Capitulo 9
Ver la humillación de otra persona es bastante incomodo, Sofia se quedo pensando en la forma en que Sara había tratado al pobre Nicolas, era realmente espantoso, y lo peor, ella lo trataba de la misma forma, se sentía avergonzada, pero no quiso decirle nada a Sara, su relación no estaba en muy buenos términos y no quería empeorarla.
Estando en la escuela, se sentó con su hermana en una de las bancas del patio de recreo, trato de traer el tema a colación
- Sarita yo…
- Hola chicas – fue interrumpida por Nicolas
- ¿Otra vez tu? ¿Qué quieres? – pregunto Sara groseramente
- Solo saber como estas – Sofia solo observo la escena
- Bien, y ya que lo sabes te puedes ir
- Disculpa si te moleste – Nicolas se retiro cabizbaja
- ¿Por qué lo tratas así? – Sara miro a su hermana como si le hubiera salido otra cabeza
- Es la misma forma en que tu lo haces
- Pero tu eras amable con el
- Era, ya me colmo la paciencia
- ¿Por qué? El solo es querido contigo
- No se lo que ha pasado Sofía, se cambiaron los papeles, tu antes eras la grosera y yo la que soportaba a Nicolás, pero ahora lo trato igual que tu y te quejas
- Es que me he dado cuenta que el no se merece tanto desprecio
- Me importa un comino lo que tú piensas, yo ya no lo soporto y no se hable mas del asunto
Sofia trato de decir algo mas pero Sara levanto la mano derecha en señal de silencio, solo suspiro, no sabia que estaba pasando en su interior pero realmente se sentía mal por Nicolas.
Leonardo estaba nervioso, estaban por empezar las elecciones escolares, tenia una gran cantidad de seguidores, pero su rival mas directo parecía llevarle la delantera, su gemelo leyó sus pensamientos
- ¿Estas nervioso?
- Un poco
- Tranquilo, todo va a salir bien
- Eso espero
- Te aseguro que va a ser así, yo estoy haciendo mis arreglos
- Alejandro, prometimos que no íbamos a hacer trampas
- Esta bien, esta bien, vas a perder por idiota
Paola se les acerco sonriente, abrazo a Alejandro
- Suerte primito, Te deseo toda la suerte del mundo – Los gemelos se miraron extrañados
- ¿Y a mi por que? – pregunto Alejandro
- Por las elecciones ¿Por qué mas? – le respondió Paola señalando lo obvio
- En ese caso deberías darme el abrazo de buena suerte a mi y no a Alejandro – intervino Leonardo
- ¿Por qué a ti? Tu eres Alejandro – señalo a Leonardo - y este es Leonardo – señalo a Alejandro
- No, yo soy Leonardo – aclaro el gemelo correcto - Y el es Alejandro
- Que mania la de ustedes de cambiarse los nombres
- Te estamos diciendo la verdad – insistió Alejandro
- A mi no me van a engañar, háganlo con sus estúpidas noviecitas, pero conmigo no – la joven se alejo furiosa
- ¿Quién la entiende? Le decimos la verdad y se queja – dijo Alejandro sonriendo
Leonardo quedo preocupado, las estaban confundiendo a todas con su cambiadera de roles, ya hasta el se confundía ciertas veces cuando olvidaba el papel de quien estaba representando, Alejandro como siempre no le dio importancia cuando el trato de decírselo, para el todo seguía siendo un juego y el incidente que los había hecho enojarse parecía cosa del pasado, pero muy pasado, por que ni siquiera recordaba que eso había puesto en peligro su excelente relación; al contrario de Leonardo que quería acabar con todo, el seguía con la farsa, al llegar esa noche se encontró a su prima en la sala de la casa, se acerco e intento darle un beso, Paola lo esquivo
- ¿Sigues pensando que soy Leonardo? Paola mírame soy Alejandro
- Estoy confundida, ya casi podía distinguirlos y no se que ha pasado
- No ha pasado nada
- Alejandro dime la verdad ¿Leonardo se ha hecho pasar por ti?
- Sabes que si, delante de Sofía
- Me refiero a si se ha hecho pasar por ti delante de mi
- Claro que no, un día te dije que jamás haría eso contigo por que tu estas al tanto de todo, lo descubrirías al instante
- No me mientas Alejandro
- No te estoy mintiendo
- Eso espero
- De verdad, no pienses en eso, jamás te haríamos eso – se sienta a su lado – eres la única que sabes nuestro secreto – la besa tiernamente – nunca te engañaríamos – la besa nuevamente – confía en mi
Esta vez su beso fue mas apasionado, ambos cayeron en el sofá, con tan mala suerte para Alejandro y fortuna para Paola que los encontró Fernanda, la mama de los gemelos