Abrió un portal, pero este le condujo hacia otra parte.
—¡Demonios, nos falta cinco kilómetros!
Lucia vio la altura y eso la hizo entrar en pánico.
—¡Bájame!
—No puedo, tengo que llevarte con Percephone.
—¡Ya! —lo golpeaba.
Pero él seguía resistiendo. Tomó vuelo con más velocidad.
«No se qué tengo, pero siento que quiero comer más de su piel...», pensó Lucia.
Sus ojos están teñidos de negro y sus dientes tomaron la forma de colmillos.
«Su carne... Será mía...»
Ya se acercaban a la mansión cuando de repente ella lo beso.
Eso lo detuvo.
Se separó de ella y la miro .
—Lucia... No es momento de...
Pero ella lo volvió a hacer. Le agarro de su cabello y no lo soltó.
Jacob bajo lentamente al suelo, solo les faltaba pasar el mural que separaba la mansión de la calle. Pero Lucia no paraba de seducirlo. Por una parte le gustaba pero por otro sabía que no debería estar haciéndolo.
—Lucia... —se separo lentamente, la sostuvo del mentón y la miro exhausto —Cómo me vuelves loco...
—Y podría enloquecerte si nos vamos de aquí... —sus manos acariciaron su abdomen.
—Cómo me encantaría —dijo al apoyarse sobre ella, acercó su boca con la suya —Pero no puedo.
Le sonrío a un costado mientras mostraba su dientes de forma seductora.
—Pero este hombre espera a la mujer que se esconde detrás de esos ojos negros...
Lucia le sonrío con los dientes sobresalidos. De forma retorcida.
—Jacob, llévame lejos de aquí. Vamos...
—No.
—Vamos....
—No quiero Lucia.
Ella se lanzó en sus brazos y lo abrazo con sus piernas.
—Jacob... —susurro —Me deseas...
—Lo sé...
—Yo estoy dispuesta a estar contigo, solo hay que irnos y todo se cumplirá como tú querías.
—Podría ser...
—¿Entonces...?
Jacob se acomodo el cabello atrás, mostrando su rostro por completo.
—Está bien, pero lo haré después del exorcismo.
—¡No!
De un solo salto pudo pasar el mural.
Corrió hasta que llegó a la puerta.
—¡Déjame ir!
Seguía arañándolo.
—¡Lucia! —dijo Jake al ser el primero que abrió la puerta.
Ella corrió en sus brazos, y lo olía sin que se diera cuenta.
—Jake...
—¿Qué?
—Si yo fuera tú la sacaría de tu cuello.
—¿A que te refieres...? —percibió un cosquilleo, Lucia lo estaba besando.
—Te morderá.
Y lo hizo.
—¡Lucia!... ¿Qué haces?
Jacob lo aportó de un solo movimiento.
—Tiene demonios poseyendo su cuerpo, solo tenemos minutos antes de que después sea irreversible.
—Jacob, llevártela al sótano —ordenó Percephone.
Ella bajo junto a otra mujeres con vestimentas negras.
Lucia fue forzada mientras de lejos Satana los veía.
—Vamos a disfrutar un poco de la función... —dijo Satana y con un movimiento de sus dedos. Las luces se apagaron.
—¡Lucia! —grito Jake.
—¿Ahora que pasó? —dijo Jacob.
—Se me soltó, apenas pude agarrarla.
Se escucho arañazos por todas partes. Hasta que uno sola persona desapareció entre ellos.
—¿Jacob?
Pero ya no estaba a su lado. Se encontraba siendo arrastrado por Lucia que lo llevo en una de las tantas habitaciones.
Cuando llegaron, la puerta se cerró. Marco con su propia sangre para que ninguno avanzará. Un símbolo de letras que sólo lo demonios comprendían. Un lenguaje antiguo.
—Jacob...
Él se tocó la nuca, este le sangraba.
—Auch...
—Al fin estaremos juntos...
Empezó a caminar a gatas en dirección hacia Jacob, mientras que él retrocedía como podía.
Sus ojos llegaron a localizarla.
—Lucia, por favor debes luchar contra esos demonios. Si logras reconocer a Jake....
Desapareció de su vista.
Él ya sabía lo que se venía. Estaba en el techo.
La esquivo antes de que cayera por arriba. Mostró el collar que le había regalado Jake.
—¿Te acuerdas?... Jake es el indicado, él te ama y te ha sabido respetar como se debe.
Lucia camino de apoco, movió la cabeza a un lado. Tocó el corazón.
—Jake...
—Así es, solo vuelve Lucia, él te espera abajo.
Ella estuvo a punto de agarrarlo hasta que algo intervino en sus pensamientos.
«Pero el estuvo con Satana... Él me mintió... Jacob no mintió cuando me dijo que me amaba»
—Pero yo te quiero a ti...
—¿Qué?
Lucia tiro el collar al suelo y tomó a Jacob del rostro.
—Tú me diste algo más valioso... La verdad...
—Yo... —cerró los ojos —Sí te dije la verdad, pero no es lo que trato de decir, tienes que estar con Jake. No conmigo, te amo... Pero tienes que estar con alguien que nunca te va lastimar... Que te cuide a pesar de que sea distinto. Lo sé por que él es mejor que yo...
Los ojos de Lucia volvieron a ser marrones. Sin percatarse de que Jacob seguía teniendolos cerrados.
—Te amo de verdad... Y mi alma sabe con certeza que Jake es el hombre indicando para ti. No sabes de lo que te pierdes si decides dejarlo. Yo por un lado, no se como amar, jamás lo sentí... Y aunque intentara por todos lo medios siempre llegó a estar solo al final... Desde niño y ahora. Busco la mujer que me acompañe... Que me ame... —«como tú amas a Jake ciegamente...» —Es por eso que... Te tengo que dejar ir...
Desde los ojos de Lucia caían varias lágrimas. Fue como si ella hubiera visto en los ojos de Jacob una profunda soledad.
Y como si ella hubiera tenido un súbito sueño, vio su pasado de cuando era solo un niño.
—¡Ven demonio! —interrumpió Percephone.
Aquellas mujeres que la acompañaban la tomaron por sorpresa. Se la llevaron hasta que la pusieron en un círculo.
—Con nuestras palabras, nos dirás quién eres. Dinos ahora o volverán por el lugar de donde provienen...