C A P I T U L O 4

C A P I T U L O  4

“Una feliz muerte a todos.

Con amor, Craig”

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4 de marzo de 2020 – 21:30 p.m.

Narrador: Omnisciente

Sangre…

La sangre es nuestra fuente de vida, la sangre es lo que nos mantiene vivos, ¿cierto?.

En el bar de Egon, estaba entrando a los camerinos la cantante del momento, la que siempre deslumbra en el escenario, la amante de un detective que aun no ha superado lo que sucede en si vida. Esa cantante siempre, cuando tiene que salir al escenario, se pregunta ¿El señor Williams vendrá a verla esta noche?, ¿Hoy vamos a tener sexo como la ultima vez?.

El recuerdo de esa follada salvaje llego a su mente, y se mordia los labios por la excitación inconscientemente, empezó a rozar un muslo con el otro por que sentía que podría llegar a mojarse de un forma que nadie entendería, por que nadie habia tenido sexo con Craig Williams.

—Ya es hora señorita…—dijo su nombre y la chica pelinegra sonrio al espejo de su camerino

Se levanto de su silla y se miro al espejo una vez mas para revisar su atuendo. Llevaba una camisa ancha negra con el estampado de una banda de rock, una minifalda de colegiala también del mismo color del cual colgaban unas cadenas, unas botas militares negras y unos collares que colgaban de su cuello, uno de esos collares llevaba la letra H. ¿Cómo se llamara esta cantante?.

Salio al escenario y se dio cuenta de que su folla amigo de la noche, no vino a verla en acción. El desconcierto reino en su rostro pero como siempre decía: <<Dales a las personas tu mejor sonrisa fingida, luego te desahogas, es hora del show>>.

La música de la canción Copycat de Billie Ellish empezó a sonar en el bar, la cantante se preparo a que sonara el primer compas de la melodía y entonces, empezó…

- Don't be cautious, don't be kind. You committed, I'm your crime. Push my button anytime You got your finger on the trigger. But your trigger finger's mine- mostro una sonrisa picara, tomo el micrófono quitándolo de su soporte empezando a cantar con libertad- Silver dollar, golden flame. Dirty water, poison rain. Perfect murder, take your aim. I don't belong to anyone But everybody knows my name.

Mientras que el coro de la cancion empezo a sonar, en la mansión Pearlford sucedia un homicidio que acabaría con la vida de Joe.

<<By the way, you've been uninvited

'Cause all you say, are all the same things I did>>

La habitacion estaba a oscuras, en ese momento la lluvia empezo a caer con fuerza obre el pueblo de Egon. Joe descansaba en su silla dormido, roncando como siempre lo hacia o eso era lo que creía Craig.

<<Copycat tryna cop my manner

Watch your back when you can't watch mine

Copycat tryna cop my glamor

Why so sad, bunny? Can't have mine>>

Su Viejo amigo y cómplice le reprochaba una y otra vez que no debía cometer ningún error y como siempre, Craig terminaba haciendo lo que se le cantara la polla por que… es Craig.

 —No puedes cometer ningún maldito error, Craig —le dijo su amigo al pelinegro y claro que el solo volteaba los ojos por lo fastidioso que se escuchaba hablando

Craig se dirigio a la habitación del viejo decrepito, lo vigilo atento con la puerta de la habitación entre abierta.

No lo hagas, Craig

Le decía la voz de su consciencia a Craig pero, obviamente, siempre ignora a esa voz que quiere hacer el bien.

<<Call me calloused, call me cold

You're italic, I'm in bold

Call me cocky, watch your tone

You better love me, 'cause you're just a clone>>

<<By the way, you've been uninvited

'Cause all you say are all the same things I did>>

Se acerco a la puerta del Viejo Joe, abrio con delicadeza la perilla de esta y asomo su cabeza para revisar que el estuviera durmiendo y, en efecto, lo estaba. Joe dormia plasidamente en su sillón que estaba en dirección a su ventana mientras que caia una fuerte lluvia afuera de la mansión.

<<Copycat tryna cop my manner

Watch your back when you can't watch mine

Copycat tryna cop my glamor

Why so sad, bunny? Can't have mine>>

Mientras eso sucedia, el detective Spencer entraba a dicho bar, con la doctora Michelle Dixon, quien se mantuvo atenta ante la majestuosa voz soprana de la cantante que estaba en el escenario. Spencer y Dixon se sentaron en la barra pidiendo una botella de Whisky.

—Salud —alzaron sus vasos de vidrios que ya estaban llenos hasta la mitad del licor fuerte —Por tenerte aquí a mi lado, en el pueblo de Egon.