18

Mientras Chris y yo seguíamos caminando por el bosque pude ver a lo lejos el esponjoso y negro vestido de Charlotte, quien tenía a 2 hombres caminando detrás de ella. Sin pensarlo por mucho tiempo corrí hasta llegar a ella y pude escuchar como Chris corría detrás de mí.

— ¿Y tú que haces aquí? —Preguntó Charlotte molesta al verme.

—Volví para que deshagas el hechizo que nos has hecho a Brook y a mí.

—¿No te bastó con lo que te pasó la última vez?

—Sólo elimina el hechizo y me iré.

—Muy tarde. Cuando un humano entra a Dines, no sale de Dines, ¿no es así,Chris?

Chris no respondió, simplemente bajó la mirada y eso me hizo entender que lo que decía Charlotte era cierto.

—La última vez tuviste suerte de que tu querido Brook te rescatara, pero esta vez no lo creo. —Dijo mientras sacaba su espada.

—Brook siempre estará cuando yo....—Un dolor intensamente fuerte me impidió seguir hablando. Charlotte había encajado su espada en mi pierna derecha. Era un corte realmente profundo, podía verlo.

Grité con todas mis fuerzas y vi como Charlotte se alejaba. Una vez que ella ya estaba lejos, Chris se acercó a mi e intentó ayudarme.

—¡Por Dios, Cassia! ¿estás bien? Tu pierna se ve realmente mal.

—Brook vendrá... —dije presionando mi mano contra la herida.

— ¿Cómo lo sabes?

—El hechizo... El hechizo que Charlotte nos hizo...—Fue lo último que logré decir antes de desmayarme por el dolor que sentía.

Desperté en un lugar totalmente desconocido, al parecer era una casa. Al abrir mis ojos vi a Chris hablando por teléfono con una persona. Esperen, ¿ese era mi teléfono?

Brook.

Me encontraba en casa leyendo cuando escuche mi celular sonar. Era una llamada de Cassia, decidí no contestar. Me dolía el hecho de que haya preferido quedarse con aquel desconocido. Parecía no importarle el que yo quisiera protegerla.

El teléfono volvió a sonar y yo volví a ignorar la llamada. A la tercera vez que sonó, fue cuando comprendí que tal vez podía tratarse de una emergencia.

—¿Sigues con el idiota ese?—Pregunté al aceptar la llamada.

—¡Oye! El idiota ese soy yo.—Respondió una voz de un chico al teléfono.

—¿Quién eres y qué haces con el teléfono de Cassia?