Venus había escuchado la conversación de Doll y Elizabeth el sábado por la noche, había dicho sobre matar a su padre. Sonaba bien ¿que pasaba si su padre decidía llevársela del pueblo en contra de su voluntad?
Si aquel sujeto molestaba a Doll, se desharía de él. Además, no podía permitir que Doll se expusiera tanto pues podrían atraparla.
Ya le había dado una víctima, Venus se encargó de atraer a Lily el sábado hasta la estación de tren abandonada con la excusa de que Julieta había organizado un campamento secreto.
En verdad se sorprendió que apareciera, fue un pequeño regalo para Doll pues le parecía injusto que ella solo tuviera que observar mientras Elizabeth asesinaba. Pensaba que era como un alcoholico en recuperación viendo cómo sus amigos toman mientras el no puede.
Lunes en la madrugada, Kaleb estaba cabeceando debajo de la ventana rota de la cabaña, no había dormido en toda la noche solo para vigilarla. Si que era perseverante.
Pero su sueño lo venció y se quedó dormido. Venus sonrió al ver al pequeño dormido como un ángel.
Ya tenía un plan, lo había estado pensando y preparando desde que supo que se desharía de Ethan Campbell. Con sigilo y con cuidado de no despertar al pequeño ángel, se fue de la cabaña a a ejecutar su plan.
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No recordaba haberlo hecho pero todo estaba escrito en aquellas hojas blancas manchadas de sangre y manchas extrañas.
Emily estaba temblando viendo el cadaver frente a ella. ¿Que había hecho? ¿Hasta donde iba a llegar?
Era lunes en la mañana, muy temprano, lo sabía por que estaba escrito en las hojas que tenía en mano. El día anterior habían hecho una pequeña alianza con Chelsea, una compañera de clases que adoraba los misterios, pues se encontraron cuando fueron al pueblo de tarde para conseguir provisiones. Ella estaba emocionada con los asesinatos y quería resolverlos así que estaba organizando un pequeño equipo para poder resolver los casos.
Creyó que Emily sería perfecta para ese trabajo así que la invito a ser la segunda miembro del equipo (el primer miembro era la propia Chelsea). El padre de Chelsea era policía y debía tener acceso a archivos o a evidencias así que sería buena idea estar cerca de ella.
Diciéndole que era una excelente idea, Emily pidió que Kaleb también entrará en el equipo de investigación a lo cual Chelsea aceptó encantada.
Siguió leyendo la nota, decía que se había colado en casa de Doll para robarle un libro llamado: "Asesinato en Suicidio", el por que no estaba escrito.
Toda esa nota por el momento estaba escrita con una letra legible e incluso elegante que seguía narrando lo que pasó.
Había robado del casillero de Elizabeth en la escuela una chamarra que tenía sus iniciales para poder incriminarla en caso de que alguien la viera, como ella era mucho más alta tuvo también que conseguir zapatos de plataforma, no fue difícil, las cosas de Victoria aún permanecían en la casa y ella era fanática de ese tipo de calzado.
El crimen había sucedido en el bosque del parque, la victima: Ethan Campbell, el padre de Doll. La carta decía que había atraído al hombre haciéndose pasar por Doll, quien quería reconciliarse con el.
No sabía lo que había pasado, la nota no decía como había matado al hombre pero había sido brutal e incluso a ella le dolía la mejilla izquierda y tenía rasguños en los brazos lo que indicaba que el hombre había luchado.
Miró al hombre delante de ella. La parte trasera de su cabeza tenía un fuerte golpe y sangre saliendo de la horrible herida. Su estómago y pecho estaban destruidos dejando ver lo que guardaban en su interior de una forma grotesca creando un charco de sangre debajo del hombre.
Emily podía ver las viseras de hombre salir de su estómago, algunas caían cerca del pasto como si hubiera explotado su estómago y hubieran salido disparadas. Su pecho era un pozo lleno de sangre del cual asomaban las costillas de entre la carne rojiza y otras cosas que no supo identificar.
Vomito en el pasto.
Era desagradable, su nariz estaba inundaba con el olor a hierro de la sangre. Era asqueroso, y lo había hecho ella sin darse cuenta.
Ella misma no tenía ningún rastro de sangre pero a su lado se encontraba una pequeña maleta de la cual se podia notar ropa con sangre, debió cambiarse.
Debía irse cuanto antes.
Tenía puesta una chamarra que dedujo era la de Elizabeth pues tenía las iniciales de su nombre falso: E.A. Sin saber el por que, olió la prenda. Era extraño, olía a Elizabeth: su enemiga. Pero al olerlo, su corazón pudo tranquilizarse un poco y sus manos dejaron de temblar.
Debía estar muy cansada.
Cuando tomó la maleta para irse se dio cuenta que no era suya, pero sabía quien era el dueño. Esa mochila pertenecía a Jonathan. Al buscar en profundidad en su interior encontró una cámara instantánea y dos fotos tomadas con ella, en una se veían dos cuerpos borrosos y en la otra estaba el cadaver del hombre que acaba de matar.
Vagamente recordó la noche de la muerte de Julieta, recordó el flash de la cámara y el frío que sintió cuando tomó la foto.
Tomó la mochila y con piernas temblorosas empezó a alejarse, no se atrevió a ver el cuerpo otra vez. No podía ver en lo que se había convertido, ¿como pudo haber hecho eso?
Nunca fue normal, no sabía que era normal en un humano pero había aprendido que había un límite, y ella lo había cruzado. Había pasado una línea invisible, tal vez ya ni siquiera era humana. O tal vez nunca lo fue.
Camino con pasos lentos por el bosque. Doll creía que tenía todo bajo control, siempre había sido así; ella tenía que tener el control de todo lo que hacía. Tanto en trabajos de equipo en la escuela como en un simple juego de mesa.
Doll debía mandar y siempre veía el siguiente paso de su contrincante. Debía mandar y dirigir a los otros.