Amor Verdadero ¿real o ilusión?

Capítulo 14.

Max.

 Esto debe ser una puta mentira. Una pesadilla de la que debo despertar en cualquier momento y así verla dormir a mi lado. Lágrimas corren por mis mejillas y me importa una mierda si un hombre debe ser fuerte para no mostrar su debilidad. Pero ella es mi debilidad, es muy importante para mí. La última hora se repite en mi mente como una película de terror.

 Una sonrisa amarga se posa en mi rostro. Lo único que quería era hacerla mía así fuera en el baño de la casa de mis padres. Ella quería lo mismo, podía sentirlo. Hasta que puso distancia y vi su rostro. Sus labios muy hinchados y rojos, más rojos de lo normal, su vista vidriosa y tenía una leve erupción en la piel. Su respiración agitada me alarmó, le grité a mi familia de que tenía que ir al hospital. Cada vez se le hacía más difícil respirar y sentí que mi mundo se caía en pedazos. Lágrimas salieron de mis ojos mientras la sostenía en mis brazos y le rogaba que me viera pero ella no respondió a mi llamado. Solo escuché segundos después "No llores por favor" Su voz estaba débil pero la escuché perfectamente.

 Ethan nos trajo al hospital y en el camino hice lo poco que sabía para despejar sus vías respiratorias. Nada se compara cuando la se la llevaron en la camilla sin dejarme estar a su lado. Nunca me sentí tan solo. Vacío. Incompleto.

 Mis hermanos y mis padres están aquí pero no tengo cabeza para estar pendiente de ellos. El doctor no ha salido a dar noticias sobre el estado de Amanda y comienzo a desesperarme.

- ¡Maldición!. Vocifero dando un fuerte golpe a la pared frente a mí. Siento un dolor recorrer mi mano pero no me importa. Solo quiero verla.

- Cariño. Tranquilizate. Mi madre da pequeñas palmaditas en mi espalda. No digo nada. No tengo palabras.

- Familiares de Amanda Miller. Llama el doctor. Rápidamente me acerco.

- Soy su novio, ¿Cómo está ella? ¿Se encuentra bien? ¿Puedo verla?. Me apresuro a decir frente a él.

- Calma señor. Ella está bien, está estable. 

 Me relajo visiblemente ante sus palabras. Ella está bien.

- ¿Qué fue lo que le sucedió? Porque ella estaba bien después de cenar.

- Sufrió una reacción alérgica severa mejor conocida como anafilaxia. La tratamos rápidammente con epinefrina y su reacción mejoró significativamente, actualmente está usando un respirador y pasará la noche aquí para determinar si la reacción fue aguda, en ese caso su recuperación puede demorar unos días.

- ¿Anafilaxia? ¿Cómo? ¿Qué lo causó?.

 Demonios. Eso es potencialmente mortal, pudo morir si no la hubieran tratado a tiempo.

- Realizamos un estudio para determinar el alergeno. Puede ser que la señorita Miller se expuso antes a él pero no presentó una reacción en el momento pero sí la hizo sensible ante otra exposición. Su alergia se debe a un alimento. 

- Lo último que comió fue helado de pistacho. Interrumpo al doctor. Él asiente.

- Comprendo. Bueno me tengo que retirar. Solo una persona se puede quedar en la habitación 321 con la señorita Miller.

- Gracias doctor. Estrecho su mano y se retira.

- Hijo, nosotros nos vamos. Mantenos informados. Dice mi padre. Nos despedimos, mis hermanas me abrazan fuerte antes de irse.

 Camino por el pasillo buscando la habitación 321. Entro y la veo. Respiro profundo mientras me acerco a la cama. Tiene una intravenosa y el respirador. Está dormida. Su cabello está suelto y ya no tiene ni un rastro de maquillaje. Sus mejillas sonrojadas y sus labios siguen rojos. Miro cada parte de su rostro mientras me siento en la silla junto a la cama.

 Toco ligeramente su rostro, no quiero despertarla. 

- Max. Susurra dormida.

 Mis latidos aumentan ante su dulce voz. Beso su mano. Amo a esta mujer. Es mi pequeña pioja. Con ella estoy completo y no lo sabía hasta hoy.

- Te amo pioja...




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