C A P I T U L O 1
"Pueblo de locos"
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12 de Enero de 2000
Pueblo de Egon - 11:00 p.m.
Narrador Omnisciente
Dicen que los secretos más profundos de una persona, tarde o temprano se descubren, pero... Fallaron en algo y es que no se contaba con un pueblo entero ocultara tantos secretos que resulta casi inimaginable la gran cifra de estos secretos.
Cualquiera diría: "Un pueblo no puede tener tanta maldad de parte de su gente" "hay que estar loco como para vivir en un lugar como ese".
Recuerden el dicho de Egon:
"Todos estamos locos"
Pero en esta ocasión no quiero que me acompañen a descubrir un secreto, si no un recuerdo. El recuerdo de alguien peculiar o debería decir, personas peculiares.
Tres chicas, se encontraban en el bosque riendo y bailando felices, como si su vida sé basara solo en ello. Tres chicas de cabellos azabache, cuerpos exquisitos, piel tersa acaramelada y ojos hipnotizantes.
Estás chicas las conocen, pero veamos el pequeño recuerdo de nuestra querida víctima que ahora mismo caerá bajo los encantos de las tres mujeres casi idénticas, unidas por lazos que solo ellas saben que existen.
Danzan alrededor del fuego, las llamas iluminan sus rostros llenos de locura al igual que sus ojos que brillan más de lo normal. Por otro lado, tenemos un rehén, ¿Quien será?
La mayor de las chicas se acerca a su rehén quitándole la cinta de la boca haciendo que este grite de dolor por el tirón.
—Pero miren quien decidió despertar —ironiza con burla la chica de mayor edad.
—¿Qué carajos? —la alteración del joven hace que las tres suelten leves risas.
—No pareces sorprendido, cariño —habla la chica de en medio —. Pensé que te haría feliz tener a tres mujeres hermosas frente a tus ojos, se supone que eso debería ser...
—El paraíso —las otras dos hablaron al unisono mientras se veían y sonreían teniendo en mente lo siguiente que harían.
El joven no comprendió a la chica de ojos brillantes, empezó a llorar al recordar el montón de cosas que este le hizo a ellas en el pasado y que ahora va a pagar con... Sangre, probablemente.
—Lo siento... —solloza —. Lo siento tanto... No quería que nada de esto sucediera...
—Ya sabes lo que dicen... —la menor de las chicas se posiciono detrás del joven para sostener su cabello con fuerza —... Ten a tus amigos cerca... Y a tus enemigos más cerca.
Las chicas sonríen erizando la piel del joven, hasta que la de en medio empieza a cantar una canción bastante peculiar.
Es... Extraña...
Cómo ellas...
Ellas son las princesas del infierno de Egon.
—Ojo por ojo...
—Diente por diente...
—Y con eso van a arder...
Los gritos ensordecedores de aquel jovencito fue algo satisfactorio; más que excitante, fue algo que ellas siempre iban a recordar toda su vida hasta la muerte.
Les dicen brujas, pero... Son peor que eso...
Acompáñame a descubrirlo.