(Siguiente día)
— ¡Leyla!
¿Qué hora son?
— ¡Leyla!
No deja de fastidiar. ¿Qué le pasa?
— ¡Leyla! — sigue tocando la puerta con gran fuerza , está a punto de romperla , si no fuera por el gran grosor .
Aún sigo cansada. La noche anterior fue exhausta. Andar con tacos no es algo que haga normalmente , y usar faja tampoco . Aún siento mis pies adormecidos y mi vientre apretado .
— ¡Leyla!.
Escucho como la puerta intenta ser abierta , pero es imposible , siempre le pongo seguro , por casos como estos , cuando intenten interrumpir mi siesta , así que ....
— ¡Vístete! — ordenó , cuando sacó la cobija de mi cuerpo . Estoy pasmada , no logré escuchar sus pasos , tampoco la puerta abrirse , así que ..¿Cómo lo hizo? — ¡No tenemos tiempo!.
Además de malograr mi sueño , me da órdenes.
Hoy es domingo , deberíamos dormir hasta tarde.
— No — respondo con firmeza y me pongo a abrazar mi almohada — Aún tengo sueño.
Cerré mis párpados , tratando de conseguir sueño de nuevo , pero sería un milagro si lo obtuviera al escuchar como fisgonea en mi ropero.
Me senté y contemplé su desesperación por tratar de conseguir no sé qué.
Mis chaquetas , pantalones , vestidos , blusas , faldas y tops están regados al pie de mi cama .
—¿Por qué estás tan desesperada ?,¿Se te malogró la secadora? — hablé con tono irónico , bajando de mi cama , poniéndome mis pantuflas blancas las cuales hacen juego con mi pijama — O la crema antiarrugas dejará de producirse.
— Ja , que chistosa saliste — se cruzó de brazos , y de nuevo puso su mirada de típica madre gruñona — Pero no . Afuera te espera un chico y debes vestirte bien para salir con él , ni muriendo vas a salir con pijama a la calle .
¿De quién habla?. Los únicos que conocen mi casa y son capaces de visitarme es Solsiret y Rosario .
Y pues ellas son mujeres.
A menos que sea él.
Sin arreglar mi cabello y shorts salí de mi habitación .
Los hombres formidos los cuales estaban a los costados de mi puerta , me siguieron el paso .
Recorrí el pasillo de alfombra suave y pomposa , bajé las escaleras con prisa , y al llegar a la puerta me detuve .
Lo extraño , pero es malo que esté aquí .
La última vez le dí un bofetada con toda la ira que albergo hacia Úrsula , nunca a él.
Ni siquiera pedí disculpas , mucho menos me preocupé en ver su rostro .
Tengo tantas ganas de hablar con él , sin embargo lo único que puedo hacer en este caso es echarlo. Votarlo de mi vida cómo aquel día , ya lo hice una vez, puedo hacerlo otra vez . Nada ha cambiado .
— ¡Lárgate! — grité , agachando la mirada — ¡Lárgate de una vez!
— A penas acabo de llegar — alcé la mirada y mis labios se quedaron estáticos al verlo — Se nota que las mañanas te tratan mal , cualquiera diría que tienes resaca.
La situación es invertida , luce más arreglado que yo . Lleva unos pantalones color vino , y una chaqueta negra del mismo color que sus zapatillas , y su infaltables aretes largos con su peinado de chico rockero .
¿Cómo puede lucir tan bien en una mañana ?
— Hoy tenemos una cita — sonríe y empuja mi cuerpo , adentrándose a la casa . Observa con cautela y al ver el sillón para invitados se acercó y se sentó en el con confianza — Te espero.
— Buenas días , disculpa las fachas pero me sorprendiste — comentó desde el segundo piso , no gritó ,ni alzó mucho la voz pero se la escucho claramente — Hubiera tenido tiempo para arreglarme .
— No se preocupe , igual luce hermosa — adula al diablo con una sonrisa picarona — He escuchado rumores de que las mujeres Lindley son hermosas pero las palabras no son suficientes para retribuir .
Asi que esa boca no solo sirve para fanfarronear .
Cuántas mujeres habrán caído con esas falsas adulaciones .
— Sabes apreciar la belleza femenina . ¿Deseas algo de beber ? — pregunta bajando algunos escalones — Las criadas pueden preparar lo que quieras .
— Quizás están cansadas , aún es temprano .
— Que considerado eres con la muchedumbre ,pero su trabajo es servirme las 24 horas , su vida me pertenece, así que solo pide lo que desees .
— No se me antoja nada , de igual manera gracias .
— ¡Lucía! — grita mi madre al pie de la escalera — ¡Lucía! ,¡Criada! .
Mi madre se está enojando .
Aún no aparece y ella ya está arqueando sus cejas marrones delgadas , con manos a la cadera .
¿Dónde está?.
No soy amistosa con ella , pero si sé lo que le espera si no aparece rápido .
Ahora que lo recuerdo ella es muy tímida , por eso mismo , mi madre es demasiado posesiva con ella .
Pero por ahora no me interesa los sentimientos de ella , estoy tensa por otras personas .
— Señora Lindley , no es necesario llamar a la sirvi—
— Estoy aquí , señora .
Lucia apareció despeinada , vestida con su uniforme sin planchar , ni siquiera tiene la cara lavada.
— Te he llamado hace media hora ,¿Por qué no aparecías? — rechista .
— Señora , hoy es domingo .
— Y ,¿Qué tiene que ver eso con tu insolencia?— sigue enojada .
—Los domingos no trabajo .
— Aunque sea navidad , tú sirves a esta familia. ¡¿Lo entiendes?! — no me gusta nada está situación. Úrsula está acostumbrada a que todo se haga como ella desee , sin embargo Lucía tiene razón , esta vez concuerdo con ella. — Todo lo que te pago debe bastar para que me atiendas toda tu vida ,¡¿Entiendes?!.
No debo meterme , si dejamos que grite , pronto se le pasará el enojo.
— Pero , seño—
—¡¿Entiendes?! — mangonea a la criada , con más enfado — Hoy tengo un invitado y vienes con tu descaro .Voy a tener en cuenta despedirte desde hoy , hay varias muchachas que desean estar en tus zapatos y tienes el atrevimiento de refutar .
— Lo lamento señora .
— León , mis más sinceras disculpas , estoy avergonzada por la insuficiencia de mis trabajadores . Tú comprendes, se les debe poder mano dura para que obedezcan.