Sophia
Nos vamos a un lindo restaurante donde almorzamos, bueno donde yo solo como una pequeña cantidad de comida de la que hay en mi plato. No como mucho y desayune bien así que no tengo hambre.
Cuando terminamos nos fuimos a un parque de diversión lleno de montañas rusas, justo lo que necesitaba, adrenalina para despejar un poco mi mente. Gritamos, reímos y nos besamos, fue una tarde llena de diversión, la luna había salido hace poco, y nosotros ya habíamos disfrutado de todas las instalaciones.
— ¿Quieres ir a cenar?
No tenía hambre, como ya dije no soy de comer mucho, ¿Que tan malo sería decirle que no me apetecía cenar?
— No tengo hambre.
— ¿Segura? No hemos comido nada desde el almuerzo.
— No como mucho Nick. Pero si tienes hambre te acompaño.
— Ok, conozco un lugar, y en cuanto veas la comida querrás probarla.
— En ningún momento dije que no fuera a probarla cariño.
— Bien.
Sonrió y Nick me da un corto beso en los labios, me pasa el brazo por encima de los hombros, caminamos hacia el auto. Un rato después llegamos a la playa, a una concurrida zona donde hay varios puestos ambulantes de comida. Nick se decide por uno de hamburguesas y perritos calientes. Nick pide una hamburguesa y una Coca-Cola, nos sentamos en una de las mesas y habla.
— ¿Después quieres que te lleve a casa?
— Creo que sería lo mejor, si llego más tarde posiblemente me meta en un lío mucho más gordo.
— ¿Mucho más gordo? ¿Pasa algo tus padres?
— No exactamente, solo… No debí haberme ido, siempre he tenido que asistir a todas las reuniones que no fueran en específico de trabajo sino más amistosas y no es mi decisión, es si ellos dicen que voy a ir, debo hacerlo.
— Pero me has dicho que las cosas han mejorado con ellos, que ahora sí se puede decir que tienen una relación.
— Lo uno no quita lo otro- suspiro frustrada— Cuando se trata de trabajo no importa si yo quiero o no ir, toda mi vida me han obligado a ir a toda clase de evento con ellos, posar ante las cámaras como si fuéramos una familia feliz y unida cuando en casa ni siquiera me dirigían una mirada.
— Nena… No sabía que las cosas fueran así.
— No te lo había contado Nick, lo que quiero decir es que cuando te dije está mañana que era lo que quería hacer sabía que al llegara a casa y encontrarme los me llevaría una buena riña. Y no sé que puedo hacer. Mike siempre fue de cubrir y tapar muchas cosas que hacía, siempre estuve por encima de su trabajo, por eso lo quiero tanto, porque gracias a él he tenido libertad y al mismo tiempo protección. Pero con mis padres hay cosas que no son negociables y una es que si hay una reunión como la de hoy, yo estaré presente quiera o no.
— ¿Y tú abuela? Me has dicho que es diferente.
— Lo es, Pero Nick no hablo con mi abuela desde la última vez que la vi, no he tenido el valor para llamarla o contestar una de sus tantas llamadas, me subí al jet de los Cruz sin decirle absolutamente nada, la había visto el día anterior en la mañana, después pasó todo y ahora tiene a Dalyan como loca, la llama casi todos los días para saber como estoy porque sabe que Mike no le va a decir nada fuera de lo profesional, que estoy bien, estudiando y tal vez que tengo novio.
— Viene a la gala.
— No lo sé, pero imagino que si, no va a faltar a un evento tan importante siendo la dueña de la empresa.
— Es un buen momento para hablar con ella ¿No?
— No creo que se quede en casa.
— ¿Por qué?
— Porque los Cruz se quedarán en ella.
— ¿Y?
— Hay cosas que aun no te he contado, durante el tiempo que estuve viviendo con ellos, Diane y Elliott demandaron a mi abuela. Diane quería quitarle mi custodia.
— Espera ¿tu abuela tenía tu custodia?
— El 60% era de mi abuela y el resto de mis padres. Diane consiguió quitarle un 50% a mi abuela y un 10% a mis padres. Así que en si mi acudiente, o quien puede decidir legalmente sobre mi es Diane. Cuando mis padres dijeron que debía volver con ellos Diane no se puso porque yo necesitaba alejarme un poco de todo, despejarme y salir de la burbuja que había creado durante todo ese tiempo.
— Wow.
— Por eso no creo que mi abuela se quede bajo el mismo techo que Diane. Aunque mi abuela es una mujer bastante orgullosa y sé que en sí es su casa así que tal vez se quede en ella para marcar su territorio, se que los Cruz tienen un penthouse aquí, así que tampoco dudaría mucho de que se fueran para allá en cuanto llegue mi abuela.
— ¿Y tú?
— No entiendo ¿Yo que?
— Diane es quien tiene mayor poder legalmente sobre ti ¿Si ellos se van al penthouse te irías con ellos? Lo digo por qué estoy seguro de que Diane no peleo por tu custodia si no te quiere. Y sabe lo que pasó y que no quieres pasar más tiempo del sumamente necesario con Christian.
— Se que si se van lo primero que harán es decirme que si quiero ir con ellos puedo hacerlo. Mis padres no pueden decirle nada si voy con ellos, legalmente no me pueden hacer nada. Diane tiene todo el derecho de llevarme donde le plazca.
— Si Diane quiere que vayas con ellos a Londres ¿Que harás?- sentí la preocupación de Nick en su voz, sabía que no era fácil plantearse que me fuera, pero irme por el momento no estaba en mis planes.
— Diane no me obligaría a irme Nick, lo más importante para ella es que sea feliz, y aquí lo soy. Contigo.- Nick sonríe y termina de comer.
— Esa amiga tuya ¿Dalyan? Me suena ¿Dijiste que vive en Barcelona?
— Si, pero antes vivía con su familia en Londres, la conoces, estudiaron juntos.
— Entonces es la pelirroja que te pone en tu lugar sin importarle nada ¿Verdad?
— La misma e inigualable.
Era verdad, Dalyan no tenía miedo a decir las cosas en la cara, te podría decir todas tus verdades sin siquiera pestañas. Por eso es mi mejor amiga, porque nunca me dijo lo que necesitaba escuchar, siempre me dijo la verdad. La cruda verdad.