HENNING
¿Cómo superar la partida de alguien que se había vuelto tú motivo para luchar?
¿Cuánto tiempo había que esperar para poder retomar la vida de antes sin que te juzguen?
Si decido mirar adelante:
"Tan rápido lo superó."
"Se nota que ni siquiera le afectó de verdad."
"Hubiera esperado un poquito más, por respeto."
Si me quedó en duelo:
"Debería seguir con su vida o se le arruinará."
"Aún no lo supera, si sigue así se estancará."
"Tienes que seguir con tu vida, no puedes quedarte así por siempre."
//Ihr könnt mich alle mal.//
Había ido mucho con el tanatólogo, toda mi familia lo habíamos hecho, porque luego de la partida de Ray las cosas se complicaron mucho.
Mi papá y mis dos hermanos lo habían sobrellevado mejor, pero a mamá y a mi nos había afectado un poco más.
Meses después de su pérdida yo solía olvidar que él no ya estaba. Y al recordarlo el dolor volvía; de hecho el dolor nunca se va, tan sólo aprendes a ignorarlo y vivir con ello.
En septiembre no celebré mi cumpleaños, pero como "autoregalo" mi psicóloga me recomendó que retomara alguna de mis actividades favoritas.
Así que volví a Canadá donde tenía todas las pinturas que había dejado a medias, y a retomar un poco de todo lo que había vivido antes.
Tiempo antes de regresar Vincent me había ayudado a buscar mi celular en mi casa de Vancouver; pues cuando recibí la noticia de Ray, lo perdí y con todo lo que estaba viviendo en ese momento no me di cuenta hasta semanas después.
Lo pude haber dejado tirado en algún lugar de la casa, o haberlo perdido en camino a Italia, no lo sabía. Lo único que quería era el número de Ophelia, no le había avisado que me fui, no me pude despedir de ella, y muy en el fondo tenía la esperanza que al regresar ella estuviera allí.
Pero eso no pasó; volví y ella ya había regresado a su país, lo único que quedaba eran los recuerdos de todos los agradables momentos que pasamos.
En diciembre alguien me había entregado mi celular a cambio de la recompensa que había ofrecido; tenía muchos mensajes y llamadas perdidas, algunos eran de ella. Cuando intentaba llamar de regresó un contestador automático me avisaba que ese número no existía más.
No me quedó otra opción más que resignarme y continuar. En todo aspecto.
Me refugié en lo que mismo de antes: libros, pinturas, astros y plantas. También retomé mucho el kickboxing, aunque me dolía porque me recordaba a mi hermano, pero lo seguí practicando el doble por él. Hice una lista de metas, y poco a poco las iba cumpliendo.
•••
Junio 28, 17:45
—¡KUMPEL!—Gritó Vincent desde el baño.
No respondí y volvió a gritar.—¡HENNINGO!
—¡Fuck!—Grité enojado.—Millonésima vez en mi vida que te digo: NO ME LLAMES ASÍ.
—Sólo lo uso en casos extremos donde te necesite con urgencia y me estés ignorando, como ahorita.
—No te estoy ignorando, estoy acomodando mi librero. Was brauchst du?
—¡Es que olvidé traer el papel! —Gritó.
Agarré el papel subí las escaleras y lo aventé hacia la puerta entre abierta del baño.
—¡Dankeee!—Respondió y la cerró por completo.
Bajé las escaleras y justo antes de tomar un libro para acomodarlo en mi estantería mi celular comenzó a sonar.
Y sin si quiera checar respondí:
—Pronto?
—¿Henning Vitale? —Preguntó una voz masculina al otro lado de la línea.
—Soy yo, ¿Usted es...?
—Somos los hermanos Bennet, hablamos porque vimos su solicitud para comprar el piso.
Automáticamente se me formó una sonrisa en el rostro y mi voz cambió a una más animada.
—Sí, tengo meses interesado en comprarlo, ansiaba tener información.
—¿Cuándo estaría dispuesto a comprarlo y a firmar papeles?
—¡Yo desde ya mismo! Podemos agendar alguna reunión, lo hablo con mi abogado y yo agilizo todo.
—Nos parece perfecto. Entonces nos estamos comunicando.
—¡Claro! Muchas gracias, nos vemos luego.
Colgamos la llamada y solté un grito de emoción.
Corrí hacia el baño y golpeé la puerta.
—¡EY! ES MÍO, EL PISO, ESTOY A NADA DE COMPRARLO. ¡SERÁ MÍO! —Grite mientras daba brincos emocionado. —Tenemos que apurarnos a desempacar ya, para poder ocuparnos de los otros planes.
Escuché un pujido, seguido de un sonido de algo salpicando en el agua del escusado, y finalizando con un sonido de flatulencia.
—Ahhgg, hablamos cuando termines de parir ahí. ¿Sabes que? Después de eso quedarás totalmente vacío, voy por algo para que cenemos.
—¡Compra Fish & Chips!—Gritó Vincent y luego emitió un pujido.
—¡No! Mejor algo dulce, como... ¿Tiramisú?
—¿Es enserio Henning? No nos mudamos a Londres para terminar aferrándonos a la comida de Italia, compra algo más Londinense, bro.
—Está bien—Dije en tono de rendición.—Vuelvo pronto. Y Vincent...
¡Trate de no morir en esa misión dentro del baño, soldado!
Escuché sus gruñidos y salí rápido del departamento mientras me reía.
•••
1 Julio, 7:25
Nos quedamos parados contemplando el almacén, que era ya una de mis nuevas adquisiciones.
Había hablado con mi gente para que movilizaran todo y poder tenerlo listo a principios de Julio. Y así lo hicieron.
—¿Para cuando quieres que esté listo?—Preguntó Khaled.
Uno de mis mejores amigos, y el que se encargaría de amueblar y transformar el lugar.
—Para lo antes posible.—Dije.
—Sabes que este lugar es gigante, lo que tú pides es un milagro. Mínimo les tomará unos...¿Cuánto? ¿Dos o tres meses?—Dijo Vincent mientras caminaba por el lugar.
—Lo podemos tener en menos de un mes. Hay que dar un poco más del 100%.—Dije con un tono entre mandón y optimista.
—¡Claro que podremos! O si no, al menos lo intentaremos.—Dijo alegremente Khaled.
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Editado: 15.01.2022