Capitulo VIII

Carretera, recta y gris.
A los lados pasto, con una aroma  fresco,
su mano sobre el volante,
y yo de su copiloto.
Una peculiar melodía en el aire,
mientras nuestras bocas la tarareaban.

La velocidad del vehículo haciendo
mi pelo revolotear  por el viento.
El ocaso en el horizonte,
dando un color peculiar a sus ojos.

Vaya sueño hermoso el que tuve, hasta que mi alarma me recordó que estaba en la vida real.

Tenía ganas de quedarme allí, tapada y sin hacer nada, por mínimo una vida.

Me bañé y desayuné rápido, y fue directo al salón de clases, donde me esperaba un Fred alegre, nos sentamos más juntos de lo normal y esa mañana casi no presté atención a clases pues nos adentramos en el chisme.

Fred me contó que la noche anterior estuvo platicando con Leam, desde el balcón del restaurante hasta que me estaban siguiendo, y se dio cuenta que tenían muchas cosas en común y que hacían buen match.

Por lo visto la noche de ayer tuvo algo especial en el ambiente.

Eso me emociono mucho porque aunque no tengo tantos días conociéndolos, en este tiempo me han compartido sus historias y sé que son personas muy fuertes, buenas y admirables. Y aunque son jóvenes no estaría mal que le abrieran las puertas al amor. 

Después de clase regrese directo al departamento y me dedique la tarde a leer, aunque tenía algunas tareas, decidí pos-ponerlas y regalarle mi tiempo a mis amores ficticios.

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El día siguiente transcurrió casi igual, hasta que salí con los chicos a tomar un café, fue como mi respiro. Luego regresé a mi aburrida rutina que había creado.

Pero esta vez antes de dormir decidí hablar con mis papás.

—¿Cómo te está yendo? ¿Te estas divirtiendo o te estas sintiendo demasiado abrumada? ¿Estás bien? Cuéntame como te sientes. —Dijo mi mamá sin pausar.

—Pues me siento bien, creo que ya tengo amigos. He estado estos días con ellos y me siento muy feliz cuando salimos.

—Ay que cool que si estés socializando, y ¿Cómo son ellos? ¿Qué haces cuando sales con ellos? ¿Necesitas que mande más dinero? Si necesitas algo no olvides avisarme.

—Mamá estoy bien, el dinero que tengo es suficiente, y pues con ellos he salido a comer, cenar y hace días hubo una reunión.

—Uhh —dijo en tono emocionada.— ¿Y todo ha salido bien?

—Pues antier en la noche salimos a unos museos por un proyecto de [...]

Le platiqué toda la noche de hace dos días, y le conté lo de la caminata con el extraño de la manera más sutil y benéfica para mi, cosa que sirvió porque no me dio ningún regaño, solo la clásica advertencia de hablar con gente sin conocidos en común/ de dudosa procedencia.

Luego me pasó a mi papá con quien estuve hablando unas tres horas hasta que donde ellos estaban ya era casi madrugada.

Terminamos la llamada pero segundos después me mandaron deseos de buenas noches y emojis de corazones, también mamá estuvo recordándome no brincarme el desayuno y abrigarme bien en caso de salir.

Los mensajes habían terminado, pero varios minutos después, justo cuando ya había apagado todo para dormir, mi celular vibró unas tres veces en el buró.

Pensé que a mamá se le había pasado decirme algo importante o quería despedirse una vez más, así que abrí mis mensajes.

Me quedé sin aire, sentí una presión en el estomago, y unas ganas abísmales de gritar.
Solté un chillido sorprendida.

<< Número desconocido: Buenas noches señorita, solo quería informarte que acepto tu invitación para repetir lo de la caminata, aunque me complacería si aceptaras que te invite a comer antes.

¿Te apetece mañana? Tu elige la hora, y si me permites puedo pasar a recogerte.

Aclarando por si ya no me recordabas... Soy Henning :) >>

Sonreí al leer lo último, me contuve para no responderle al instante. Mi plan era dormir y al despertar responderle, pero ni siquiera podía conciliar el sueño de todo lo que estaba sintiendo.

Era como una niña pequeña la noche de navidad, tenía que dormir pero la emoción no me dejaba.

Pasado un buen rato (al menos para mi), le respondí :

<<Ophelia: Hola Henning, por supuesto que te recuerdo, me alegra que aceptaras; pues... a mi me parece bien a las 16:00, no te preocupes de pasar por mi, yo puedo ir por mi misma, solo mándame la ubicación. Ten linda noche (: >>

Se me hacia muy caballeroso y educado que se ofreciera a pasar por mi, pero no me arriesgaría a darle la ubicación de donde estoy viviendo a alguien que apenas conozco, por más confianza que Henning me diera; y tampoco saldría con él completamente a solas, le pediría a Michelle o a Leam que estuvieran cerca.

Me sentía muy emocionada, era consciente de la tontería que sonaba el salir con alguien que conocí hace dos días y que me hiciera sentir todas estas emociones.

//Pero en mi defensa toda mi vida he leído libros de romance (o algo por el estilo) y ahora que estaré un mes aquí y luego regresaré a mi país, nada de lo que haga será permanente.
Es la oportunidad perfecta para vivir ese amor de verano pasajero, que siempre soñé.

"Lo qué pasa en las Vegas, se queda en las Vegas."

Bueno, lo que pase en este viaje aquí se queda.//