Capítulo 4

Después de estar en reposo en el hospital, fui a la biblioteca, necesitaba leer algo que fuera de mi agrado, realmente estaba aburrida. Me encontré a una Slytherin llamada Tracey que era de mi mismo año, no hablábamos mucho pero era demasiado agradable.

- ¿Y entonces ya conseguiste pareja? - me preguntó emocionada.

- Si, ¿y tu?

- También, realmente creí que nadie me invitaría.

- Yo igual, sinceramente no pensaba ir al baile, no tengo mucho guardarropa, solo lo esencial para un año en hogwarts. No tenía contemplado un baile de navidad.

- Igual yo. Pero, tengo la solución. En el callejón Diagon, hay una tienda específicamente para chicas, lo que debes hacer es mandar a tu lechuza con las medidas que debes tomarte y especificar como es que lo quieres. Te hacen unos modelos geniales.

- ¿Y si no sé como lo quiero?

- Bueno, solo dices eso. Ellas a lo mejor con tu nombre o con que sepan de que casa eres, te harán uno y bueno será sorpresa.

- Suena tan genial. - me imaginé mi vestido soñado.

- Al rato iré a tomarme las medidas, ¿Quieres venir?

- Si claro, al menos para saber que medidas hay que tomar.

- Muy bien, de hecho varias chicas estarán. - habló mientras colocaba su libro en su lugar.

- ¿En cuanto tiempo lo tendrán listo?

- Eso es lo más increíble, en unos días.

- ¿Aunque sean muchos pedidos? - pregunté sorprendida.

- Así es. Son expertos. (Inserte meme de los increíbles, ¡Son expertos Bob, EXPERTOS! xd) Pero será mejor que vayamos de una vez para que lo tengan antes del baile.

- Bueno. - camine a lado de la chica hacia la salida de la biblioteca.

- ¿Ya tienes pensado el color? - me preguntó entusiasmada. Al parecer esta idea del baile le emocionada mucho.

- La verdad quisiera que fuera un color obscuro. Ya sea verde esmeralda. Siempre me han dicho que ese color me queda. - sonreí al imaginarme ya con un vestido. - ¿Y el tuyo?

- La verdad no lo sé. Quisiera un color claro, siempre estoy vestida de obscuro. Oye pero ese día tenemos que ayudarnos a peinarnos y maquillarnos.

- Cuenta conmigo para eso. Soy muy buena haciendo peinados para cualquier tipo de ocasión. - presumi.

- La verdad yo no tanto y si dices que eres buena, me gustaría que me ayudaras.

- No te preocupes. Vamos a tomarnos las medidas o se nos va a olvidar. - ambas corrimos a la sala común de Slytherin.

Cuando llegamos ya había chicas ayudándose entre ellas a medirse lo que era requerido. Entre las dos nos ayudamos yo medía y anotaba y viceversa. Fuimos a la lechuceria de hogwarts y cada una le dimos las instrucciones a nuestras lechuzas. Salimos corriendo, no se sabe la razón, solo corrimos.

- ¡Ey! - no alcancé a detenerme y choque con Cedric.

- Perdona. - le dije después de que me sujetó para no caer. - Ah, te presento a Trayce, es de mi misma casa. - se saludaron con un apretón de mano.

- ¿Que hacen aquí? - nos preguntó extrañado.

- Vinimos a darles un mensaje a nuestra lechuza. - respondió Tracey.

- Si, para vestido del baile. - me tape la boca. - Se supone era sorpresa. ¿Y tú qué haces? - cambie de tema.

- Nada, solo que te vi venir para acá y me dio curiosidad.

- Bueno, chicos los dejo que platiquen. Te veo en la sala común. - Tracey tomó mi hombro. - Adiós Cedric.

- Adiós. - respondimos ambos.

- ¿Un vestido? - preguntó curioso.

- Si, Tracey me habló de una tienda que hay en el callejón Diagon, te tomas las medidas las anotas y las mandas con el diseño que quieres.

- ¿Y tienes dinero para pagarlo?

- Mi padre me tiene asegurada, después de todo conmigo no es tan malo. - rode los ojos sarcásticamente. - ¿Tu ya tienes que ponerte? - le pregunté mientras miraba el suelo al bajar las escaleras.

- Si, mi padre consiguió un traje de gala.

- ¿Sabes que es lo malo?

- ¿Que cosa?

- No sé bailar. - no tardó ni dos segundos en reírse. - No te burles. - golpeé su hombro.

- Que bueno que me dices para llevar protección de pies y así cuidarme de los pisotones. - seguía burlándose.

- Dije que no sé bailar, más no que no voy aprender.

Caminamos hacia el lago cerca de la entrada al castillo y nos sentamos. Seguíamos bromeando y platicando cuando de repente Draco Malfoy pasó frente a nosotros lanzándome una mirada de enojo.

- ¿Pero qué le sucede?

- ¿A quién? - preguntó Cedric, al parecer no vio lo que estaba pasando.

- ¡A Malfoy! Cuando estamos solos me trata como si fuéramos los grandes amigos y de pronto pasa y me ve que estoy contigo o él está acompañado, y me mira como si se tratará de su peor enemiga. - hablé molesta.

- Le dan celos. - dijo mi amigo con seriedad.

- ¿Y de qué? Tal vez te cele a ti, le gustas. - bromee.

- Ay si, a mi también me fascina. - me siguió el juego.

Ambos nos reímos.

"¿Celoso? ¿De mi?"

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Hoy era la primera prueba del torneo. Me encontraba mucho más nerviosa que los participantes. Tenía miedo de que mi mejor amigo resultara lastimado.

Estaba con Tracey buscando el mejor lugar para poder ver toda la prueba. Me estaba contando de que el día de ayer, el profesor Moody convirtió a Draco en un hurón por tratar de atacar a Harry Potter.

- Lo más gracioso fue cuando metió a Draco en el pantalón de Crabbe. - me contó soltando grandes carcajadas.

- ¿En su pantalón? - me reí aún más fuerte que ella. Draco apareció y automáticamente le di un codazo a mi amiga para que parara.

Me miró y yo trataba de aguantarme la risa. Inaginarmelo en el pantalón de Crabbe me era bastante gracioso. Se sentó adelante de nosotras dándonos la espalda. Su novia se colocó a su lado y Draco tomó su cintura. Sentí una sensación muy extraña, mi sangre hervía como si estuviera enojada.

- ¿Que pasa? - me preguntó Tracey preocupada.

- Nada. - suspire aún molesta.

- ¿Segura?

- Si, es que me acordé que no le deseé suerte a Cedric. - me excuse, mientras veía que la cabeza de Draco se giraba un poco hacia nosotras como si estuviera escuchando nuestra conversación.