Arcania: La Flor Marchita Y El Protector

CAPITULO 1: El reino del rayo

Capítulo 1: El reino del rayo

Nuestra separación fue triste, pensar en viajar sin Alek y Fred me deprimía y mi amiga krista seguía desaparecida, con todo lo que estaba pasando dudaba que cualquiera pudiera estar a salvo.

Cuando Tsubasa, Aideen y yo salimos del reino de hielo fue como estar en un sueño o quizá una pesadilla, a cada lugar que llegábamos la gente comentaba sobre mas desapariciones y diversos ataques provocados por los noirs, ya no se mantenían ocultos, habían salido a la luz y tomaban lo que querían. No todo era satisfactorio para ellos, así como se hablaba sobre sus atentados también se extendía el pánico cuando se consumían por sus habilidades, en más de una ocasión pudimos ver como algunos se congelaban, asfixiaban, ahogaban, quemaban y electrocutaban ellos mismos.

A pesar de que no respetaban las normas y eran delincuentes fue doloroso ver como sufrían ante lo que yo consideraba el estrago de una maldición. Todos los que llegábamos a observar una de esas escenas y aquellos que miraban una por primera vez quedaban horrorizados, pensar que en algún momento tu propia habilidad, aquello que considerabas un don te traicionaría de ese modo.

Llegar al reino del rayo no ayudaba a levantar nuestros ánimos, desde sus cercanías se podía ver un ambiente lúgubre, una gran nube gris se posaba sobre todo el reino y a lo lejos se podía escuchar truenos.

Por razones razonables los bilia y los malen vivían separados por una línea divisoria con el reino y sus cercanías, solo los bilia podían vivir dentro del reino debido a los constantes rayos que caían y los malen al no estar sus cuerpos acostumbrados a cargas eléctricas vivían apartados. El reino del rayo era considerado un lugar peligroso, un rayo podría caer y hacerte fallecer en el acto, incluso nosotros mismos nos estábamos poniendo en riesgo al ir sin una debida protección. Pasamos la parte del reino malem donde todo era tranquilo y los habitantes eran sumamente amables, todo fluía de manera normal para ellos, ignorando la tempestad que se encontraba a unos cuantos kilómetros de distancia, acostumbrados a los ruidos de truenos y las luces de los rayos.  El carruaje paso por un camino desolado pasando por un gran lago hasta llegar a la parte bilia. Claramente se notaba la diferencia, la gente era más bulliciosa, trabajaba sin parar y algunos entrenaban arduamente, no eran de lo más agradables debido a que estaban constantemente ocupados (ser bilia en el reino del rayo parecía una de las peores cosas que te podían suceder).

Cuando llegamos a la entrada del castillo y bajamos del carruaje un hombre nos estaba esperando; corpulento, cabello gris corto y con varias cicatrices en los brazos. Tsubasa le entrego la carta que Alek había escrito pidiendo una audiencia y explicando la situación, pero el hombre no parecía querer dejarnos pasar. Valentina Ray apareció; tomo la carta, la miro de reojo y la aplasto contra el pecho del hombre “dásela inmediatamente a mi padre, yo me encargo de lo demás” el hombre hizo una reverencia y fue directamente al castillo.

- Tienes mucha suerte que recibiera tu carta con antelación de lo contrario no podría ayudarlos – le dijo Valentina a Tsubasa quien le agradeció. Tsubasa le había mandado una carta a ella por separado anunciado nuestra llegada – Les ha tocado un buen clima, síganme.

- ¿Buen clima? – dijo Aideen robándome las palabras, buen clima era lo mínimo que podía pensar al ver el cielo tan amenazador, solamente dentro del castillo pude relajarme.

El castillo era completamente de piedra, el vestíbulo era extenso, tenía unas enormes escaleras de piedra que se dividían en dos para dar a lugares diferentes del castillo y justo al frente de la separación se encontraba el retrato de una mujer, su piel era morena clara, cabello largo metálico con ondas suaves, grandes ojos grises, una dulce sonrisa y un lunar bajo su labio. No era difícil adivinar que era la madre de valentina, la reina Helena. Valentina se miraba inquieta, miraba en todas direcciones como si estuviera esperando algo.

- ¿Cómo crees que tome tu padre nuestra llegada? – pregunto Tsubasa.

- No lo sé, no ha estado de humor últimamente -

- ¿Últimamente? – dijo Aideen en un tono incrédulo, Valentina le lanzo una fuerte mirada.

- Aunque no se han reportado oficialmente hemos tenido bajas considerables en nuestras guardias, ya nos han saqueado dos veces y no contamos con mucho armamento, mi padre se puso furioso y mando a todos trabajar horas extra -

- Eso explica el bullicio de la entra – comento Tsubasa

- Espero que tengas un muy buen argumento Tsubasa, Aqua no te acompaña esta vez  y podría ser peligroso -

- he tenido en cuenta eso desde que planee venir ¿has hablado con ella? -

- No como me gustaría, hasta hace poco estaba en la academia, pero no he tenido tiempo de escribirle, yo y mis hermanos hemos estado ocupados. -

Un hombre paso por detrás de Valentina, alto, cabello puntiagudo caído, le tapaba un poco sus pobladas cejas, tenía una mirada intensa y facciones muy marcadas, utilizaba una camisa negra semi abierta con bordes plateados, llevaba sobre puesta una chaqueta larga de color gris y utilizaba una pulsera con gemas de diversos colores en su mano derecha. El hombre que venía caminado naturalmente se paró al vernos, de algún modo sentía que me miraba sorprendido como si yo no debiera estar ahí. Cuando volvió en si nos llamó para que pasáramos todos juntos a la sala del trono.



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En el texto hay: diosas, habilidades especiales, aventura y amor

Editado: 06.12.2020

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