Aquello que no Buscaba

Capitulo 1

Prologo

 

Que? No logro entenderte, ¿Por qué? ¿Por qué no logro entenderte? No me gusta. Pensé que lo había logrado, entender a alguien. Creo que me hice ilusiones, hiciste que me ¡ilusionara!, ¡No me gusta!...

CAPITULO 1

 

 

Se supone, que había una vez, en la que mi mundo, no era tan hermoso. Si, lo sé es el mismo mundo que todos conocemos. Pero para mí no era así, se puede decir que si era feliz, pero eso cambio cuando, a la corta edad de seis años, me di cuenta de que el ser feliz estaba totalmente sobrevalorado. Oír y ver personas aparentar felicidad, Es una de las cosas que más detesto. Y me di cuenta de eso porque en mi familia todos eran iguales.

 

Para ellos lo correcto era, que una niña de seis años jugara solo con niñas de seis años, no con niños. Siempre lo decía mama: “Cuando llegues a mayor serás un zorra si sigues juntándote con niños” A la edad de seis años toda niña cree en lo que su madre o padre le dicen, así que simplemente la obedecía. A la edad de los doce se puede decir que ya las “jovencitas” empiezan a pensar en novios y príncipes azules, o al menos eso era lo que mi madre quería para mí, un príncipe azul en un caballo blanco. Me daba largas y aburridas charlas siempre sobre los modales para con los hombres.

  • Recuérdalo siempre mi Nat, cuando vayas a una de esas bellas galas, te acostumbraras a la mirada de todos esos hombre adinerados, ya que esos son los que valen la pena, y si no ellos, pues sus hijos.

Ese era el prospecto de hombre que una madre esperaba para una chiquilla de doce años. Pero algo que mi madre ni si quiera se esperó o imagino por un segundo, es que aun a la edad de doce, aunque paso toda mi vida separándome de los demás niños y chicos, ellos jamás me interesaron.

 

Lo que digo nunca me llamaron la atención, claro cuando fui creciendo si me encantaban muchos actores famosos y muy apuestos, pero no me imaginaba siendo novia de un chico.

 

Actualmente tengo 18, voy en mi último año de instituto, y ya tengo bastante clara una cosa, mi infancia fue terrible igual que mi pre-adolescencia, pero aun así tengo en claro que, no me interesan los chicos, creo que nada me interesa. Solo quiero seguir viviendo esta vida falsa a la cual todos cree que es feliz solo porque soy la niña rica de la clase.

 

Muchas personas son estúpidas, creen que porque uno básicamente nada en dinero no tiene problemas personales, todo lo contrario, yo soy el mayor problema en mi familia. Todos tomaron carreros que estuvieran vinculadas con el negocio de la familia, el cual es una de las mejores joyerías que pudiera haber en todo New York. Eso es falso conozco personas que hacen bellezas comparadas a las de mi madre. Pero en fin, me acostumbre a no tener muchos amigos, no porque no se me acercaran a entablar algún tipo raro de conversación, sino porque no estaba dispuesta a vivir esa misma falsedad que siempre veo en el rostro de las personas, en el instituto.

 

Ammm, no recuerdo que día es hoy, solo recuerdo que, estoy en clase de ciencias, soy una alumna ejemplar así que no me importa no prestar mucha atención, es solo que hoy, más que nunca, no me interesa lo que sea que diga el profesor, no estoy centrada. Solo pienso en que algo grande va a llegar a pasarme, y eso me intriga.

 

¿Qué es esto?, otro día en el que mi despertador suena temprano, ¿y saben qué?, yo no pongo el despertador, mi madre lo hace, le digo siempre:

-Mama, no pongas el despertador en mi habitación, puedo llegar a la hora que quiera a la escuela.

-Naty, la mejor alumna debe dar el ejemplo siempre. Los Lewis siempre hemos sido puntuales en todas nuestras citas.

-Mama, no es una cita, es la escuela.

-Lo que sea, debes ser puntual y seguir siendo la mejor.

 

Literalmente, esa es nuestro conversación todos los días después de que llego del colegio, me acostumbre hace como un mes y medio, pero aún me cuesta. En fin, comienzo mi rutina de todos los días.

-Me levanto y mi cabello esta echo un desastre, pero que puedo esperar de esta mata de cabello castaño ondulado.

-Me meto en mi baño y me doy mi acostumbrado y delicioso baño de agua tibia, para después lavarme los dientes.

-Después, de nuevo en mi habitación, tomo mi ropa, decidida meticulosamente por mí la noche anterior, y procedo a ponérmela.

-Luego, hago el intento de aplacar un moco mi cabello.

-Y por último uso un poco de brillo labial, ya que soy un poco blanca se me sientan genial.

- Después de terminar en mi habitación bajo hacia mi gran y lujoso comedor en el cual caben hasta treinta personas y en casa solo somos cuatro, y tomo mi desayuno. Puedo decir, que amo los desayunos, son tan deliciosos todos los días, en las mañanas es lo que más amo hacer, comer mi desayuno echo por Berta, nuestra cocinera desde que tenía unos, no lo recuerdo…Siete años más o menos. Ella es una señora de baja estatura, creo que tiene unos cincuenta y seis o cincuenta y siete años, su cabello aún no está del todo blanco, aun se pueden ver rasgos de su antiguo color chocolate, eso me gusta, es un poco robusta; pero se ve adorable, ella es una persona increíble. Perdí a todo mis abuelos, ella es como una abuela para mí.



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En el texto hay: luz, agua, el prmier amor

Editado: 27.11.2019

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