Sumida en el dolor más profundo, entre la desesperanza
Sentí como el veneno recorría todo mi cuerpo
Me hacía estremecer cuando más me aguijoneaba y serpenteaba entre mis brazos
Mi mente se nublaba y un tumulto de pensamientos me invadía: ¿cómo se puede intentar ocultar la verdad por tanto tiempo?
Mientras el viento dejaba de soplar, se volvía suave e imperceptible
Las flores en la oscuridad echaron raíces
La brisa susurraba entre los brezos
Mis ojos empezaban a cerrarse al escuchar su canto que me arrullaba como una canción de cuna
Todo se volvió quieto
Se esparció el rumor de una joven que tenía el alma adormecida
Porque el silencio nunca podría decir nada
Yacía entre un lecho de lágrimas amargas y sueños rotos con miles de agujas enterradas en mis heridas sangrantes
Hasta que llegaste
Y fuiste tu el despertar de mi invernal letargo
Quien hizo florecer las espinas que amurallaban mi corazón
Creí que no te conocería
Tocaste mi rostro y me dijiste que todo estaba bien
Qué toda la pesadilla había terminado ya
Me ayudaste a levantarme de las ruinas
Intente agradecerte aunque no se que no me alcanzan las palabras
Entonces te haré una promesa inquebrantable
Viviré para mi, soñaré para ti.