Aprendiendo a Aceptar

Capítulo XV

Violet no quería salir. Era la cena realizada por Abigail. Y allí se encontraría Ethan.

 

Ayudó en lo que pudo y luego se retiró temprano a su habitación. No quería salir. Si lo hacia lo más probable es que se derrumbara y llorara delante de todo el mundo. Además no se sentía con ánimos de mentir.

 

Estaba leyendo un libro cuando un golpe en la puerta la sacó de su lectura o intentando hacerlo. Se dirigió hacia la misma y giró el picaporte. Ahí se encontraba la pequeña Ellie con una caja de gran tamaño en su mano.

 

—Tía... –alzó la caja que había puesto en el piso por lo pesada. —Esto es para ti. Mami me dijo que te lo diera. —Ella tomó la caja entre sus manos y la niña la miró con picardía. — ¿Puedo ver? —dijo emocionada.

 

Violet asintió. —Por supuesto princesa, acompáñame.

 

Pasaron al cuarto y pusieron la caja en la cama. Violet sacó la tapa y lo vio.

 

Era el vestido que se había medido en casa de Lily. Lo tomó de la caja y lo examinó completamente.

 

—Es precioso. —Dijo Ellie. —Parece de princesa.

 

Violet asintió. —Sí. Parece de princesa.

 

Leyó una nota que se cayó de la caja.

 

“Te esperamos esta noche en la cena. Espero que te guste”

 

—Estarás hermosa tía. —Violet negaba.

 

— ¿Dónde está tu mami? —preguntó.

 

La niña se inclinó sobre el oído de Violet como si fuera un secreto. —En el comedor.

 

—Vamos a buscarla. —le tomó de la mano y salieron al comedor.

 

Cuando llegaron, Abigail estaba en pleno desarrollo del estrés. Aun no terminaba de organizar todo y se le veía que estaba casi al borde del llanto. —Voy a parar en loca. Todo saldrá mal. —se sentó en una silla para descansar. Aun el embarazo no se le notaba tanto pero Violet se imaginaba que el cansancio no sería igual.

 

Mientras tanto Alejandro le hablaba en tono conciliador. —Mi amor todo quedará bien. Eres magnifica haciendo esto.

 

Ella estaba casi que lanzaba un sollozo y Violet miraba la escena enternecida. Era evidente el amor que sentían sus jefes.

 

—Abigail lamento interrumpir pero ¿Puedo hablar contigo?

 

Alejandro le dio un beso en los labios a su esposa. —Yo las dejó. Terminaré de hacer unas cosas para la cena.

 

—Espero que te haya gustado mi regalo. Por lo que no aceptaré un no. Es tuyo. Lily era mi cómplice y lo mandé a hacer especialmente para ti. —dijo Abigail adivinando sus pensamientos. Ella no pensaba aceptar ese costoso regalo.

 

—Pero no puedo hacerlo. Es muy ostentoso, parece más de marquesa yo soy una sirvienta. —Abigail negó.

 

—El dinero es algo sobrevalorado. Así que para mí no es nada. Y te repito. Te esperamos esta noche en la cena. —Y a los vestidos no le importan tu estatus social. Si me da la gana hoy me pongo un vestido hecho de sacos de harina para que te sientas bien.

 

Violet estaba indecisa. —Abby, cálmate, no llevemos las cosas más lejos. —se agachó al lado de ella. — ¿El señor está de acuerdo con que yo esté ahí?

 

Abigail rio. — ¿Alejandro? —Violet asintió. —por supuesto. Él me ayudó con el encargo del vestido, fue él que me alentó y me dijo que te convenciera.

 

—No entiendo. —suspiró.

 

—No tienes nada que entender. Vendrás, punto final. Nos divertiremos. —afirmó Abigail toda emocionada.



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En el texto hay: perdon, amor, aceptacion

Editado: 24.05.2018

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