Cuando desperté, como siempre fui el primero y eso era una cosa sólo mía, no importaba a qué hora dormía siempre me despierto primero y sin muestras de las condiciones en que dormí aquella noche.
Así que decidí hacer lo de costumbre, tendí mi cama, arregle mi cuarto, guarde mis útiles de la escuela en mi mochila, me bañe y me puse el uniforme que era pantalón de vestir negro, un híbrido de chamarra con saco, ya que era una chamarra estilo de las de piel con botones donde van en los sacos, frente y mangas, igual negra con detalles en blanco como todos los botones y algo retirado por como 1 o 3 centímetros del borde de la chamarra, blusa blanca de manga larga común y corriente excepto de que a mí me gusta con todos los botones en negro, una corbata roja brillante lisa y mis zapatos negros de vestir.
En cuanto al uniforme de las chicas tenía la misma chamarra pero para mujer, es decir con más escote, pero sin exagerar por ser de escuela prestigiosa, privada y algo cara, camiseta blanca, falda negra, con pliegues, la misma corbata pero más fina y zapatos de meter negros.
Al terminar me vi en el espejo y vi que mi cabello no mostraba casi nada rebeldía hoy, así que no le hice casi nada y baje al darme cuenta que ya alguien más ya estaba despierto.
-Buenos días- salude sin saber quién era, cosa que es como una manía o costumbre para mi, creo que por el hecho de que normalmente alguien me contestaba, cosa que hoy no fue la excepción.
-Buenos días, ¿ya listo para irnos?- me pregunto mi hermano aún en pijama.
-Sí y tú aún en pijama, ¿verdad?
-Sí, ¿cuánto dormiste?- me pregunto viendo detenidamente mi cara y más en la zona de los ojos.
-Como 3 horas como tú, ¿por?
-Dime tu truco para despertarte temprano, ya que no es una alarma o algo por el estilo- se quejó mientras bostezaba.
-Hola chicos, buenos días- nos saludó mi madre ya en la cocina igual aún en pijama.
Así que el único que faltaba era mi padre, que lo más seguro es que el igual estaba en pijama, que ya estaba bajando.
-Buenos días familia- dijo más adormilado que nosotros 3 mientas le daba un beso a madre y dándome la razón, ya que él también estaba en pijama.
-Buenos días papá- dijimos mi hermano y yo juntos.
-¿Ya listo?- me preguntó mi padre sorprendido, pero de que si esto ya debería ser de lo más común del mundo para esta casa.
-Sí, porque no.
-Sin marcas de que no dormiste, dime que ocupas para que no se note que te desvelaste- pregunto lo mismo que mi hermano.
-Nada y eso que dormí sólo como 3 horas máximo- le dije, dándome cuenta de que a ellos se les veía algo sus 4 horas de sueño.
De ahí desayunamos ellos rápido ya que era algo tarde, mientras que yo con una calma increíble, ya que yo tenía todo listo abajo, sólo para salir, así que me la pase escuchando cómo corrían para acá, corrían para allá, se quejaban de la hora, se notaba que aún estaban medio dormidos ya que estaban tropezando, golpeando y diciendo cosas sin sentido, mientras se arreglaban. Al término de sus prisas todos salimos de la casa, mi mamá se fue en un taxi como de costumbre, mi papá en el auto y nosotros esperamos al transporte escolar, ya que el colegio estaba a las afueras de la ciudad y a ninguno de ellos les quedaba de paso.
Cuando entramos al autobús cada quien se fue por su lado.
Él se quedó adelante, ya que hay era donde siempre estaba con sus amigos, los populares y mientras yo me iba atrás con mis amigos que digamos que eran una mala influencia, ya que ellos amaban romper reglas, como a mí.
-Hey Leo, piensa rápido- me dijo Dany aventandome un balón de soccer, que atrape, para Dany el soccer era todo, pero no lo juega, ya que según dicen se lastimó y le prohibieron jugar más, nadie sabe el porqué se lo prohibieron, pero eso si cuando le preguntas el porque él no te responde o te dice que se lastimó jugando y le prohibieron jugar.
-Que gracioso.
-No te enojes.
Dany es esbelto, tiene ojos grises, estatura medio alta, cabello castaño claro, tez blanca, rostro dulce y tierno algo infantil, pero su mirada y su actitud a veces hacía que se viera más grande de lo que es, el cuándo llegó a nuestro grupo me quito el puesto del nerd del grupo, ya que cuando se nos unió formaba parte de ese grupo, el de los nerds, pero se acostumbro muy bien con nosotros.
-No me enoje- le dije al darme cuenta que si me veía algo enojado.
-Chicos creo que ya es hora, ¿no creen?- preguntó Santi el según líder del grupo.
Ya que a él se le ocurre que hacer muy seguido, siendo la mayor parte de sus ideas malas, ya que él tiene una mega autoestima peor que la de mi familia.
Él es de ojos café, algo fuerte, moreno, de mediana estatura, cabello café obscuro, aún con cara de niño chiquito, además de ser un chismoso de primera.
-¿Hora de que?- preguntó Jesús, el último integrante de nuestro grupo, literalmente ya que él fue el último que se unió con nosotros.
Él es el único que ha tenido problemas legales es su vida de los 4 y eso todos lo saben en el colegio, pero él lo trata de borrar de su reputación ya que a él no le gusta, nada eso, así que él es el que se comporta más como la conciencia del grupo.
Él tiene ojos café claro casi miel, moreno muy claro, cabello negro, estatura casi como la mía, fuerte, tiene un piercing en medio del labio inferior y un par en total en sus orejas, además de que dicen que tenía uno en en el cuello, pero nadie se lo a visto, que no lleva a la escuela por obvias razones, además de que no le he visto con ellos y cara muy de estatua antigua como romana.
-Hora de hacernos un tatuaje o mínimo solo yo, si no quieren claro, ya quiero sentir la aguja y la tinta tocar mi piel- dijo Santi emocionado, ya que su padre tiene un par de tatuajes y por eso le entra demasiada la curiosidad.
-Santi ¿no crees que aún estamos algo chicos?, tenemos entre 16 y 17 años, aún somos menores de edad- dijo Dany algo harto de las ocurrencias de Santi.