Anonim

Cap 20- "Poco interés"

Tanner no había dicho ni una sola palabra en todo el desayuno.

— ¡Hijos al fin los veo! Lamento mi ausencia en estos días tuve que cubrir muchas guardias —dijo mama sirviéndose jugo— su hermana se fue unos días con su padre y este fin de semana es el cumpleaños de su abuelo en el campo… así que nada de reuniones o fiestas.

Ninguno dijo nada y seguimos comiendo nuestro desayuno.

— Por cierto averiguare para que pueda regalarte un auto —dijo mamá acercándose a Tanner y depositando un beso en su cabeza— ¡Adios mis niños!

Los dos salimos de la casa rumbo a la escuela Tanner no había dicho nada solo iba sumido en sus pensamientos.

Pasaron las primeras horas hasta que fue la hora del almuerzo Hazel y yo nos acercamos a la mesa donde estaban los chicos.

— ¡Olvide el jugo! —exclame al ver mi bandeja me volví a la fila de la máquina de refrescos.

Hasta que alguien se paró a mi lado mire y trague saliva.

— Te dije que íbamos a volver a vernos —dijo Paul con una sonrisa maliciosa— Necesito que hablemos…

El me tomo del brazo y apretó con fuerza, fruncí mi ceño al ver que tenía la bandeja en mis manos.

— Suéltame que me estas lastimando… ¡Suéltame! —exclame.

Tanner apareció y lo empujo.

— ¿No entiendes? ¡Maldito enfermo! —mi hermano volvió a empujarlo.

— Tu no te metas en mis asuntos con tu hermana… ella será mía —volvió a decir Paul.

Tanner lo tomo del cuello y con su otra mano estrello su puño contra el rostro de Paul.

Paul también sabia defenderse y también lo golpeo.

— ¡Tanner! —exclame al ver que lo había golpeado.

Mire hacia donde estaban Gared y Dustin que corrieron hacia ellos.

— ¡No vuelvas a molestar a mi hermana! —Tanner estaba sobre Paul y lo golpeaba— ¡Ella nunca será tuya! ¡Te matare si vuelves a ponerle una mano encima! ¡¿Oíste?!

Gared agarro a mi hermano apartándolo, una profesora apareció y vio que Paul estaba en el suelo. Se puso de pie y me miro a mi, y con todo su rostro lastimado avanzo hacia mi.

Tanner se libró del agarre de Gared y lo detuvo el puño de Paul choco con mi rostro.

— ¡¿Qué es lo que está pasando aquí?! —exclamo un hombre que era el director.

Lleve mi mano a mi mejilla donde me había golpeado, Tanner no le importó y se volvió a mi.

— ¿Dónde te golpeo? —el me miro y yo tome su rostro al ver que su labio estaba partido y también tenia el pómulo rojizo.

— Tanner mírate —dije al ver que estaba golpeado.

Los tres terminamos en la oficina del director.

— Mmm considerando que todos pertenecen al equipo no puedo suspenderlos —dijo el director un tipo con una gran barriga y de baja estatura— hermanos Harrison y señor Stone tendré que sancionarlos tendrán que venir a cumplir horas en detención de lo que queda de esta semana.

— ¿Qué? —dije al recordar mi mala experiencia.

— ¡Este imbécil tiene la culpa! —exclamo Tanner.

— Dame un motivo para entender porque lo agarraste a golpes —volvió a decir el señor Barcholl.

— ¡El estuvo acosando a mi hermana! —dijo con enojo mirando a Paul que estaba en modo victima cubriendo sus heridas.

El director me miro a mi y luego a Paul.

— Eso no es excusa para agredir al señor Stone —dijo el tipo minimizando el hecho.

Mi hermano se puso de pie y yo lo tome del brazo.

— No Tanner no vale la pena… —dije al ver el rostro lleno de furia.

Los tres salimos de la oficina del director y afuera nos esperaba nuestra madre que nos miraba seriamente.

Mire a Paul que su padre lo había ido a buscar y observaba sus heridas.

— Ese imbécil no se va a salvar… —murmuro mi hermano.

Me pare en frente de el impidiendo que siguiera su paso directo a Paul.

— No puedo creerlo ¡Es la primera vez que me llaman porque uno de mis hijos hace algo malo! —decía mi madre mientras manejaba a casa— Tengo que volver al trabajo.

Y así era como mama poco y nada nos mostraba su interés por saber lo que de verdad había ocurrido.

Tanner se apoyó sobre el lavabo y yo tome las gasas del baño.

— Mamá minimiza todo —dijo el que estaba de brazos cruzados.

— Es algo de lo que ya me acostumbré por eso me acostumbro a estar sola —apoye la gasa sobre su pómulo.

— ¡Auch! —el se quejo y luego me miro— no estas sola.

Tome la otra gasita con desinfectante y la pase por su labio, el apoyo sus manos sobre mi cintura haciendo presión.

— Ahora me tienes a mi Ris —los dos nos miramos a los ojos.

No había centímetro que nos separara nuestras respiraciones se mezclaban de lo cerca que estábamos el uno del otro.

¿Qué era lo que estaba pasando? ¿Cómo habíamos llegado a eso?

Al darme cuenta me hice hacia atrás separándome de el y saliendo del baño. Una mezcla de emociones y sensaciones sentía esparcirse por todo mi cuerpo.

Tome aire y luego exhale, entrando a mi habitación.




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