Antes de que te vayas...

Capítulo 1:

5 de Septiembre.

Era el último año escolar, faltaban dos meses para que terminaran las clases y nuestro curso era un descontrol. No como en las películas, pero si era bastante tedioso para los profesores que deseaban no volver a vernos nunca mas

Estaba hablando con Jane, mi mejor amiga, y con otros compañeros con los que siempre nos reíamos. No éramos el típico grupo de amigos populares, es más, ni siquiera éramos amigos, solo nos reíamos muchas veces de las chicas que sí se creían populares y que parecían ser Brittany y Tiffany de White Chicks, solo que en este caso son tres. Exceptuando ellas, el resto éramos un grupo muy unido.

—Siéntense —dijo la directora mientras entraba con Mar detrás de ella, el curso entero se acomodó— Ella es Kiara Maribel Liner, sean amables con ella. Va a ser su compañera de aquí y esperemos que hasta fin de año, no la espanten —continuó y caminó hacia la puerta— Ah, y la señora Parrel no vendrá hoy —terminó su discurso cerrando la puerta seguido de un pequeño festejo grupal con todos saltando de las sillas para volver a lo que estaban haciendo anteriormente, a lo que Mar se rio mientras caminaba a sentarse en un banco sola. Sacó un libro y se puso a leer. Su bonita cabellera castaña caía en ondas sobre sus hombros, en ese momento tenía su pelo más corto hasta que unos meses después decidió dejarlo crecer. Ese día tenía sus labios pintados con un rosa suave que siempre suele usar y que me maravillaba.

Mientras todos seguían en sus cosas, me acerqué a ella a hablar antes que cualquier otro lo hiciera y pude ver como estaba leyendo "Romeo y Julieta".

—"Hay para mi más peligro en tus ojos que en afrontar veinte espadas desnudas" —dije mientras me sentaba en el banco delante de ella con la silla del revés. Ella se rio divertida— "Concédeme tan solo una dulce mirada y eso me basta para desafiar el furor de todos"

—¿Lees Shakespeare? —preguntó divertida.

—No, actué en una obra como Romeo el año pasado —varios días después descubrió que era mentira. Si había actuado, pero la realidad es que mi mamá me había dejado ese amor por la literatura antigua.

—A mí tampoco me gusta demasiado —dijo sonriendo. También descubrí luego que era mentira.

—¿Y por qué lo lees?

—Mi hermana necesita hacer una tarea y ella dice que no lo entiende así que le estoy dando una mano.

—¿Tu hermana? —asintió— ¿Cómo es que ya tiene tarea? ¿Ella va a otro colegio? —pregunté.

—Me mudé aquí con mi madre, ella se quedó viviendo con mi padre. No tuvo que cambiar de escuela. La ayudo por Skype.

—Oh, claro. ¿Y por qué te mudaste?

—Mis padres se separaron hace poco tiempo y mi madre consiguió trabajo aquí, típico de mudanza a mitad de año —dijo riendo— ¿Y tú?

—¿Hace cuánto me mudé? —dije riendo— Siempre viví aquí.

—No —se rio— Tu familia...

–Bueno, vivo con mi padre, no tengo hermanos y mi madre falleció cuando yo tenía siete —dije rápido y al ver su cara me di cuenta de lo que había dicho— ¿Debí haber omitido ese último detalle?

Se rio suave —Quizás... Lo siento... por tu madre.

—No hay problema, pasó hace más de diez años —aunque siempre la voy a extrañar—¿Y qué piensas estudiar el año entrante? —pregunté intentando evitar el bache incómodo.

—Siempre quise dedicarme a la actuación, pero realmente no sé qué estudiar.

—¿Actuación? —dije divertido.

—Que inteligente —respondió riendo— ¿Y tú? ¿Lo tienes pensado?

—¿Te digo la verdad o lo que les digo a todos?

—La verdad —dijo y su cara demostraba real curiosidad.

—Me gustaría ser veterinario —se me quedó mirando fijo— ¿Qué?

—Me suena a que eso es lo que le dices a todos y no la verdad —me reí porque tenía razón.

—No, no es así.

—¿Y qué es lo que les dices a todos? —pregunto y me quedé en silencio. ¿No se me pudo haber ocurrido decir, aunque sea, abogado, médico...?

—Em... ¿Veterinario? —se empezó a reír y yo le seguí.

—Mucha diferencia entre una cosa y la otra.

—Quiero ser escritor o, en su defecto, profesor de literatura.

—Ok, entonces tienes tres posibles profesiones: en primer lugar, escritor. En segundo lugar, profesor de literatura y como última opción, veterinario.

—Veterinario es más una fachada, ni siquiera es una opción. Me creo capas de desmayarme si veo sangre.

Volvió a reírse— Lamento comunicarte que, aunque no te guste Shakespeare, vas a tener que leer sobre él seguro.

Estuvimos hablando de algunas cosas más que no eran muy relevantes. Es más, ni siquiera me acuerdo de qué, solo sé que ni siquiera escuchamos el timbre.

—Chicos —dijo Jane— Hora del almuerzo. ¿Qué tal? ¿Kiara, cierto?

—Sí, pero no me llamen Kiara por favor, no me gusta. Prefiero mi segundo nombre, Maribel.

­—Ok, serás Mar. Hola Mar —dijo Jane— Yo soy Jane.

—Oh, y yo Scott —aclaré.

—Bueno, yo quiero ir a comer algo y descansar antes de la próxima clase, ¿Vienen? —preguntó Jane sonriendo y colgando su mochila al hombro.

—Yo debo ir a comprarme unas cosas, pero podemos encontrarnos en la próxima clase —contestó Mar guardando su libro y levantándose.

—¿Sabes dónde es la próxima? —pregunté yo ahora.

—Sí, la directora me explicó cada rincón de este lugar —sacó un papel de su bolsillo— hasta me hizo una especie de mapa.

Miramos y efectivamente, la directora le había dibujado (muy poco entendible, por cierto) lo que era el primer piso y dónde estaban cada aula.

—Nos vemos luego entonces. Si necesitas algo, estamos en la cafetería —dijo Jane— tu pseudomapa te indicará como ir.

Se rieron y Mar se fue luego de agradecerle. Unos segundos después, Jane me miró.

—Es bonita.

—Ajam...

—Si no es hetero, es mía... —contestó, lo que me hizo soltar una carcajada.

—¿Y si no?

—Toda tuya —dijo fingiendo disgusto y caminando para irse.

 




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