Anotando en mi corazón.

Capítulo 4 (1/2)

La semana pasó rápidamente sin mayor novedad. Mis profesores ya sabían que me iba, así que accedieron a cerrar mi semestre con las notas que ya tenía, una gran ventaja considerando que mis notas eran excelentes; El equipo de fútbol no estuvo de acuerdo con mi partida, pero lo aceptaron y jugamos el resto de la semana hasta tarde para entrenar a la chica que entraría al equipo... Mi madre no estuvo feliz con mi suciedad. Chad y su grupo no me molestaron más, y el viernes sirvieron hamburguesa de queso con papitas duquesa, así que mi despedida fue la mejor del mundo.

Hoy es sábado, y me estoy bañando para juntarme con mi destino... O destinos. Mis amigas no dejaron de recordarme nuestra cita de hoy y me tenían vuelta loca, aun así las dejé, ya que sería una especie de reunión informal de despedida entre nosotras.

Faltaba una hora para juntarnos, me sequé rápido para así pedirle a mi hermano que me llevara al Mall, si no tendría que ir en bicicleta y la bicicleta más compras es una mala combinación. Me vestí con unas calzas negras deportivas más una polera blanca deportiva, ajusté los tirantes de la mochila en donde guardé varias bolsas para las compras, mi billetera y celular, y salí en búsqueda de que el idiota me lleve sin chistar.

Silenciosamente me acerqué a su puerta, y cuando estaba a punto de abrirla para saltar encima de su cama, mi madre apareció por el pasillo cuál hada.

- Hija, ¿Qué haces? Tu hermano aún duerme. De hecho, ¿Qué haces despierta tan temprano?
- Quería pedirle que me llevara al Mall para juntarme con Clara y Sam.

Me observó interrogante, como si dudara de mis palabras. No la culpo, si voy al Mall es solo para atacar el patio de comidas y es temprano aún para eso

- Yo puedo llevarte hija, no tengo problema, pero ¿Por qué se juntarán tan temprano?
- Quiero comprar ropa mamá, salir del mundo de la ropa deportiva dos tallas más grande. Allá podré empezar de nuevo.

Me miró, su rostro mostrando culpa y tristeza. Desde que ocurrió mi accidente mamá se ha culpado a si misma, incluso cuando le digo que ella no tiene nada de lo que sentirse mal.

- Me alegra que decidas comenzar otra vez mi amor, y te apoyaré al 100%. Vamos al auto, te llevaré antes de que ese par de locas decidan venir a buscarte.

Me reí de camino al auto. Cierto día habíamos decidido juntarnos una hora antes para ir al cine al estreno de la bella y la bestia, mi madre lo sabía así que me fue a despertar cuando se dio cuenta de que me quedé dormida. Cinco minutos después, mis amigas estaban paradas afuera de la puerta apurándome y haciendo que me sentara en un taxi, al lado de tres packs de palomitas de maíz más bebida más dulces y un bolso lleno de contrabando. (Alrededor de 9 sandwiches subways de 15 cm)

Al llegar al Mall, ambas estaban paradas en la entrada hablando con la señorita que llama los taxis, seguramente para irme a buscar. Al verme, ambas gritaron y me sacaron rápidamente, apenas pudiéndome despedir de mamá.

- Okey, este es el plan. Vamos a ir juntas a la gran tienda de ropa al final del Mall; Sam se encargará de buscar por pantalones, shorts, faldas y enteros que puedan quedarle bien; Yo, junto a Alex iremos al sector de las remeras, vestidos, chaquetas, y al final nos juntamos para ver los zapatos, botas, tacones y que se pruebe todo. ¿Okey?

Comencé a palidecer y rezar en silencio a que mi padre no me mate por el gran número que vera en la tarjeta de crédito a fin de mes. Clara vio la duda en mi cara, lo sé, porque tomó mi brazo y con Sam me arrastraron a la tienda.

Estuvimos 5 horas, las 5 horas más largas y atareadas de mi vida, y eso que practico defensa personal  y juego fútbol la mayoría del tiempo. Al final teníamos tantas bolsas que llenar que las que llevé no me alcanzaron y tuvimos que comprar las que tenían en venta; Fuimos a por un helado y hamburguesas, aguantando las miradas de la gente que probablemente pensaba que robamos todas las cosas.

Llamé a mi madre para que nos pasara a buscar en la camioneta de mi padre, y al llegar fue mi hermano quién acepto la noble misión de rescatarnos. Subimos alrededor de 20 bolsas de ropa y la mirada incrédula de Max me hizo reír a más no poder. 

El resto de la tarde nos dedicamos a guardar la ropa en distintas maletas que mi madre había comprado para este propósito después de irme a dejar al Mall. Encargamos pizza para cenar y ambas decidieron quedarse a dormir, así se irían con nosotros al aeropuerto.

Las tres mirábamos por mi ventana hacía las estrellas que iluminaba el cielo junto a una hermosa luna llena.

- Alex.
-¿Que pasa Clara?
- ¿Estás segura de que no nos olvidarás?

Miré a ambas y pude sentir su tristeza. Mañana finalmente nos íbamos y creo que el peso de la realidad nos golpeaba fuerte.

- Por supuesto que no. Las amo, son mis mejores amigas, me apoyaron cuando más lo necesite y a la vez me metieron en problemas de los que no hubiéramos salido sin estar juntas. Las llamaré cada vez que pueda, y nos mensajearemos por WhatsApp como siempre.

Nos abrazamos por un largo rato, y decidimos ir a dormir para no dormirnos por la mañana.



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En el texto hay: badboy, chica ruda, deportes

Editado: 09.12.2019

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