CAPITULO 24: Confrontación

Capítulo 24: Confrontación

Fred y Aideen fueron llevados a la enfermería mientras que a mí y a Aqua nos confinaron a una pequeña torre del lado norte de la academia, fuimos escoltados por Tsubasa que entro con nosotros. Unos minutos de silencio se hicieron presentes, Aqua y yo estábamos sentados a diferentes extremos de la habitación, mientras Tsubasa estaba en la puerta como si evitara que escapáramos; algo que de verdad  quería hacer en ese instante.

- Adelante.- Dijo Tsubasa  dirigiéndose a Aqua.

- Alek, de verdad necesito hablar contigo sobre lo que sucedió hace tiempo y lo que acaba de suceder yo… -

- ¡Silencio! ¡no quiero escucharlo! ¡Arruinaste mi vida! Desde que te conoció fueron todos problemas.- me pare frenético.

- Alek tranquilo. – Tsubasa intento calmarme.

- ¡No tengo tiempo para esto! Necesito ver a Fred, Tsubasa hazte a un lado.

Pero no me lo permitió, me quede parado ahí enfurecido, la miraba de reojo y ella me miraba de una manera extraña, como sintiendo compasión de mí.

- ¡Puedes dejar de verme de ese modo! Es incómodo y no deseo hablar contigo.- Ella se levantó

- bien, no hablare; solo te pediré una cosa- guarde silencio - te pido que nos estrechemos la mano, después de eso si lo prefieres yo no volveré a aparecer delante de ti y jamás mencionare el pasado.-

Mire su mano extendida hacia mí; dude unos segundo pero al final acepte el trato, no podía perder esa oportunidad, pero al aparecer había cometido un error. Cuando tome su mano comencé a sentirme extraño, me sentía arrepentido, triste, frustrado, con ganas de arreglar lo que había sucedido. Cada segundo que sostenía su mano estos sentimientos se hacían más grandes me estaban abrumando por completo, así que retire abruptamente su mano y la mire casi horrorizado, no tenía ni idea de lo que había hecho. Pero ella tenía una cara  de melancolía.

- ¡¿Qué fue lo que hiciste?!-

- Te he transmitido mis emociones, es así como me siento respecto a este tema, yo de verdad quiero comprenderte Alek,  si me lo permites quisiera saber tus sentimientos.- Estiro ambas manos hacia mí. Las mire extrañado y con miedo; pero al ver a Tsubasa, quien me indico que lo hiciera con un gesto amable deje de dudar y las tome.

Tuve una especie de retroceso, recordando todo aquello que sentía. Recordé la primera vez que Aqua llego a ser presentada con mi hermano, pasaban tanto tiempo juntos que ya no tenía tiempo para mí; me hizo sentir celoso y triste, él era la única persona que me comprendía en todo el castillo, era mi héroe y me había sido arrebatado por una niña sin gracia. A mis padres también les molestaba el hecho de que mi hermano estaba haciendo a un lado sus deberes reales por estar con ella. Solía gastarle un montón de bromas y portarme mal para obtener la atención de mi hermano.

Algo cambio, nunca había notado que la actitud de mi hermano era diferente cuando mis padres estaban cerca, así como con sus maestro o adultos en general se comportaba propio, frio, serio y eso fue aumentando poco a poco; después de entrar en Arcan incluso llego a ser así conmigo. Pero con Aqua era diferente él se reía de manera natural y hablaba con ella  de forma informal.

Ese día ella estaba en el vestíbulo esperando a mi hermano cuando comencé a atacarla con bolas de nieve, ella intento cubrirse pero yo las lazaba muy rápido, en ese momento me puse a pensar en ella con mi hermano y sin querer congele una de las bolas hasta hacerla un grueso bloque, al arrojársela le callo de lleno en la frente y le hizo una herida, comenzó a brotar sangre, inmediatamente me detuve y mi hermano apareció. Termine lastimando a Aqua, mi hermano se molestó tanto conmigo que comenzó a gritarme; en mi mar de emociones le devolví los gritos y lo confronte pero algo salió mal y termine por congelar a mi hermano en un enorme bloque de hielo.

Aqua me miro asustada, intento por todos sus medios romper el hielo y yo lo único que hice fue quedarme ahí mirando, los guardias comenzaron a llegar y después mis padres. Los recuerdos después de eso eran borrosos pero no dejaban de ser tristes, mi familia había comenzado a culparme e ignorarme, mi hermana era extremadamente cruel, los demás del reino me marginaban e insultaban. Al final fui desterrado a las afueras, nadie podía verme ya que les recordaba el dolor de haber perdido a alguien importante. Termine viviendo en una casa de hielo hasta que alguien me encontró, una pareja que tenía una casa que servía como posada para quienes visitaban el reino y no soportaban el frio y aunque todavía tenía muchos problemas con los demás mis días ahí fueron cálidos gracias a ellos dos. No pasaba día que no me arrepintiera o intentara por algún medio arreglar lo que había provocado.

Los años pasaron lejos del castillo, pero cada día cada  minuto que pasaba y no obtenía ningún resultado me sentía más frustrado y deprimido. No podía dar la cara he incluso no asistí al funeral de mis padres, quienes fallecieron al viajar en busca de una forma de salvarle, llore durante noches su ausencia y el nunca poder remediar nada ante sus ojos. Después de eso llego el momento en que entre a la academia y aun que los primeros días fueron  horribles y me veía tratando con maestros que me odiaban, compañeros que me molestaban y toparme con Aqua quien era un insistente recordatorio de lo que había provocado.

Siempre había asumido que ella me odiaba, sabía que ella amaba a mi hermano, lo notaba por la forma en que lo miraba y sabía que para el ella también era importante, eso me hacía sentir aun peor porque ahora por más mínimo que fuera me sentía atraído por ella. Aun así seguía peleando, intentando cada día encontrar una forma de devolver a mi hermano, seguía sin perder las esperanzas de que algún día lo lograría.