Capítulo 28: ¡Odiosos pulmones!

Arlett 

Mi despertar fue totalmente hermoso. Comenzando con que las hermosas rosas blancas amanecieron perfumadas y alegres.

En este instante me encuentro respirando el maravilloso aroma que me están ofreciendo estas rosas blancas. Pero esto se ve interrumpido ya que me toman por la cintura y envuelven unos fuertes brazos en ella.

Joder ese perfume lo reconocería entre multitudes.

Giro sobre mis talones y allí encuentro al hombre que ha hecho que me desvele en las noches pensando en él.

En cuanto mi rostro se encuentra a milímetros de Grabiel, este toma mi rostro en sus manos y procede a besarme de una forma en la que pierdo el control de todo mi cuerpo.

Grabiel besa mi boca con tanta destreza que en este segundo estoy derritiéndome en su boca. Nos besando como si el mundo dependiera de ello, como si no importara nada a nuestro alrededor.

Después de algunos minutos besándonos, los odioso pulmones nos piden aire a gritos. Y por esta razon nos separamos.

Esos odiosos pulmones

Nos miramos a los ojos y de nos lanzamos miradas con fuego y deseo en ellas. Pero esto termina cuando las gemelas aparecen lanzándonos un mezcla verde.

Sin pensarlo dos veces Grabiel y yo nos unimos para lanzarnos a correr detrás de las gemelas. Y cuando logramos nuestro objetivo las arrastramos hacia la piscina y la lanzamos a ella. Pero lo que Grabiel y yo no sabíamos era que Jhoan nos esperaba para lanzarnos a la piscina.

Reímos al unísono cuando vemos a el patriarca de la familia Arlink, que solo lleva consigo unos calzoncillos de Bod Esponja.

Joder quede traumada por este exhibicionista.

Pero el premio mayor se lo llevo Gloria, esta llevaba una bata de dormir transparente. Pero esto no me traumo para nada, pero lo que si lo hizo fue que Gloria poso sus manos en el amigo de Jason y además eso no fue lo único que hizo, lo que ví a continuación me dejo con los ojos abiertos ya que, Gloria se puso de espaldas y se le restregó en el amigo a Jason.

Estos dos si que amanecen calientes.

-No entres en pánico Arlett. Ellos siempre amanecen calientes.

Inquiere Grabiela.

Busco entre los hermanos el rostro de Grabiel y cuando lo encuentro el me regala una sonrisa pervertida que me hace recordar la mañana en que despertamos juntos.

Joder de recordar esa noche tan maravillosa me sonrojó sin querer.

**★**
Después de los vergonzosos acontecimientos que ví en la piscina. Todos nos dirigimos hacia nuestras respectivas habitaciones.

Y yo estando allí pude contemplar el despertar de mi querido hijo. Al ver sus ojitos parecidos a los mios me derriten el corazón y hacen que todo mi mundo sea cambiado.

Lo acuno en mis brazos y me digo a mi misma que tengo que decirle la verdad a Grabiel. Es por esto que camino en dirección a su habitación con Erick en mis brazos. Peor estando allí me encuentro a un Grabiel totalmente desnudo.

Joder este hombre es tan caliente que esta haciendo que la baba se derrame por toda la habitación.

-Venia a decirte algo pero veo que no estad en condiciones para recibir invitados en tu habitación -inquiero pero este hombre ni se inmuta en tapar su amigo quien sea mostrado muy contento.

-Estoy en la perfecta condición para recibirte Arlett -Dice mirándome fijamente.

Joder me moriré en el intento de decirle que el bebé que llevo en mis brazos es su hijo.

-Tengo algo que decirte que revolucionará tu vida. Pero antes me gustaría que te vistieras.

Con este comentario Grabiel ríe y obedece a mi suplicas.

-Ya se lo que tienes que decir Arlett.

Madre santa querida hubiera sido mejor que comenzara por allí.

Recuesto a Erick en la cama de Grabiel pero este extiende sus brazos hacia Grabiel quien lo toma gustoso.

-Como te diste cuenta Grabiel.

El antes mencionado me mira directamente a los ojos y responde de inmediato.

-Fue fácil darme cuenta Arlett.

Hostia, madre santa querida.

-Pues quiero que me expliques como te enteraste que Erick es tu hijo.

En cuanto estas palabras salen de mi boca. Grabiel abre los ojos, se sienta en la cama y lo pega a su pecho.

-Pues tu misma me lo dijiste.

Salen estas palabras de su boca y yo quiero que la tierra se abra y me trague.