Antonella

Capítulo IX

Después de colgar, Antonella, bajo de inmediato y checo las puertas más de la casa.

Subió y se encerró en su cuarto, pues siempre ha sido miedosa, no tenía sueño, así que tomo un libro y prendió la lampara, sus mejores compañeras Lovely y Bonnie están echadas al lado de su cama, intenta leer, pero,  su mente sigue recordando todos los bellos momentos de ese día.

Antonella escucho el portón de la entrada a la residencia, seguida del motor de un auto afuera, se asomó y pudo ver un coche en la entrada de la casa, sorprendida, apago la lampara, se escondió y siguió mirando a través de un lado de su cortina, observo como un hombre alto bajaba del vehículo, era muy notorio por cómo se tambaleaba al caminar, que había estado bebiendo, lo reconoció, lo había visto miles de veces por años, - es Alexander - dijo Antonella, para sí misma, ella siempre lo ha querido como un hermano y lo conoce bien, él, es frió y calculador en los negocios pero, es muy impulsivo para demostrar sus sentimientos y las ultimas veces que lo ha visto, ha intentado propasarse, preocupada, decide marcarle a Andrew.

- No han pasado ni 20 minutos y ya me extrañas - Dice Andrew sonriendo.

- ¿Andrew, puedes regresar? - dijo Antonella

- ¿Cambiaste de opinión? - dice Andrew sorprendido y coqueto

Se escuchan a Antonella respirar agitada, se ha quedado callada, los perros ladrando en un tono agresivo y grave. Ella no lo quiere preocupar, pero, no sabe si puede o debe intentar hablar con Alexander.

- Antonella, que pasa? -  preguntó Andrew preocupado

- Alexander Lars esta afuera la casa, no sé qué hacer - dice ella

- ¿Como que está afuera de la casa?, adentro de la propiedad? -

-Todavía no entra, pero hace tiempo mi padre le dio la clave del portón y llave de la casa y de su oficina, tengo miedo, creo que ha tomado -

- Antonella enciérrate con llave en tu cuarto, después entras en tu baño y pon el seguro, deja los perros contigo, ya voy de regreso. No cuelgues el teléfono –

Antonella se quedó en la línea escuchando como Andrew aceleraba su coche. Tiene miedo, sabía que Lars no tenía buenas intenciones, además de planear la quiebra de las empresas de su padre, lo que la pone muy triste ya que ellos se criaron como hermanos.

Antonella se pegó a la puerta de su cuarto para escuchar mejor, el ruido proveniente de las puertas de la entrada de su casa, le aviso que ya estaba dentro de esta.

Después de un silencio, se escuchó el grito de Lars - ¡Antonella! -

- Antonella ven, por favor - dijo más amable mientras subía las escaleras.

Antonella corrió a su baño y se encerró con llave, sus perros han dejado de ladrar, reconocen a Alexander y quieren jugar con él.

Alexander toco a la puerta de su cuarto.

- ¿Antonella estas dormida? - dijo Lars arrastrando las palabras.

Antonella no contesto.

Se escucha que toma la chapa de la puerta del cuarto de Antonella, el, intenta abrirla, pero esta tiene llave, toca la puerta, al no escuchar nada, vuelve a tocar la puerta, pero, se desespera y empieza a golpear la puerta mientras grita

– ¡Antonella abre la puerta! –

Alexander empieza a llorar, se escuchan sus sollozos, se recarga en la puerta mientras le dice

- Antonella quiero hablar contigo, ¿porque nunca me disté una oportunidad?, tu y yo nos hemos querido siempre y hemos estado el uno para el otro, tú me necesitas a tu lado, sé que estas molesta por lo que hice, pero, de alguna manera tenía que hacerte reaccionar, sabes que te amo y yo jamás te haría daño pequeña, quiero que me perdones, voy a arreglar todo y ya no te tendrás que casarte con ese estúpido de Stone. Él no es un caballero An, es un hombre sin sentimientos, solo te va a lastimar y yo no lo voy a permitir, me oyes, sé que me oyes, te conozco muy bien y se que te despiertas con cualquier ruido - grita Alexander molesto

-Antonella yo te puedo amar como nadie lo hará, haré lo que sea por verte feliz, siempre lo he hecho, ¿no?, yo estuve contigo todo el tiempo desde antes de que Isabella, tu madre enfermara, y después te ayude con tu duelo, me encargue de tu padre y de la empresa, yo te regale tus adorables perros, yo fui quien te hacia comer y reír cuando solo querías llorar, Yo Antonella, soy el único que te cuida y te conoce, yo soy el indicado - termino de decir en un susurro

- ¡abre la maldita puerta de una vez o la tirare!, sabes que lo haré - vocifera Alexander después de desesperarse por el silencio de ella, ya que Antonella es muy buena y a el, le sorprende que no haya salido a hablar

Antonella llora y se cubre la boca para no dejar salir ningún sonido.

- déjame pasar hermosa, te voy a demostrar que somos el uno para el otro, vamos a ser muy felices, te doy mi palabra de que nunca podrás olvidar esta noche -

Sus perros ladran porque quieren jugar, ya conocen a Lars, así que Antonella no sabe si lo detendrán.

Lars sigue gritando y de pronto se escucha un gran golpe, algo que cae al suelo

- Antonella, ya estoy aquí, tranquila amor - es la voz de Andrew, al parecer llegó y golpeó a Lars, suenan las patrullas entrando a la propiedad.

Lars aturdido le grita – No podrás quedarte con ella, no te lo permitiré nunca, primero te mato, ella no te ama a ti tampoco, solo quiere salvar a su padre de la ruina, ella es buena y pura, tu solo la vas a lastimar -

Andrew no lo deja continuar, está furioso, su rostro se ha puesto rojo, sus puños han vuelto a impactar en el rostro de Alexander, están llenos de sangre, pero no es su sangre, se acerca a Lars y le dice

– Mas te vale olvidarte de ella, aléjate lo más que puedas, a otro continente estará bien, porque si te vuelvo a ver cerca de ella, el que se muere eres tú y esa es una promesa -

Lo ojos de Andrew despiden ira, su cara expresa que lo que ha dicho es verdad, el lo matara si se acerca a Antonella.




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