—Bueno yo... creo que estoy estorbando aquí, así que mejor me voy.—Habló Chris mientras se daba la vuelta y salía. —Un segundo... ¡Ésta es mi casa!—Dijo regresandose.
—Entonces nos vamos nosotros.—Dijo Brook
—Adiós, Chris y gracias por ayudarme.—Le sonreí y lo abracé.
Brook y yo salimos de la casa de Chris. No sé cuanto tiempo habíamos pasado ahí, pero al salir me percate de que ya había oscurecido.
Las estrellas se podían ver perfectamente desde Dines. Me quede observando el cielo oscuro y lleno de estrellas sobre nosotros. Era hermoso.
—¿Qué haces? —Preguntó Brook.
—El cielo se ve hermoso desde aquí. Las estrellas se ven tan perfectas. No es muy común ver esto cuando salgo de mi casa. Por lo general el cielo está lleno de contaminación, pero esto.... Es hermoso.
Brook me tomó de la cintura y me hizo voltear a verlo a él. Su cabello bajo la luz de la luna se veía realmente bien. Brook se acercó a mí y me besó, era un beso lento y tierno hasta que un ruido de un jarrón rompiéndose nos hizo separarnos ya que al parecer provenía de la casa de Chris.
—Es Chris, ¿y si le pasó algo? —Pregunté preocupada.
—Dejalo, esta bien.—Respondió Brook totalmente tranquilo.
—¿Cómo lo sabes?
—Sólo lo sé.
Por alguna extraña razón, sentía por primera vez en mucho tiempo que Brook no estaba siendo del todo sincero conmigo. ¿Qué estaba ocultandome?
Después de eso, volvimos a casa y dormimos.
Eran aproximadamente las 4 de la madrugada cuando el teléfono de Brook comenzó a sonar. El ruido tan molesto causó que me despertara, y pide escuchar lo que decía Brook.
—¿Qué? ¿Tiene que ser ahora? Son las 4 de la madrugada, ¿no puede esperar al amanecer? —Escuché decir a Brook al teléfono. — ¡¿En serio?!
Escuché pasos acercarse hasta donde yo dormía y entonces supe que era Brook. Yo pretendía seguir dormida para que no se diera cuenta de que escuchaba lo que decía.
—Cassia está dormida..... No voy a despertarla. Pff está bien, vamos para allá.
Volví a escuchar esos pasos aproximarse. Brook venía hacia mí.
—Cassia, despierta.—Dijo moviéndome.
—¿Qué pasa?—Dije fingiendo un tono adormilado.
—Leah acaba de llamarme. Quiere que vayamos al consejo, parece que por fin me dirán la razón por la que me quitaron las alas.
No sabía como reaccionar. ¿Y si todo era una trampa? ¿Por qué justo ahora? ¿Debería ir?
Opté por levantarme de la cama y arreglar un poco mi apariencia. Finalmente Brook y yo salímos de la casa. Como era de suponerse, las calles de Dines estaban totalmente solitarias, tanto que incluso me sentía en un apocalipsis.
Llegamos al consejo y nos llevamos una gran sorpresa al ver Leah no estaba sola. Con ella estaba Charlotte.
—¿Por qué no me dijiste que ella estaba aquí? —Preguntó Brook a Leah mientras apuntaba a Charlotte.
Leah no respondió y solamente bajo la mirada.