Capítulo 32

Dos equipos llegaron, el de recolección de cadáveres pasó algunas horas etiquetando todo, poniéndole nombre y apellidos a los cadáveres irreconocibles, el equipo de recuperación de heridos paso horas estabilizando a los heridos y subiéndolos al avión, Milos en esas horas en las que él no podía hacer más, se dedicó a escribir una orden, orden que dejaba específicamente claro que la farmacéutica de sus padres fuese la responsable de atender a los soldados heridos, le dio ­la orden al médico militar de mayor rango y ahora Milos caminaba acompañado de sus compañeras hacia donde estaban los estrategas descansando.

-Faraday, Eva, tiene mucho que explicar- dijo Milos poniéndose frente a Faraday- ¿Dónde está Eva?-

-Primero, escuchen esto- dijo el E. Faraday y saco un comunicador- es el último mensaje que nos llegó de las oficinas del “MI6”- dijo y comenzó a sonar el mensaje- Mister Faraday and his wife Miss Eva, since they hear this message, they are removed from “MI6”, the reason, they helped the enemy keep moving forward when their mission was to hamper plans for the British Army to begin the alliance with the United States, "MI6" does not need their services anymore, the United Kingdom thanks them for their services- sonó la voz robótica

-Nosotras no entendemos muy bien el inglés- dijo Aradia

-Se supone que nosotros teníamos que entorpecer sus planes, y lo conseguimos en Portugal, pero vimos que no los podíamos parar y dejamos de intentarlo, el “MI6” nos rastreaba por medio de esto- dijo y saco un pequeño dispositivo con sangre seca- lo de España fueron ellos, fueron ellos también los que cambiaron las armas por la vida del primer ministro español, el mensaje dice básicamente que nos quieren muertos, por eso saque esto del cuerpo de Eva y de mí, ellos piensan que estamos muertos, nosotros no somos culpables del ataque de hoy… en cierta manera lo somos, pero Eva no puede siquiera levantarse- dijo y se puso de pie para arrodillarse frente a Milos- perdónenos-

-Oye levántate- dijo Milos- además, omitiste decir que Eva es tu esposa-

El E. Faraday se puso de pie y todas las chicas se sorprendieron, él los llevo hasta donde estaba Eva, esta estaba recostada en el suelo usando algunos chalecos antibalas como almohada.

-Está muy temerosa de lo que nos pueda pasar, si la inteligencia británica se entera que estamos vivos, hará todo lo que pueda para matarnos- dijo y se sentó a un lado de su esposa

-Nunca pensé que de verdad fueran marido y mujer- dijo Zinvori

-Yo pensé que serían hermanos- dijo Aradia

-Es lo que muchos piensan- contestó el E. Faraday- Eva, el sargento comprendió todo-

-No te preocupes Eva, ahora necesitamos de su intelecto para saber qué haremos ahora- dijo Milos y se sentó en una piedra

-Solo… denme unas horas…- contestó la E. Eva con un poco de trabajo

-Bien, recupérate, tomate tu tiempo, de todas maneras no tenemos prisa, tampoco soldados y apenas munición- dijo Milos y junto a sus compañeras regresó a donde estaban el Coronel y el sargento Marco- ¿Algún avance?- preguntó Milos mientras sacaba su chaleco de los escombros

-Ninguno, este hombre que sus compañeras llaman Seiji sigue durmiendo, y el coronel podrá caminar en unos días- dijo el sargento Marco

-Excelente, de todas maneras no llevamos prisa, ¿Sabes si llegaran más tropas?- preguntó Milos mientras sacudía su chaleco para posteriormente ponérselo

-Deberían, ¿Ya contacto a la central?- preguntó el coronel

-Central- dijo Milos y saco su radio- ¿Central?- nadie contestó- investiga que está pasando en estados unidos-

El sargento Marco saco su computador, comenzó a buscar las noticias más recientes y se quedó en silencio un momento.

-¿Qué pasa?- preguntó Milos mientras ponía cargadores en las bolsas del chaleco

-Hoy catorce de febrero del dos mil veinte ocho, atacaron la ciudad de México- dijo el sargento Marco con temor- algunas avionetas salieron de Estados Unidos, puede que no haya personal en la central ya que, según un rumor, todos los soldados, técnicos, y demás, fueron abordados a aviones de carga-

-Aquí la central- sonó la radio

-Excelente, rumor amarillista, central, aquí el sargento mayor Milos, necesito un informe de situación-

-Muchas tropas estadounidenses llegaran en un máximo de cinco días, sabemos lo que paso y lamentamos que no pueda regresar a casa, en unas horas saldrá un avión hacia haya-

-No se preocupen, no quiero regresar-

-¿Es su última palabra?-

-Yo, Sargento Mayor Milos Aratia, renuncio a regresar a casa-

-Si así será, es mi deber informarle que estará a cargo de las tropas junto al sargento mayor Seiji-

-¿Es todo?-

-Lo es sargento, espere las tropas-

Milos guardó la radio, sus compañeras se levantaron alarmadas y corrieron hacia una dirección no concluyente, Milos se puso de pie y camino hacia donde sus compañeras habían hecho un círculo.

-¿Qué ocurre?- preguntó Milos mientras se agachaba

-La vi caminando desde hace rato, pero pensé que era una alucinación- contestó Carrie mientras levantaba a la mujer que estaba tirada boca abajo en la arena

-Parece que es médico- dijo Samara mientras limpiaba el rostro cubierto de arena de aquella mujer

La arena tapaba el rostro de una linda mujer de ojos rasgados, nariz pequeña y labios delgados, Milos miro la bata de esta mujer y noto tres letras.

-Médicos sin fronteras, justo a tiempo- dijo Milos y la cargo en sus brazos- necesitábamos una doctora-

-Sus pies están lastimados, parece que la hicieron caminar descalza- dijo Aradia mientras tomaba suavemente los pies de la doctora

-Y parece que en los últimos metros se arrastró- dijo Zalir mientras miraba las heridas en las rodillas de la doctora

-¿Quién fue capaz de hacerla hacer algo así?- preguntó Regan

-¿Después de ver lo que casi les hacen a las mujeres sirias aun te lo preguntas?-