Aquel amor que casi me llegó a matar (en edición )

59 / Despedida

Unas cuantas semanas habían pasado desde mi último encuentro con Jonathan y después de mucho tiempo pude experimentar una paz en mí que llegue a pensar que no podría experimentar de nuevo.

Hablar del perdón es hablar de algo muy complejo, es hablar de algo que no todo el mundo está listo para asimilar, yo era uno de esas personas, de esas personas que no estaban listas para dejar atrás el dolor para dar paso a mi reconstrucción.

Experimente una traición que quizás me acompañe por mucho tiempo pero sé que con mucho amor, con mucho trabajo de mi misma al final solo quedaran cicatrices, solo tendré marcas de algo que casi me llego a matar pero que solo sirvió para hacerme más fuerte.

Algunas veces cuando la noche es muy fría, una frialdad que ni la manta más gruesa de las mantas pude eliminarla, en esas noches muchas preguntas recorren cada rincón de mi cabeza, cada recuerdo se siente como un nudo en la garganta, pero es lo bello del amor que las memorias quizás nos acompañen para siempre.

Sin embargo se muchas cosas más de lo que antes comprendía, ahora puedo notar tantas señales que antes ignoraba, en este preciso momento sé que el extrañar no siempre significa querer volver.

Ya que aunque suene triste creo que los humanos llegamos a esta vida para estar destinados a dos grandes cosas, una de ellas es a extrañar, cada día que pasa creamos y creamos nuevas memorias que al final solo servirán para eso, para extrañar, para anhelar, para querer volver a vivir; lo segundo para lo que hemos llegado a esta vida es para crear.

Y que hermoso, que gratificante es crear algo nuevo, algo emociónate, que bonito es intentarlo una vez más para crear algo completamente nuevo, algo que en muchas ocasiones es algo mejor.

Es inevitable mirar a mí alrededor y ver como todo ha cambiado, como todo se fue moviendo, como todo fue creciendo, como todo fue mejorando sin darme cuenta.

Todo siguió fluyendo, sigo tomando su curso, me sentía al punto de la ruptura uno que jamás en mi vida había experimentado, como si todo esto fuera destruirme, pero a veces la vida solo no está moldeando incluso cuando nosotros sentimos que nos está rompiendo.

No puedo evitar recordarme tirada en el piso de mi habitación, siento que no era lo suficiente, siento que no tenía caso seguir luchando que yo ya era un barco sin rumbo.

Me recuerdo caminado a poner un punto final a todo esto, a todo este dolor, a todo este sufrimiento, quería acabar con absolutamente todo pero algo cambio en mi ese dia, mis últimas fuerzas se hicieron presente esa noche, pude divisar mi reflejo en el espejo y decidí quedarme, decidí intentarlo una vez.

Le agradezco a todos aquellos que sujetaron con fuerza, que sujetaron mi rostro para que no me hundiera para que no me ahogara nunca más, para que puede sentirte amada una vez más.

Mentiría si digo que la tristeza ya no me invade, si digo que ahora soy lo suficiente fuerte para no caer otra vez, pero también sé que ahí radica la belleza del ser humano, todos vamos a caer, vamos a fallar más veces de lo que nosotros queramos sin embargo nos volveremos a levantar más sabios, más brillantes y listos para seguir luchando.

Y de eso de trata la vida, de aprender de lo que no sucede día con día y lo que yo he aprendido es:

Que es cierto sufrí pero también aprendí.     

Que pensé que nunca nadie me amaría otra vez pero veme ahora sintiéndome una las mujeres más amadas de la tierra.

Que no siempre la vida te recompensa todo el amor que das.

Que lo malo siempre se termina destruyendo solo.

Que dos personas que se sienten solas no están juntos por amor, están juntos por miedo a la soledad.

Que la mente es más fuerte de lo que la gente cree, que a veces no puedes controlar todo lo que pasa ahí.

Y lo más importante que aprendí es que el único amor que siempre será sincero será mi amor propio.

Dejo de pensar por un segundo, miro una última vez mi hogar, el hogar que me acompaño por casi 6 años de mi vida, tantas lágrimas, tantas risas, tanto amor que hubo aquí ahora solo quedan unas cortinas desgastadas y decenas de cajas con la esperanza de un destino mejor.

Tomo mi vestido de dama de honor, tomo la maleta que lo más importante que lleva son mis sueños de tener una mayor conexión con migo misma y en mis bolsillos llevo la esperanza de que todo sea para un bien mayor.

Doy un gran suspiro, coloco las lleves en la cerradura una última vez para girarla lentamente, una acción tan insignificante puede ser lo que desencadene una gran cambio.

Corro al taxi que me esperaba para mi última gran aventura antes de partir de están tan ciudad.  

Las despedidas siempre serán dolorosas pero una despedida no siempre significa un punto final, las despedidas son solo la forma de agradecer lo que formo parte de nuestra vida pero que ha cumplido su propósito, las despedidas son el final pero también el principio de algo nuevo.

Las despidas nos enseñan lo efímeros que somos todos los humanos, que el tiempo puede ser o el más grande amigo o el peor maestro sin embargo al final siempre nos deja con alguna enseñanza.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.