Toda la semana había estado pensando quien estaba del otro lado de la pantalla, y las probabilidades de que Rex Árbol no estuviese tan lejos como pensaba.
— ¡Ris! ¡Ohg! —Hazel se puso de pie tomando su mochila.
— ¡Hazel! Lo siento… —dije al ver su cara de seriedad.
— No me prestas atención pienso que la pared presta más atención que tu —dijo ella mirando a un lado.
Miré a mi alrededor y a lo lejos vi al grupo de chicos partes del equipo. Y mis ojos llegaron a Gared el me miro y a los segundos aparto la mirada.
— ¡Otra vez lo estás haciendo! —exclamo ella enojada.
Gared no me había mirado de la misma forma que siempre. ¿Y si el era? ¿Y no sabía que era yo?
Tome del brazo de Hazel y la arrastre hacia el pasillo donde había menos personas.
— ¿Te acuerdas del chico que conocí? —el ceño de Hazel se relajó— tengo la sospecha que el podría ser alguien de este sitio.
— ¿Qué? —exclamo ella llevándose una mano a su boca— ¿Cómo lo sabes?
Hazel era mi amiga desde el jardín de infantes y habíamos compartido gran parte de nuestras vidas. Esto era algo que debía contárselo.
Hice silencio por un momento recordando nuestra conversación con Rex.
— ¡OYE! ¡Deja de sonreír como boba! —ella me dio un pequeño golpe en la cabeza— ¡ESPERA!
Ella volvió a mirarme con los ojos bien abiertos.
— ¡RIS! ¿Te enamoraste de un extraño? —dijo ella con una sonrisa.
— No es un extraño… bueno nos conocemos y —Hazel pego un pequeño grito.
Las dos volvimos a mirarnos.
— ¡Pero ni siquiera sabes su nombre! —volví a sonreír.
— Tengo la sospecha de quien podría ser… —y antes que pudiese terminar aparecieron las personas que no quería que aparecieran.
— Bebe ¿Hoy vendrás con nosotros? —pregunto Dustin abrazando a Hazel.
Se veían demasiado bien juntos y para ser sincera, desde hacia tiempo ambos se gustaban.
Dustin no venía solo sino con sus dos mejores amigos, el idiota con el que compartía sangre y Gared, él y mi hermano eran de la misma altura. El mismo color de pelo y los ojos de Gared eran avellana y los de Tanner eran como los míos grises un gris mezclado con verde.
Pero Gared, su cabello y mejillas, sus labios. De solo pensar que el podía ser él con quien hablaba todos los días y horas.
No me percate del tiempo que llevaba observando a Gared.
— ¡Ris! —exclamo Hazel a mi lado.
Me sonroje al darme cuenta que los otros tres presentes se habían dado cuenta que yo me había quedado mirando a Gared.
— Es peor que Tanner cuando se cuelga con el teléfono —comento Dustin entre risas— ¿Es algo de familia o qué?
Tanner lo miro entrecerrando sus ojos, mientras los demás reían. Todas las chicas que pasaban miraban a Hazel y a mí por estar hablando con ellos.
Claro porque pensaban que esos chicos eran lo más.
¿Por qué Gared actuaba tan distante? Quizás se había enamorado y tampoco sabía que era yo.
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Me di la vuelta para alejarme de allí, el horario de clases había terminado y podíamos regresar a casa. Hazel se había quedado todo el día en casa.
— Pienso que podría ser Gared —dije mientras caminaba de un lado a otro.
— ¿Por qué lo dices? —pregunto ella recostada boca arriba en mi cama— es tímido a pesar de ser parte del equipo.
— Solo sé que Rex tiene diecisiete y es jugador —repase moviendo mis manos— pero… escuche una misma frase
Antes que terminara una bocina sonó afuera de la casa, las dos nos miramos y bajamos las escaleras. Dustin estaba afuera y Hazel al verlo corrió hacia el con los brazos abiertos.
— ¿Qué? ¿Tu también vienes? —pregunto Tanner al verme salir con el.
— Si… —conteste dudosa el sonrió.
— Suficiente es con la loca de tu amiga —dijo señalando a Hazel que abrazaba y besaba las mejillas de Dustin.
Mire hacia el auto que era un modelo antiguo, nos subimos al auto y un chico que no había visto nunca iba conduciendo.
El chico tenia algo de sobrepeso y el asiento quedaba chiquito con su cuerpo.
Mi hermano se subió adelante y nosotras con Dustin atrás.
— Gared nos espera en su mansión a fuera de la ciudad —dijo Dustin— sus padres pasan dos días en una casa y los demás días en la casa a las afuera.
Mi mirada iba hacia el cielo lleno de estrellas y en las colinas.
— Iremos por un camino que conozco mas corto —comento Chuck el conductor y dueño del auto.
— Oye amigo espero que no nos lleves a ningún sitio extraño —dijo Tanner en tono de broma.
Mire a Hazel que iba de la mano con Dustin y sonreía como si estuviera en un sueño.
De repente el camino parecía de tierra y poco a poco se iba alejando de lo que era carretera. El auto se movía exageradamente por la cantidad de baches que había.
— ¿Estas seguro que este era el camino mas corto? —preguntó Hazel ahora con menos diversión.
Mis manos sudaban al menos no íbamos solas.
— Creo que si… —contesto Chuck.
— ¿Crees? —dijo con seriedad Tanner.
— ¡Oh no! ¡No me falles ahora nena! —exclamo Chuck de repente el auto comenzó a hacer un sonido extraño.
Y de repente se detuvo, Chuck suspiro para luego abrir el capó del auto. Mire a Tanner que nos dio una mirada para luego bajar del auto.
— Oh no… ¿y ahora que haremos? —dijo Hazel mirando a Dustin que se bajo también del auto.
Me baje para ver también lo que había sucedido.
— ¡Ris no me dejes! —exclamo ella bajando conmigo.
Mire a Chuck y luego el humo que salía del motor del auto.
— Debemos caminar —dijo mi hermano mirándonos.
— ¡Oye Chuck! Devuélvenos nuestro dinero —dijo Dustin.
Pero Chuck se veía mas frustrado por su auto. Hasta que escuchamos un sonido proveniente de unos arbustos.
— ¡Ah! —exclamo Hazel escondiéndose detrás de Dustin.
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Editado: 16.08.2022