No puedo olvidar la imagen de cuando pude cobrar consciencia, desperté sin conocimiento alguno dentro de estos mismos desiertos, desnudo, sin un pasado el cual yo pueda recordar. Caminé día tras día por las calurosas arenas de un lugar desconocido el cual parecía no tener fin, sin ningún tipo de señal de vida. Fue entonces en el que pude ver algo más que sol, cielo y arena. Una nube negra con tormentas a lo lejos que atraía mi atención. Decidí ir tras ella hasta alcanzarla pero después de mucho tiempo sin poder hacerlo me topé con agua cristalina en medio del desierto, parecía estar hecha solo para mí, pero me equivoqué. Parece que no era el único interesado en el agua.
Mientras bebía del estanque en una noche, una fuerte luz me iluminaba desde el cielo, cegándome por completo mientras voces con un tono elevado me gritaban que me mantuviera quieto. Era un niño para ese entonces, según mis cálculos podía haber tenido 8 años, era dificil saberlo tras olvidar todo lo que fuiste antes. Fui traslado desde una nave militar cubierto con sabanas y al mirar hacía arriba pude ver a una persona con un casco puesto y su cara tapada de uniforme militar quien me miraba mientras me indicaba unas palabras:
-¡Todo estará bien, niño! ¡Estás a salvo ahora!
El soldado se equivocó, el infierno estaba a punto de empezar justo ese día en que partí al desierto en busca del recurso más preciado por la humanidad. Agua.
Mientras conducía por la arena, mis recuerdos me espantaban, no podía evitar recordar ese día que fui rescatado por los militares. Generaban interrogantes en mi cabeza que me obligaban a querer saber quien era antes de perderme entre los médanos. Mientas conducía, mi casco revelo una ubicación de una posible tormenta a 30 kilómetros de mi ubicación. Por supuesto que el rastreó lo realizo Hixwe quien se sujetaba desde mi motocicleta y enviaba mensajes hasta el visor de mi casco.
-¿Hay exploradores cerca, Hixwe? - Pregunto mientas conducía.
Mi compañero no parecía detectar nada , eramos los primeros en seguir la corriente de aire fría hasta la tormenta. Era mi oportunidad de demostrarle a todos en el distrito y a la gran ciudad detrás de la muralla que podía ser el mejor explorador del desierto. Cada vez que aceleraba sentía gotas de agua caer sobre mi ropa, la sensación de victoria fue tan satisfactoria que decidí subir mi visor y sentir como el agua rosaba sobre mi rostro, con felicidad rió hasta encontrar yacimientos de aguas en el desierto, sin embargo, a medida de que avanzaba sentía como mi motocicleta comenzaba a levantar barro en lugar de arena lo que reducía cada vez más su impulso.
Bajando de la moto, camine con Hixwe sobre mi cabeza hasta los yacimientos de aguas que se formaban mas adelante.
-¡Aquí es! - Comenté con una mirada sorprendida.
Mi cara se reflejaba sobre el agua, me veía impresionado de haber conseguí un yacimiento después de tanto tiempo, mis manos temblaban de la emoción. De mi espalda apenas pude tomar el dirigible y lo dispare contra el aire abriendo un pequeño globo aerostático hasta alcanzar una altura prolongada. El globo se impusalaba cual bengala y se abría inflaba hasta llegar a lo alto emitiendo una señal a todos las naves recolectoras que se encontraban cerca, estas naves eran conocidas como Wasp, ya que su trabajo era recolectar el agua que los exploradores localizaban.
Mientras esperaba la Wasp, Hixwe decidió jugar en el barro lanzándome un poco del lodo hasta mi cara.
-¡Hey! ¿Otra vez con ganas de jugar? - Le pregunte mientras cubría mi cara.
-Era dificil atrapar o atinar una bola de lodo a Hixwe. Sus pequeñas patas lo hacían veloz y era capaz de cavar túneles y salir de un lado a otro de manera sorpresiva. Todo estaba bien en él hasta que detecto algo que pareció perturbarlo.Sin ni si quiera haberme dado cuenta una nube negra apareció frente a nosotros en las lejanías, a unos 100 metros de nosotros para ser más específicos según mi los datos emitidos por mi pequeño amigo quien se había ocultado entre mis brazos.
-¿Cómo... llegó... eso ahí? - Pregunté, mientras miraba las nubes de polvo negro con mucho temor.
Por otro lado, recibí una señal de un Wasp aproximándose donde su piloto establecía contacto conmigo.
-¡Explorador! ¡Me estoy aproximando a las 6 horas! Preparece para la extracción - Comentaba el piloto mientras se acercaba.
-Me había quedado pasmado en ese instante, no sabía que responder hasta que escuche como constantemente trataban de establecer comunicación conmigo.
-¡Explorador! ¡Necesitamos que responda! Cambio - Dijo el piloto.
-Acá Zemus. Veo una misteriosa nube negra a 60 metros de nosotros - Le comenté mientras miraba la nube.
Sorprendidos, los pilotos sabían de que se trataba y comenzaron a gritarme que escapara de ahí de inmediato.