Antologia de cuentos del Druida Simarius Threll

La rana oxidada

En un campo de hierbas, rodeado de plantas ornamentales, hierbas, arboles frutales, barreras vivas entre otro tipo de plantas que aparecen en las verdes praderas, existia una rana la cual le gustaba humedecer su piel en el deslizadero de agua que bajaba a diario de un barril a la misma hora por un tubo metalico.

Tanto se hiba a bañar en aquel tubo metalico que fue tomando el color del oxido. El color del oxido mas la piel humeda le hacia parecer como si fuera una rana metalica, si esta pequeña rana se posaba en algun lugar parecia una escultura metalica dando la elegancia de una estatua en miniatura.

 

Al pasar el tiempo y sin haberlo notado, todas las ranas del campo se dieron cuenta que la ranita del color del metal oxidado era diferente, algunas ranas hablaban bien de ella y otras hablaban mal.

En uno de esos momentos una ranita muy pequeña le dijo, -Oye quiero ser como tu!-, que debo hacer para tener esos colores tan maravillosos?, a lo que la rana le hizo estas preguntas, que es lo que te gusta de mi color?, por que quieres ser del color del metal?, a lo que la ranita le contesto, yo quiero ser diferente a los demas, a lo que la rana de color oxidado le dijo y si te conviertes del color del oxido no te pareceras a alguien?, -huuu!!, es cierto- dijo, entre las platicas y risas que mantuvieron las dos ranitas se escucho a la rana oxidada que le dijo a la joven ranita, - sabes que yo soy diferente por una tan sola mision en especial?, entre tantos pensamientos y por el simple hecho de asistir al mismo lugar a humedecer mi piel cerca de un tubo metalico, que hiba desprendiendo poco a poco el oxido, sabes que no fue simplemente el hecho de que era oxido lo que me humedecia?, lo que a mi me paso en realidad fue por la constancia que tuve de ir alla a aquel lugar, lo obtuve sin querer, y aqui estoy, pienso en mi como un icono para que los animalitos sepan que dentro de cada uno de ellos hay una mision que los hace pasar por algo en especifico, cada uno de ellos es diferente y diferente la forma de pensar.

Cada uno de ellos vivira y resaltara en algo, delante de alguien delante de la oportunidad que se presente siempre y cuando esten preparados para sobreponerse por cualquier eventualidad que surja.

 

La pequeña ranita entendio la moraleja de la rana oxidada y se fue contenta quieriendo resaltar en lo que era buena croar, mas fuerte y tan fuerte como pudiera, siempre ha la misma hora hasta que se unieron varias ranitas y croaron, croaron y croaron, dando una orquesta fenomenal inrrumpiendo en el silencio de las noches, todas reunidas en los humedales de las praderas, rios y charcos...      

 



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En el texto hay: fantasia, relatos breves

Editado: 30.06.2019

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