Amores Dormidos: Will y Jessica

WILL 6

 

 

 

«¡Tengo novia! ¡Tengo novia! ¡Tengo novia!»

Fue lo primero que pensé al despertar la mañana del sábado.

 

===

 

YO. 7: 23 AM:

            ¡Buenísimos días, querida novia mia!

 

            AMOR. 7: 23 AM:

            ¡Buenos días, amado novio!

 

            YO. 7: 24 AM:

            Uyy… ¡Cómo me responde enseguida!

 

            AMOR. 7: 24 AM:

            Yo feliz de despertarme con un mensaje tuyo.

 

            YO. 7: 24 AM:

            ¿Y si será verdad que soy tu “amado” novio?

 

            AMOR.  7: 24 AM:

            Sí, tú eres el amado. Los otros no tanto, ja, ja, ja.

 

            YO.  7: 24 AM:

            Muy chistosa.

 

            AMOR.  7: 25 AM:

            ¡Así me quieres!

 

            YO.  7: 25 AM:

            ¡Yo no te quiero, yo te adoro!

 

===

 

¿Todo eso de verdad estaba pasando? ¿La chica con la que tanto había soñado de verdad había aceptado ser mi novia?

 

===

 

 

            YO.  7: 26 AM:

            ¿Nos vemos hoy?

 

            AMOR  7: 26 AM:

            Obvio, amor, hoy no te dejo de ver por nada.

 

===

 

Mi mamá debió darse cuenta que estaba enamorado. Canciones románticas a todo volumen apenas levantarme. Más obvio no podía ser.

Cuando bajé a desayunar no me dijo nada, solo me veía de reojo con una sonrisa pícara. Como si ambos fuéramos cómplices de una misma travesura.

Cada vez que me veía era como si me dijera «Yo ni diré nada si tú no dices nada, pero ambos sabemos que está pasando»

Cambié mi situación sentimental en Facebook de soltero a “en una relación”. Ya era cuestión de tiempo para que todos mis amigos y familiares se enteraran.

No dejaba de pensar en mi nueva novia. Perdido en mis pensamientos, sentí una excitación desbordante. Me toqué pensando en ella una vez. Y luego otra…y luego otra.

Cada vez que llegaba al orgasmo me acordaba del “consejo” de Robert de untar jabón en el miembro. Lo intenté en la ducha, fue rico, también lo recomiendo, pero con cuidado, no quieren que les caiga jabón “allí dentro”. ¡Auch! ¡Eso duele mucho!

Todo el sábado para mí fue chatear con Jessica y escuchar canciones románticas y ver películas de amor.

Que nena soy.

 

===

 

YO. 2: 18 PM:

Amor… ¿Tú cómo me tienes guardado?

 

AMOR. 2: 18 PM:

Uy… ¿Quieres que te ponga apodo?

 

YO. 2: 19 PM:

¡Claro que sí!

 

AMOR. 2: 19 PM:

Ya te tenía guardado con apodo, bobis, te tengo como “mor”.

¿Y tú cómo me tienes guardada a mí?

 

YO. 2: 19 PM:

Te tengo como “amor” ¡Mi amor! ¡Mi amor! ¡Mi amor!

 

===

 

Cuando llegó la tarde Jessica y yo nos encontramos en el parque en el que nos hicimos pareja.

Nos sentamos sobre el césped, debajo de un árbol. Yo me apoyé contra el árbol y Jessica se acostó dándome la espalda contra mi pecho. Yo la rodeé con mis brazos. Fue lindo sentir el calor de su cuerpo con el mío y su respiración cerca de la mía.

── Me encanta estar entre tus brazos ──me susurró. Y nos besamos, mucho, muchísimo. Como si cada beso fuera el último y había que aprovecharlo.

── ¿Sabes? Me daba cosita pensar en que quizás no querrías besarme ──le confesé.

── ¿Por qué dices eso? ──me preguntó con el ceño fruncido, como si acabase de decir la blasfemia más horrible.

Yo me encogí de hombros.

── No me digas que es por esto ──me dijo rozando con la yema de sus dedos la cicatriz de mi boca.

Yo tenía los ojos aguados, a punto de dejar caer las lágrimas.

── Es que…──balbuceé──. Es que…yo quiero ser normal…

── ¿Y quién ha dicho que no lo eres?

Yo me encogí de hombros una vez más.

── Yo no voy a permitir que tú pienses eso, ni que nadie te haga pensar esas cosas ──me dijo decidida.

Ella puso su mano sobre mi corazón que en esos momentos latía súper fuerte.

── Escúchame──me ordenó──. Tú tienes un corazón enorme. Esto que tienes aquí, esto que tú dices que late por mí, es muchísimo más valioso para mí que cualquier físico. ¿Me estás escuchando? Y yo no voy a permitir que nadie te haga pensar lo contrario.

Ya no pude resistir más y dejé caer las lágrimas y la abracé tan fuerte que pensé que la iba a lastimar y ella me abrazó de vuelta.

── Eres lo más lindo que me ha pasado──le confesé.

── Y tú lo más lindo que me ha pasado a mí.

Nos besamos, mucho más apasionadamente.

De pronto ella advierte que una señora nos veía desde el quinto piso de un edificio al lado del parque.  

── Esa señora no deja de vernos, ja, ja ──me dijo divertida.

── Mejor, que aprenda algo.

── ¡Tan creído! ¿Tan buen besador te consideras?

── Dímelo tú, ¿qué tal mis besos?

Me dio un pico.

── Mmm, no sé…

Me dio otro.

── No tengo punto de comparación

Me dio otro.

── Déjame pensarlo.

Me beso lentamente, rozando la punta de su lengua con la mía.

── Me fascinan.

Los besos siguieron. Las caricias más todavía. Sentí que todo se estaba calentando. Como si la pasión se quisiera desbordar de nuestros cuerpos y lo sentí en mi entrepierna. Y creo que ella también lo sintió.

── Will…Creo que tenemos que decírselo a mi mamá ──me dijo

── Oh…Está bien…Yo me presento. Me pongo lindo y todo y hasta le llevo algún regalo, je, je. ¿Cuándo?




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