*Capítulo 35*

Lana

-¿Cómo te sientes?-

-Mmm igual creo- expiro pesadamente.

-¿Has podido hablar con él?- mi hermana pregunta a la vez que deja una taza con alguna bebida caliente a mi lado

-No- respondo derrotada mirando a través de la ventana.

-Mmm-

-¿Mmm?, ¿en serio Lucía?, ¿sólo responderás Mmm?-

-¿Cómo quieras que responda?- indaga de manera calmada mirando a través de la ventana igual que yo.

-Ahh hermana, bien bueno lo tienes… sufre, sufre como tarada por pensar en semejante burrada, por culpa de tus inseguridades, bien bueno que Adrián te haya bloqueado hasta de su pensamiento y sólo se haya comunicado contigo a través de sus abogados… ¿así o más odiosa?- al verla, revolotea sus pestañas.

-No… así esta bien- un silencio queda entre las dos, sin ser incomodo, sólo las dos mirando al grupo de niños jugando.

-Cata ha empezado a sospechar… quiero decir su padre se volvió monosílabo al hablar con ella, tu desapareciste de un momento a otro sin decir nada, Cata esta desmemoriada, pero no es boba… sabe que algo le pasa a su padre y ¿divina de quién sospecha?-

-No me he atrevido a contestar sus llamadas… ni siquiera he revisado el grupo… no sé que hacer… Lucía ella me va a odiar cuando se entere-

-Y tu debes asumir las consecuencias de tus actos… ¿qué? no me mires así, como si hubiese llamado a mamá y le contara todas tus inseguridades- abro los ojos de manera desmesurada ante ese escenario.

-Gracias, gracias por no decirle a nadie donde estoy… creo, creo que el último lugar donde pensaría donde estaría-

-Somos hermanas- dice empujándome con su hombro sonriendo-estamos para apoyarnos y evitar que hagamos alguna tontería-

-Y el hecho que me ofrecieras este cuarto con vista al colegio, específicamente parque de kindergarten, fue una coincidencia-

-Pues fíjate… Dios obra de maneras misteriosas… Lana, sé que tienes miedo, pero… ¿es segura tu decisión?, quiero decir, sabes que cuentas conmigo- Lucía toma mis manos entre las suya y su mirada me da una paz y tranquila que no sentía en semanas -No importa que, yo siempre, siempre estaré aquí para ustedes, te amo inmensamente hermanita favorita-

-Sí, estoy segura… ¿y si sabes que soy tu única hermana?-

-Ehh detalles, detalles- dice moviendo su mano derecha en el aire.

-Por Dios te pareces tanto a mamá diciendo y haciendo así-

-Bueno, por eso soy su hija fa… no espera, Sasha y su combo me robaron el lugar, después vendrías tú y…. Ehh sí, oficialmente seré su hija menos favorita-

-Gracias de verdad-

-No seas tontita- me abraza apretujándome y por primera vez no me molesta que lo haga -para eso estoy aquí, así somos las familias, seremos lo peores, pero somos tu lugar seguro al final, ¿ya te dije que te amaba?-

-Sí, yo también- se separa de manera brusca parándose frente a mi con sus manos cubriendo su boca de asombro.

-¡Oh Dios Bendito!, ¿qué acabas de decir?- inquiere dando saltitos en su sitio. -Repítelo, por favor.

-Ehh, yo también-

-AHHHHH ¡Alabado Sea Cristo!, hoy es un día histórico- me aparta de la ventana asomándose y gritando a todo pulmón -MI HERMANA DIJO QUE ELLA TAMBIÉN-

-¿ELLA TAMBIÉN QUE?- gritan desde abajo, lo que me causa algo de gracia.

-DIJO QUE ELLA TAMBIÉN ME AMABA- responde dándole gracias al Altísimo.

-HERMANA YO TAMBIÉN LA AMOOOOO-

-ESO NO TE QUITARÁ EL QUE LIMPIES TODO EL PATIO, APUESTA ES APUESTA PADRE JOAN- 

Entra nuevamente con una sonrisa de oreja a oreja, escuchándose los murmullos en voz alta de Joan quejándose por limpiar, no aguanto y estallo en risa, seguida por mi hermana que vuele abrazarme.

-Hoy es un día histórico, dijiste que tu también y estas riendo-

-No seas payasa- salgo de su abrazo cruzando mis brazos sobre mi misma -claro que me río, aunque ahora me siento mal, por, por….- no termino de hablar ya que las lágrimas bañan mi rostro y una sensación de vacío se instala en mi pecho.

-Ehh ¿qué dijimos?-

-Es que igual me siento mal, quiero… no necesito hablar con él Lucia, yo… yo lo extraño, es que… yo, yo lo amo y estas dos semanas sin saber de él, que no conteste mis llamadas es muy-

-Necesito hablar con él, explicarle y…-

-y… ¿por qué no empiezas por lo más simple?, espera reformulo mi pregunta- se queda pensativa mientras limpias mis lagrimas -Lo más simple no, Mmm, lo mas viable y factible, si eso-

-¿Viable y factible?-

-Sí, ¿Por qué no hablas con Cata?, Mmm ella puede ayudarte hablar con Adrián-

-¿CATA?, definitivamente no sería fácil, no, no creo que pueda… es decir, que le diría- me aclaro la garganta, limpiando la voz del llanto.

-Lucía crees que le diría algo como, ¡Hey Cata! ¿cómo estás? ¿cómo van los preparativos de la boda?, por cierto ¿sabes algo de tu papá?, es que me esta ignorando, porque resulta que tenemos una especie de relación o bueno teníamos, porque cuando le dije que no quería tener hijos, se molesto tomo sus cosas y se fue bloqueándome de todo y amenazándome… ah pero el detalle es que lo del hijo es inmediato, porque el tema salió a colación cuando consiguió un test de embarazo positivo y le dije que yo decía sobre mi cuerpo, así que no lo tendría-

-¡¿QUÉ TU QUÉ?!- el grito lleno la habitación y el portazo de la puerta estremeció las paredes -¿Qué acabas de decir Lana?-

-A ver Catalina, creo que debemos calmarnos, un poco de té te ayudara…-

-Sí, si me ayudara al menos que tenga tu formula especial o a Betina dentro de la taza, porque lo que quiero es restaurarle el software a la tarada de mi examiga-

-No, espera Cata- pido al ver como se acerca a mí, Lucía me cubre con su cuerpo y unos brazos retienen por detrás a Cata.

-¡Suéltame Mateo Johnson!- forcejea, fijando su mirada en mi -repite lo que dijiste traidora, ¡REPITELO!-

-Lalo, te soltare si te calmas, no quiero casarme en un cárcel por ti… además lo de tu papá y Lana lo sabía, no sé…-