Capítulo 1
-Elizabeth-
Estaba nerviosa, era mi primer día, quería llorar de los nervios, no quería ir pero..., ahí estarían todos mis amigos.
Salí de casa a las 6:50 am para poder llegar temprano al primer día de clases de la secundaria, mis amigos me estaban esperando para ver el salón en el cual iríamos, estábamos emocionados y nerviosos, eso era inevitable.
Todos entraron a sus salones, menos unos 10 niños (aproximadamente) y yo, porque habíamos quedado fuera de las listas, yo era una niña muy pequeña que aparentaba una más chica que fácilmente podía ser confundida con una de primaria.
De la nada una señora muy linda que sin conocerme, me habló para incluirme a un salón de clases, el cual sería el "E".
Al entrar a ese salón de clases me emocioné, miré a muchas personas las cuales esperaba que fueran mis próximos amigos, me sentaron con un niño el cual ya no recuerdo tanto, creo que su nombre es Roberto, el era muy amable conmigo, traba que yo no me sintiera incómoda con todo, y me parecía una gran persona.
Debo confesar que desde el primer momento que entré a ese salón miré a un niño el cual llamó completamente mi atención, no sabía cuál era su nombre pero pronto lo iba a saber, minutos después, pasaron lista y fue ahí en donde supe que el era Max, con el paso de los días todas nos dimos cuenta que el era una persona maravillosa trataba a todas de la mejor manera, era lindo, caballeroso, divertido, inteligente, atractivo, entre muchísimas cosas más, el, era como la persona perfecta, pero jamás me haría caso o eso era lo que yo pensaba.
Un día estando de compras mi mamá y yo nos encontramos con una compañera, era Camila, con la cuál no hablaba casi pero me caía bien, mi mamá volteo a ver y me dijo que yo tenía una prima y ella era Camila, la niña de mi salón - ¡¿Qué?! ¿Camila es mi prima?- le dije, - Lo es- contestó, ahí supe que todo cambiaría, y suponía que para bien.
Al siguiente día al llegar a la escuela corrí para alcanzar a Camila en el salón, ella volteó asustada pero mostrando una linda sonrisa, -¿Qué pasa Elizabeth?- dijo, - Necesito contarte algo y preguntarte algo- le contesté, hablamos unos 5 minutos más o menos, al terminar de hablar, ella estaba asombrada dicendome que siempre habia querido una prima de la misma edad, y así fue como comenzó nuestra corta pero muy bonita amistad...