Capítulo 41: Amistad
Alek estaba de nuevo con nosotros y nada me hacía más feliz que eso, estaba agradecida de que María supiera eso sobre mi pero también tenía mis dudas, María se desplomo, su herida seguía abierta, intente también curarla a ella pero me detuvo tomando mi mano fuertemente que incluso me lastimo.
- Ni lo intentes, no es algo que puedes hacer cada vez que te place Hana, no tienes idea de lo que estas arriesgando – sus palabras me confundieron, pero me sentía más determinada que nunca, por fin podía ayudar a quienes quería.
- Aun así voy a hacerlo aunque sea solo un poco – la mire con ojos determinantes y no tuvo más remedio que aceptar, me tomo un poco más de trabajo lograrlo pero pude hacerlo, después ayude a la madre de Aideen y a Valentina que todavía tenía su pierna lastimada, quería seguir ayudando pero María me lo impidió.
Los noirs se había marchado, la hermana de Alek y Sven habían triunfado en su cometido y por primera vez Natasha abrazo a Alek.
Nos reunimos dentro de la academia tomándola nuevamente en nuestras manos. Los padres de Fred estaban ahí junto a Zaahir pero había alguien que faltaba; Tsubasa, ellos se lo habían llevado, estaban rodeados y se ofreció voluntariamente como rehén junto con su llave. Dean tenía consigo cuatro de las siete llaves, fuego, tierra, aire y luz. Y nosotros solo teníamos dos en nuestro poder, agua y hielo. La llave del rayo la poseía el rey Gregorio pero sabíamos que con el estarían a salvo.
Después de lo sucedido estaba preocupada por Odette pero María se acercó a mí para decirme que antes de que todo iniciara la orden del lirio blanco la había ocultado en un lugar seguro y que una vez que todo estuviera calmado iría por ella y la devolvería a su hogar.
Quería preguntarle a María sobre mi nueva habilidad, pero ella insistió en que la persona correcta respondería todas mis dudas.