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A veces pienso en las amistades y siempre llego a la conclusión de que son confusas, no lo sé, tal vez se deba a que nunca he tenido unas de verdad, aunque quizá este ofendiendo a algunos, que se supone que lo son o... lo eran, son tan inconstantes que muchas veces los prefiero lejos aunque... quizá sea yo la que es así, pero lo prefiero porque puedo ser yo y tampoco soy empujada a hacer cosas, que en el fondo, no deseo hacer.

Sí, estoy bien, porque no dependo y tampoco tengo un peso encima. Tengo mi mundo para mí y eso me causa tranquilidad y sonrisas, las cuales mucha veces se ven afectadas cuando dejas entrar a amistades, aunque es genial que puedas respirar y pensar «es fantástico el tiempo en amigos» todo depende de quienes comparten, aunque sea solo una o dos veces al mes con un amigo con tus mismas y a la vez dispares vibras. Y puedes sorprenderte, porque puede que esa amistad sea una libre, justo como debes sentirte.

La amistad no tiene ningún concepto establecido, deberías saberlo, todas funcionan diferente. Mi confusión viene de esos conceptos impuestos en todos lados que el mundo se cree y puedo decir que soy mejor persona, lo que significa que soy mejor amiga, desde que dejé atrás lo que se supone debo ser y me concentré más en escucharme.

Escucharte es bueno, solo que generalmente no tienes una respuesta clara, pero hacerlo ha significado, para mí, tranquilidad y la fortaleza y protección que viene con eso.

Al final las amistades se tratan... lo que son, es una respuesta totalmente tuya.