Angeles y demonios

I. Parte: “Dennian y Jessica”

En los extremos más crueles y despiadados del mundo, hay una humilde y pobre cabaña donde el humo proveniente de la chimenea, la madera seca, oscura y rustica, contrasta con el blanco de la nieve. Las majestuosas montañas blancuzcas y el cielo profundo complementan el horizonte y los arboles con su verdor resaltan en el ambiente frío, dentro de la cabaña se encuentra un joven, afilando su hacha rudamente frente a una fogata, en el interior de la casa una soledad parece dominar el lugar, sus escuras esquinas y las paredes de madera hay moho que se extiende por toda la casa, en una de ellas se encuentra una imagen de  una pareja y un niño, el hombre de cabello negro y ojos verdes con su piel blanca, tenía en su espalda una espada enfundada, la mujer de cabello rojo y ojos color celestes, cargando a su hijo mientras él jugaba con un arco de casería .

En  el marco de la imagen se na tallado una escritura que decía:

 

“Siempre estemos contigo mi valiente Víctor atentamente Papa y Mama”

 

Cuando termino de afilar el hacha se levantó y se dirigió al bosque, al poco rato vuelve con el hacha en la mano izquierda y en la derecha  sujeta fuertemente una soga que se encuentra amarada a un gran tronco de pino seco, que a su paso deja un huela en la blanca nieve.

Se escucha un eco a través delas montañas es un golpe, contundente es el hacha precisa y letal  que corta con facilidad el gran pino que en poco tiempo o convierte en leña para el fuego, en el mango del hacha se encuentra otra frase tañada:

 

”Empuña esta hacha con honor y valentía, porque este será mi legado con cariño tu padre Dennian”

 

El joven comenzaba a apilar la leña al alrededor de un altar, en ese altar se encontraba dos ataúdes, en uno de los ataúdes se encontraba una espada en ella se encontraba tallada un nombre “Dennian” y en el otro se encontraba un arco junto con otro nombre “Yesica”.

En el tétrico frio del invierno lo contrarresta un suave calor de una fogata, la misma fogata donde se consumían los cuerpos de los padres de Víctor, el joven moribundo observando el suelo con la mirada perdida mientras sus lágrimas caían en la nieve, permanecía arrodillado con la cabeza inclinada mientras la escarcha nieve caía sobre su blanco cabello y a la vez este cubría parcialmente sus plateados ojos que resaltan en su piel blanca y pecosa , aun arrodillado intentando no llorar exclamo tartamudeando:

 

“Padre…  …madre…  …por favor no me abandonen”

 

Víctor se quedó ahí hasta que el fuego se extinguió cuando pudo levantarse se movía y tambaleaba con si en su cuerpo no hubiese alma alguna, una vez dentro de la casa acostado en el piso mirando al techo mientras se perdía en sus pensamientos sus ojos se cerraban lentamente hasta sumergirse en un profundo sueño, mientras dormía escucho la voz de una niña que susurraba:

 

“Despierta…”

 

Víctor, se levantó asustado, salió de la casa el ya casi se escondía y el hacha se encontraba clavada de lo que quedaba del tronco, Víctor arranco el hacha con ira y dirigiéndose al bosque se movía entre los arboles como si fuera una fiera cazando a su presa, una vez en el centro del bosque la niebla comenzaba ya a cubrir los alrededores y los arboles crujían tenebrosamente, cuando vio que entre la niebla se movía una sombra pasando de un lado al otro, Víctor al notar esto dice:

 

“¡Sal!”

 

En el fondo se escuchaban unos pasos acercándose lentamente, mientras los hacia se escuchaban los rugidos de una fiera, entre las sobras se apareció una niña, cabello negro y ojos rojos, ella con su aspecto macabro sonrió y dijo con seriedad:

 

“Vaya…vaya si es el hijo de Dennian”

Víctor pregunto con seriedad:

“¿Quién eres?”

La niña se echó a reír, su risa era tenebrosa si un demonio se tratase y ella con sarcasmo asesino respondió:

“¡No importa que sepas mi nombre, de todos modos morirás como tus padres!  ”

 

Víctor, enojado lanzó su hacha con tanta ira que divida los árboles que se encontraba en su camino, la niña paro el hacha con la mano agarrando el filo de frente, cuando la detuvo, una ola de viento proveniente del hacha movía su cabello , ella sonriendo rompió el hacha cerrando la mano como si fuera de porcelana, ella sonriendo agrego:



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En el texto hay: demonios y angeles

Editado: 22.08.2018

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