Sigo a Keith hacia el fondo, busco desesperada un tema de conversación para tratar de borrar de mi mente las extrañas imágenes de la pareja que insisten en asaltarme.
—¿Ustedes cómo aprendieron a hablar el idioma de las brujas?
¡Al fin se me ocurre algo lo bastante interesante!
—Ezequiel nos lo enseñó ¿Te acuerdas del señor que vendía flores? —Afirmo, el mismo que se hacía cargo de aquella isla con animales en Italia— Bueno, él es un brujo y me ayudó mucho en mi formación y en la de Cara también.
—¿Qué poderes tienes tú?
—Nosotros no tenemos poderes como ustedes, podemos hacer hechizos y pociones, sin embargo, sólo podemos manejar los elementos de la naturaleza.
—Lo dices como si eso los hiciera inferiores.
—No, en parte no, simplemente es distinto, nuestra limitación es que no podemos generar nada, lo único que podemos hacer es dominarlo y utilizarlo para nuestro beneficio. El poder de los brujos radica, mayormente, en su ingenio, si puedes obtener beneficios de tus limitaciones mejor.
—Al menos no tienes que estar adivinando y no tienes poderes "al pedo" —Me detengo en seco—. Espera ¿Cómo piensas ayudarme si tú no eres igual?
—Porque yo manejo todos los elementos, sé cómo procesar la energía y manejarla, además de que no hay nadie que te pueda ayudar, al menos yo no conozco a nadie con tus poderes, lo único que puedes hacer es experimentar y la verdad esa idea me encanta.
—Eres un tonto —río y le doy un suave golpe en el hombro.
—Sí, sé que me amas, no te preocupes —Me saca la lengua y luego se pone serio—. Bueno, ahora pongámonos a lo que vinimos, aprovechemos antes de que Gonza llegue.
—Cierto ¿Dónde está? Desde mi cumpleaños no sé nada de él.
—Sinceramente no sé dónde está, creo que está trabajando o algo así, aunque por aquí nunca se lo ve, tal vez se consiguió una novia.
—Eso sería lindo.
Pero no es así, no sé por qué estoy tan segura, probablemente porque lo conozco lo suficiente como para saber que si ese fuera el cazo seguramente nos compartiría su alegría de inmediato. Él es así, siempre que puede comparte su alegría con los demás, tratando de que todo el mundo esté feliz, pero si lo que tiene para compartir es triste o algo que alterará a las personas que ama entonces se lo guarda en lo más profundo de su ser.
El problema de eso es que cuando más necesita a quienes le queremos se aísla y cuando está feliz anda rondando por todos lados como si fuera una mosca. Para los que nos interesamos al menos podemos saber que está pasando por un mal momento porque desaparece, como lo ha hecho desde que volvió.
¿Habrá tenido que dejar a alguien para volver a casa? ¿Será que pasó algo estando aquí? Por lo que yo sé ellos llegaron al país pocos días después de nosotros regresamos de las vacaciones en Italia, pero pasaron todo ese tiempo escondiéndose para que los Misiajalaná no sospechen de que Cara es una bruja.
¿Será que Gonza vino solo para acompañar a su hermano y está desesperado por volver al país que por mucho tiempo fue su hogar? Al fin y al cabo es el lugar donde logró superar la muerte de su hermano mayor.
—¡Bastaaaaaa! —Keith pone cara de loco— ¡No podemos seguir distrayéndonos! Luego charlamos, anda, apaga la luz —Levanto un poco el labio, haciendo una mueca de asco y voy a donde está la llave, ante lo que mi amigo responde sujetándome—. No, Zarina, apágala con la mente.
¿Por qué no me di cuenta de que quería eso? Casi que es evidente ¿No? ¿Dónde tengo la cabeza?
—¿Cómo? ¿Qué debo hacer?
—Tú eres la Ama de la electricidad, puedes decirle qué hacer y cuándo, si lo haces bien, debe obedecerte, sino, puedes resultar electrocutada, pero tranquila, eso no te matará, si tuvieras el poder del fuego tal vez, aunque como no lo tienes, no hay problema.
Él sonríe, burlón, levanto el mentón con dignidad, ignorándolo y me concentro en lo que ha dicho.
¡¿Cómo quiere que me sienta tranquila si me está diciendo que puedo electrocutarme?! ¿Es tonto? ¡Ni siquiera sé qué debo hacer? ¿Cómo se siente la energía? Anteriormente me ha pasado que cuando hay un campo electromagnético, ya sea producido por una pérdida de energía o por un falso contacto, pero nada más.
—Siéntela, ella ahora es una extensión de ti, es como cualquier parte de tu cuerpo, debes ser capaz de decirle qué hacer.
Me concentro en la lámpara, lugar donde sé que hay electricidad, intento sentirla, notar cómo corre a través de los cables, cómo enciende los electrodomésticos y... ¡BUM!