho el uno para el otro. Lo sostuve de la cadera más fuerte para entrar bien en él volviéndolo totalmente mío. Mi padre se entregó como nunca y unos fuertes jadeos escaparon de su boca. Su piel quemaba sus ojos destellaban un brillo único mi pene no dejaba de entrar y salir de su cuerpo, necesitábamos eliminar cualquier rastro de prohibido deseo en este preciso momento. Era ahora o nunca. Volví a ejercer una fuerte presión contra él, soltando un gemido en el proceso y luego continue con los rítmicos movimientos. Subí una de mis manos por su torso tocándole los costados del cuerpo hasta que llegué a su pecho, donde acaricie sus pezones erizandolo por completo. Los dos estábamos perdidos por igual en medio del placer ya no podíamos más. Si viviéramos en un edificio los vecinos escucharían nuestros gemidos y gritos ante lo cual se quejarian o denunciarían. Nos volvimos a besar y cuando quise darme cuenta él se había venido en medio de ambos torsos a la vez que ahogaba un dulce gemido en mi boca. Esto ultimo más la presión de sus paredes ejercida alrededor de mi miembro produjeron un cosquilleo que cortó mi respiración un instante. Luego jadee como si deseara rasgar mi garganta y me vacíe en el a los pocos segundos. Ambos tuvimos un maravilloso orgasmo dejando nuestra energía y esencia allí. Esta fue la mayor entrega que pudimos experimentar.
Caí a su lado y lo abracé, sintiendo el sudor de su cuerpo mezclandose con el mío. Parecíamos estar en un lugar desconocido pero realmente único. No podíamos hablar. El mutismo invadió el ambiente. Ambos procesabamos lo sucedido, algo tan increíble de mucho amor transmitido o por lo menos así lo veía yo.
- Todo va a estar bien
Escuché que dijo al rato, más para si mismo. Lo mire pero él no ladeó el rostro tan solo se quedó allí mirando el techo que tan bien conocia de su habitación. Supuse lo que pasaba por su mente. La culpa. Como siempre la.tan maldita que viene a arruinar momentos. Pero no quise hablar. No quería que se sintiera presionado. Decidí que era mejor quedarme con la satisfacción satisfacción que mostraban sus ojos al mantener tan hermoso brillo más que con el reproche de su mente. Y de pronto de forma inesperada soltó sin titubear
- No me arrepiento de nada Boruto
Lo mire conmovido una sonrisa apareció en su rostro. Nos miramos y ambos supimos que realmente todo iba a estar bien. Ya no estábamos solos, uno lejos del otro, con lo realizado unimos nuestras almas de la forma más fuerte posible. El resto del mundo estaba de más, tan solo importaba que nos amamos. Me dije tras envolver su cuerpo con mis brazos. Y así permanecimos cuerpo a cuerpo hasta quedarnos dormidos.
Al día siguiente me desperté dándome cuenta que no estaba en mi habitación ni en mi cama. Por la poca luz del ambiente supe que aún era temprano, debían de ser las 6hs de mañana. Todavía tenía tiempo para llegar a clases aunque eso no me preocupaba demasiado. Al instante recordé todo lo sucedido y sonreí como idiota enamorado. Podía sentir lo pegajoso que estaba mi cuerpo ya sea por el sudor que se secó de la noche anterior o el semen que se hubo derramado sobre mi abdomen, pero no me importaba. Es más, admito que la sensación me gustaba y mucho. Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para no chillar de emoción. Giré y me encontré con mi padre aún durmiendo, se veía tan hermoso como siempre sus ojos cerrados y su respiración le daban un aspecto angelical. Cuando iba a darle un fugaz beso en los labios escuché que su móvil vibró. Desde el lugar donde estaba pude leer el nombre de una mujer al iluminarse la pantalla. No voy a mentir senti una gran curiosidad terrible por saber qué decía el mensaje, además de celos por darme cuenta de que había alguien enviándole cosas a mi papá. Si, se que es normal que hable con otras personas pero eso no quitaba esa sensación incómoda y fea que invadía mi pecho. Así que cegado por esos sentimientos me levanté con cuidado con cuidado de no despertarlo y fuí en busca de su celular. Al principio dudé pero al ver que había llegado un segundo mensaje de la misma mujer lo tome sin dudar y miré la conversación desde la barra de arriba de la pantalla. Mis ojos se abrieron asombrados y quedé sin aliento un momento. Definitivamente no debí leerlo, ahora me sentía peor que las veces en que mi padr me rechazaba o trataba de loco.
"Naruto, cariño ¿Qué pasó ayer que te fuiste así de la oficina? Estábamos tan bien y de repente me dejaste sola sin darme una explicación"
"¿,Dije algo que te molestara? De verdad estoy preocupada, llamame por favor. PD: ya te extraño".
Y con estos mensajes la única conclusión a la que pude llegar es que mi padre ya estaba saliendo con alguien. Y mi pregunta ahora es ¿En qué lugar quedo yo en todo esto? ¿Por qué se entregó a mi sí ya había alguien más?
Ahora sólo quería llorar.