C A P I T U L O 17

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"Recuerdos Enterrados"

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10 de diciembre de 2021 

Central de la Policía de Egon - 10:00 p.m. 

Capitán Fletcher 

—¿Están seguros de que es él? —pregunto observando la pantalla que está en mi escritorio, el detective Scott y Markus me muestran el cuerpo mutilado de Jordán Lee con la cámara de su teléfono. 

Sigo sin palabras al ver el cuerpo verdadero de Lee despedazado como si de un animal se tratase. Su mente viaja a los acontecimientos de hace cinco días, el concierto de Hannah Mitchels fue icónico, pero nunca se supo de nadie que estuviera cometiendo un crimen. Los oficiales nunca reportaron ningún homicidio o indicios de ello. 

—Señor, ¿quiere que llamemos a la detective Heather? —pregunta el detective Markus.

—¿Por que lo harías? 

—Parece que hay residuos de cianuro en el cuerpo —informa —. Intentaron deshacerse del cadáver. 

—No, iré enseguida —apago la pantalla, apenas me levanto de la silla para tomar mi chaqueta. 

Salgo de mi oficina, este caso se había cerrado hace un año con el capitán Spencer, pero ahora con esto, la situación se complica cada vez más. Los de Carolina intentarán volver a tener control sobre el pueblo, no puedo permitir que eso pase luego de lo que sucedió con Ryan el año pasado. 

Bajo las escaleras para dirigirme a la salida, me topo con Heather, a quien saludo con un beso en los labios. Sonrío de lado por el jugueteo que hago con su lengua. A ella parece incomodarla, es algo tímida en frente de la gente. 

Me recuerda a Dafne... 

—¡Fletcher! —el grito ensordecedor de mi exnovia me trae viejos recuerdos que prefiero dejar de lado por el momento. 

Subo a mi auto, enciendo el motor y acelero para ir al sitio en donde se encontraba tirado el cadáver real de Jordán Lee. Unos minutos después, llego al lugar, los detectives Scott y Markus están interrogando a las personas que estaban en los alrededores para saber si vieron algo u a alguien. 

—Capitán —saludan ellos una vez que me acerco a la escena del crimen. 

—¿Que más encontraron? 

—Usaron un cuchillo Santoku, muy extraño de conseguir, considerando que el asesino no es bueno, manejando las armas corto punzantes —analiza Scott. 

—No hay muestras de órganos, se los sacaron antes de la mutilación —aporta Markus —. Además, intentaron deshacerse del cuerpo vertiendo cianuro y algo de cloro. 

—¿Hay indicios de que lo hayan drogado? —niegan. 

—Estaba consciente mientras lo desmembraban, murió desangrado. 

—¿Como lo saben? 

—El Dr. Steven lo descubrió —y hablando del rey de roma, el doctor aparece como si alguien hubiese solicitado su presencia. 

—Capitán Fletcher. 

—Doctor Steven, quiero saber como descubrió que Lee estaba consciente mientras le sacaban sus órganos —le pido para que comience a hablar, nuestra relación no es muy amistosa, por lo que necesito saber que tan cierto es su teoría. 

—Capitán, en los restos del cuerpo no se encontraron rastros de alguna droga para dormir o algo parecido —lo escudriño con los ojos, sabe por qué lo miro de esa forma —; sin embargo, quisiera que me dé el permiso para encargarme de analizar mejor los restos y cuando tenga los resultados se los haré llegar. 

—Desde luego que si, Steven —el doctor se va corriendo de mi vista. 

Scott y Markus se me quedan mirando como si eso hubiese sido una amenaza, en el fondo lo fue. Me alejo del lugar un momento para hacer una llamada importante, más importante que cualquier otra cosa, porque esto complico la situación. Justo cuando estaba empezando a relajarme porque ningún psicópata loco estaba impartiendo el terror en el pueblo, sucede esto. 

—Spencer

—Capitán Spencer, soy Fletcher.

—¿Que sucede? —mi voz se traba. 

—Lo mejor será que venga lo antes posible a Egon, esto le puede interesar —lo trato de convencer sin tener que soltarle la noticia en el momento. 

—¿Es necesario? —inquiete. 

—No lo llamaría si no lo fuera, esto es serio —digo con voz firme. 

—Si se trata de Ryan, me han estado informando sobre... —voleo los ojos. 

—Encontramos el cuerpo de Jordán Lee, el verdadero.

La línea queda en silencio, tuve que preguntar si seguía ahí porque el silencio era demasiado escalofriante. 

—Está bien, llegaré en dos horas.

—Nos vemos en la central. 

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Ordeno que tomen la evidencia que puedan, subo a mi auto para dirigirme al bar para inspeccionar que la reconstrucción se este dando de manera ordenada sin perturbar a los nuevos líderes de la Fundación Espíritu Libre. El dueño del establecimiento me recibe con una sonrisa, los constructores se encuentran trabajando en la ampliación que se hará en la caverna como zona parte del bar y que deje de ser una caverna donde se distribuya la droga de los narcotraficantes.