Aquel Chico del Autobús

Capítulo 4: ''Una Cena Inolvidable''

En la cocina se encontraba una afanada mujer que se encontraba histérica porque la comida le saliera bien y que todo se encontrara en orden para el invitado. Mientras tanto en la sala estaba un adolescente al que le daba igual si venía el desconocido o no.

El timbre de la casa sonó avisando que alguien estaba esperando entrar.

-¡Mamá, el timbre! -grito desde la sala mientras jugaba por su celular.

-¡Pues abre tu! ¿¡Acaso crees que me estoy rascando la panza!? -grito ella enojada desde la cocina- ¡Te hubiera mandado con el holgazán de tu padre a Japón! ¡Ahora tendría novios en todos lados y harto dinero!

Lo sabemos, eso sonaba cruel pero Mauricio ya estaba acostumbrado a todo eso. En vez de sentirse triste por lo que su madre le decía, le daba mucha risa, tanta que a veces hacía renegar a su madre apropósito.

-Si, si, yo también te amo mamá -dijo riendo mientras se dirigía a la puerta para abrir a quien estaba del otro lado insistiendo en querer romper el timbre- ¿No me quieres reventar el timbre mejor?

-¿Alguna vez te han dicho que te pareces al niño chino ese que aparece en Scary Movie? -fue lo primero que salió de su boca al ver al menor.

-Si, muchas veces. También me han preguntado si es que almuerzo perro o si sé cocinar sushi, si sé hablar idiomas asiáticos, si sé karate o si mi tío es Jackie Chan -contestó mostrando cierta molestia al recordar que usualmente relacionaban a cualquier persona con rasgos asiáticos con las situaciones que el había mencionado -pasa, por favor -se hizo a un lado y dejo entrar al mayor quien tenía una sonrisa burlona en su rostro.

Mauricio lo guió a la sala y lo invito a tomar asiento.

-¡Mamá, ya llegó.... No se cual es su nombre pero ya llegó!

Inmediatamente ella apareció en el umbral de la sala y se acerco para recibir a la visita. El joven la miro asombrado, su maravillosa beldad, su juventud y también por un pequeño detalle... Ella era una mujer netamente americana, desde que vio al menor siempre pensó que su madre sería una mujer asiática. Él rió al darse cuenta que su suposición fue muy idiota.

-Buenas noches señora, es un placer conocerla -pronunció el de manera respetuosa y dándole un ósculo sobre una de sus manos.

"¿¡Pero quién es ese!?" pensó el menor que los observaba con la boca abierta. Su madre estaba encantada con aquél muchacho, "si tan solo supiera que es un cretino" Mauricio rodó los ojos y se cruzó de brazos.

-Por favor, no me digas señora, dime Señorita Blake -dijo empalagosamente aun fascinada con el "Principe Azul" que había llegado a casa.

-¡Mamá, por favor. Eres una mujer casada, no deberías utilizar tu apellido de soltera! ¡Además, él podría ser tu hijo! -exclamó con indignación Mauricio.

-Tu padre no esta aquí, déjame ser feliz -dijo con desdicha. De pronto sus ojos se abrieron como platos y rápidamente corrió a la cocina- ¡Deje los fréjoles en la estufa!

Él mayor se volvió a sentar mientras se partía de risa. Mauricio comenzaba a pensar que deberían hacer un reality show de su vida, al menos sus desgracias alegrarían a otras personas. Acompaño al joven en aquella habitación pero sentado lejos de él, muy lejos;  ambos se miraban solo de vez en cuando sin expresión alguna, casi como si se estuvieran analizando.

Unos minutos más tarde se escucha un grito desde la cocina avisando a ambos hombres que la cena estaba lista y que debían ir hacía el comedor. Ambos se acercaron al comedor y se sentaron uno frente al otro.

-Muy bien, chicos. Aquí esta la cena -dijo la Sra. Blake sonriendo mientras llevaba los platillos a la mesa junto con otras cosas.

Ella se sentó al lado de su hijo y comenzó a hablar, otra vez.

-Bueno, hice todo esto para agradecerte por devolver la billetera de este irresponsable. Si, este que está a mi lado al cual llamó hijo.

"¿Irresponsable? ¿Yo?  Bueno, tal vez un poco pero no por eso tienes el derecho de ridiculizarme frente a... Ni siquiera sabemos su nombre, ¡Por Dios!  ¡Podría ser un ladrón, un asesino, un extorsionador!" pensaba el menor en la mesa mientras dejaba de escuchar a su madre.

-Espero que disfrutes de la cena... -titubeó al no recordar el nombre del joven frente a ella, ni siquiera estaba segura de si le había preguntado el nombre o no- Disculpa, creo que lo he olvidado, ¿Podrías decirnos tu nombre?

-Mi nombre es Raymond Miller -sonrió mostrando sus perlados dientes- pensé que nunca lo preguntaría -sonrió de lado mientras tomaba sus cubiertos e iniciaba con la cena.

En el transcurso de toda la cena tanto madre como hijo descubrieron cosas de Raymond. El joven de buen aspecto era un estudiante de periodismo desde hace dos años aproximadamente; tenía 19 años, ya casi 20 y era independiente desde los 18, solo vivía a una media hora de ahí.

De esa manera terminaron la cena y Mauricio se encargo de los platos sucios mientras su madre y Raymond reían en la sala sin parar. Eso molesto a Mauricio, a él no le gustaba la bulla, le gustaba provocarla pero no ser victima de ella. Termino de lavar los platos y fué a la sala mientras se quejaba.



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En el texto hay: humor, boyslove, capituloscortos

Editado: 17.12.2018

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