Capítulo 14: La noche

---Y yo odio dejar ir a lo que me gusta, Nina ---Me quedé helada ante sus palabras. Sus dedos se deslizaron debajo de mi blusa y acariciaron con dulzura mi abdomen, provocando que mi piel se erice. Un nudo grande se formó en mi estómago mientras intento alejarme un paso de él; pero mi cuerpo no responde a mis órdenes. Siento sus labios rozar mi clavícula, haciéndome perder por completo la cordura.

---Javier... ---Intente hablar, pero sus dedos subieron a mis labios, silenciandome.

---Sólo... ---Sus labios viajaron a mi oído, descontrolandome con su aliento---. Dime que yo también te gustó.

---También me gustas ---Dije sin pensar y abrí mis ojos grandes luego de procesar las palabras que han salido de mi boca. El pelinegro se acercó a mí cuello, depositando un pequeño beso ahí, mientras siento sobre mi piel su sonrisa. Mis mejillas comenzaron a arder al igual que todo en mi interior.

---Entonces quédate esta noche ---susurró. Sus ojos buscaron los míos, y sentí miedo al ver reflejado en los suyos seguridad y terror al mismo tiempo. Asentí con mi cabeza completamente ida, sin pensar en ninguna de las consecuencias que podría pasar si me descubren.

---Pero debo irme antes de que mi padre despierte ---Hable, Javier asintió con su cabeza sacando su celular.

---¿A que hora se despierta?

---A las 7

---Pondré el despertador a las 6 y te llevare a tu casa a esa hora ¿Te parece bien? ---Habló mientras teclea algo en su celular, su tono de voz me hizo parecer que en vez de una pregunta, fue una aclaración.

---Está bien ---afirme. Volvió su mirada hacia a mi y se acercó tomando mi rostro con sus manos, sin previo aviso acercó sus labios a los míos y los fundió en un beso suave. Sentí mi estómago revolverse y una sensación de bienestar recorrer mi cuerpo. Una vez que nuestros labios, ahora hinchados debido al beso, se separaron ; me dedicó una sonrisa la cual le devolvi sin dudar.

---¿Tienes hambre? ---preguntó sentándose en la cama, su mano golpeó el colchón a su lado indicándome que me siente: obedecí.

---No ---hable mirando hacia el frente---. Comi ya ¿Tu tienes hambre?

---No ---respondió. Nos quedamos en silencio, pero en uno agradable, disfrutando sin emitir palabra de nuestra compañía. Me sentí bien; desde que dijo que le gusto y yo le confesé que él a mi tambien una sensación agradable se instaló en mi, inundando mi ser. Aunque muy en el fondo el miedo me provoca una pequeña inquietud.

---¿Que te sucedió? ---Me anime a preguntar al centrar mi atención en los moretones y golpes en su rostro. La mano de Javier viajo a mi cintura, rodeándola.

---Nada importante ---susurró en mi cabello---, ya no importa.

---Si importa ---Reproche y sentí su risa sobre mi cabeza. Su mano se poso en mi cintura y tiro de ella obligándome a levantarme y sentarme en su regazo. Mis mejillas ardieron una vez más.

---Lamento lo de la otra vez ---Habló acariciando mi mentón, el cual desde su golpe se había puesto morado, pero el moretón desapareció con el trayecto de los días y ya no se nota---. Lo siento mucho.

---Fue un accidente... ---procedi a hablar---, no te preocupes ---De nuevo el silencio nos inundó, su mano posicionada en mi cintura provoca que mi piel arda ante su tacto.

---¿Tienes sueño? ---Asentí, aunque no es verdad. El sueño desapareció de mi desde que me llamó.

---Estabas drogado ---Sus ojos encontraron los míos y me observaron con cierta confusión ante mi repentino cometario--- El día de la fiesta, estabas drogado ---explique para que recuerde de lo que estoy hablando. Sus ojos siguen inspeccionando cada parte de los míos, intentando descifrar mis pensamientos.

---Si, bueno ---Llevó su mano a su nuca rascandola con notable nerviosismo ante mis palabras--- ¿Eso te molestó?

---Me molesto más la pelea con mi hermano ---menti. Por algún motivo; si me ha molestado que me haya dejado sola para irse a drogarse, pero lo deje pasar quitando ese recuerdo de mi mente.

---Bueno... Tu hermano es un idiota ---confesó, alce mis cejas y lo mire.

---¿Sólo mi hermano? ---Me miró divertido y elevó sus labios formando una sonrisa burlona, sus manos apretaron mi cintura y sus labios se acercaron a mi oído, provocando que mi cuerpo tiemble ante su cálido aliento.

---¿Me estas diciendo idiota? ---ahora sus manos se deslizaron por mis caderas y sus dedos comenzaron a juguetear con el inicio de mis Jeans, haciéndome estremecer.

---Tal vez ---susurre, sus labios tocaron mi cuello provocando que una marea ardiente recorra mi cuerpo. No estaba acostumbrada a que un chico me toque de tal forma y eso me ponía el doble de nerviosa. 
Mi cuerpo se puso alerta cuando sentí las manos de Javier filtrarse por dejado de mi blusa de nuevo, acariciando la piel de mi abdomen

---Javier ---susurre sin aliento. Sus labios comenzaron a subir para luego morder y besar mi mentón, haciéndome sobresaltar.

---¿Si? ---respondió trazando círculos con sus dedos en mi piel.

---¿Donde queda el baño? ---Cerré los ojos esperando su respuesta, de nuevo me siento como una estúpida delante de él.

---Pasillo a la derecha, segunda puerta ---respondió en un tono desinteresado, siguiendo con su trabajo el cual consiste en plasmar besos en mi mentón y cuello. Sus manos juguetonas acariciando con suavidad algunas partes de mi cuerpo mientras yo comienzo a ponerme aún más nerviosa y junto todo el valor necesario para apartarme sigilosamente de él.

---De acuerdo... yo, ehmm... Ya vuelvo ---titubee sintiendo mi cara arder. Rápidamente me gire y corrí hacia la puerta, para luego salir de la habitación y destinarme a encontrar el baño.

Observe todo a mi alrededor, recordando las indicaciones que el pelinegro me dio para encontrar el baño. Notando que la puerta de la habitación de Javier es la primera me dispuse a caminar hacia la segunda y abrir, pero como si mi mente reaccionará decidí primero dar leves golpes en la puerta, para corroborar que no está ocupado. Antes de que mi puño choque contra la fría madera la puerta de abrió de golpe espantandome.
La señora que una hora antes se encontraba en el sofá durmiendo, ahora está enfrente de mi observándome completamente sería.