No sé que me sucede cada vez que veo a Idara, me pongo tan nerviosa que simplemente mi cerebro no logra funcionar correctamente. Solo la he visto dos veces, y en ambas no he podido quitarle la vista de encima, no sé bien lo que es pero me atrae de una forma inexplicable.
Idara es la mujer más hermosa que he conocido en mi vida, es tan bella que parece irreal. Tiene un rostro angelical decorado por sus pecas, su piel pálida y sus ojos verdes. Su cabello naranja le da el último toque y su seguridad la hacen todavía más atractiva. Puedo entender que Isaac no la haya olvidado. Creo que a Idara puedes olvidarla sentimentalmente pero no creo que físicamente se pueda, si te atrajo una vez va a seguir haciéndolo toda la vida.
Idara es irreal en su conjunto, es una mujer de mi edad pero se ve diferente, más madura y decidida, como si supiera que va a hacer en cada instante de su vida. Además, se ve majestuosa. Después de la fiesta de cumpleaños de su padre la busqué en internet, y a parte de salir fotos de ella bastante golpeada, también salían vídeos de ella tocando el violín. Los vi por curiosidad y me pareció mucho más bella de lo que ya me parecía antes, su voz acompañada del violín me hizo creer que era la forma en que sería recibida en el cielo. Las únicas palabras que encuentro para describir a Idara son irreal y majestuosa. Su presencia se hace notar fuertemente, todos la miran cuando llega y nadie puede opacarla.
– Alana.- me giro al escuchar la voz de mi manager.- ¿Qué te ocurre?
– ¿Conoces a Idara Wilson, o Lewis?- digo recordando su antiguo apellido.
– Si, todos los representantes de moda la conocen.- la miro para que me explique mejor.- Desde que Idara es joven se ha destacado por su belleza, las revistas siempre la describían con una belleza de otro planeta y debo reconocer que siempre me ha parecido bella.- resopla.- Así que todo el mundo quería que se uniera a sus agencias de modelaje, aunque no supiese caminar ella vendía y llamaba la atención, incluso yo me interesé por ella.
– ¿Y qué pasó?
– Nada, Idara rechazó todas y cada una de las propuestas que se le hicieron.- se encoje de hombros.- Si te soy sincera creo que ella hubiese preferido ser una persona anónima.
– La conocí hace una semana y es hermosa, muy hermosa y no estoy exagerando.
– No creo que exageres, también la he visto en persona y efectivamente lo es, pero no es eso lo que te tiene tan pensante.
– Es que… mi ex-novio ya sabes que es Isaac Stone.- ella asiente.- Al principio no entendía porque no la olvidaba y pues… ahora yo no puedo dejar de pensar en ella, se ha metido en mi cabeza y no puedo sacarla.
– ¿Tienes un crush en ella?
– No lo sé, solo he cruzado dos palabras con ella ¿Sería eso posible?
– Si, Alana. Ella tiene ese efecto en la gente.- me sonríe para tranquilizarme.- ¿Sabes quien era su abuela?- niego.- La abogada Bethany Orson.- abro mucho los ojos.- Su hija y ella no se parecían pero Idara es su viva imagen, igual de atractiva e igual de única, por eso todos la querían.- se estira.- Hace años escuché comentarios que ojalá no hubiese escuchado sobre ella.
– ¿Qué comentarios?
– Hombres bastante adultos decían que no pudieron con la abuela pero que podrían con ella, al final no pudieron con ninguna.- se encoje de hombros.- Su belleza es una virtud pero también una maldición.- se levanta.- Alana, es normal que ella te atraiga pero no esperes algo de ella, no sé cuanto habrá cambiado pero su desconfianza en extraños sigue intacta.
Ella se marcha y me deja pensando en todo lo que me ha dicho. Idara es sencilla, al menos por lo que he visto las excentricidades no van con ella y si que parece huir de los fotógrafos mientras que yo me lanzo a ellos. Me gusta mi trabajo, es lo que siempre soñé de niña, solo no esperaba encontrarme a alguien de tal belleza. Ya no es solo que físicamente sea hermosa, es que también parece ser una excelente persona.
Ha sido poco lo que la he visto pero parece preocuparse por su familia y amigos, no le guarda rencor ni a Isaac ni a sus padres por su matrimonio arreglado y trata a todo el mundo desde el respeto, algo que hoy en día en bastante difícil. Incluso sin conocerme y creyendo que seguía siendo la novia de Isaac me trató genial.
Al final acabo por levantarme de la silla y salir de mi apartamento, creo que necesito dar una vuelta y tomar aire fresco. Bajo hasta el parque cercano a mi apartamento y me siento en un banco mientras observo a los niños jugar.
– ¡Qué casualidad!
Me giro rápidamente para ver a Idara, esto debe de ser una broma. Ella me sonríe antes de sentarse a mi lado, su hijo me observa antes de darme un enorme sonrisa con pequeños dientes que me hacen derretirme de ternura. No puedo borrar de mi mente la imagen del niño pequeño con una mascarilla de oxígeno, ahora ya parece estar mucho mejor.
– ¿Qué haces por aquí?- consigo formular.
– El parque está cerca de una de las empresas.- sonríe.- Eric, ¿vas a jugar con Axel?- el niño asiente antes de irse con el hermano mayor de Idara.- ¿Y tú que haces aquí?
– Vivo por aquí.
– Buena zona.- sonríe.- Me gustaría tener mi propio apartamento pero de momento seguiré viviendo en la casa familiar.- ella no me mira cuando habla, mira a su hijo.
– ¿Cómo se encuentra el pequeño?
– Bien, lo que viste no es algo nuevo.- se nota más triste.- Eric sufre de problemas respiratorios desde que era un bebé.
– Tiene que ser duro.- mientras ella no me mira puedo observarla si miedo.- ¿El papá no te ayuda?- ella se ríe.
– Alana, Eric es adoptado.- dice antes de mirarme.- No te sorprendas tanto, es por eso que no nos parecemos en absoluto.- se ríe.- Por el momento quedarme embarazada no está en mis planes, y hace tres años no estaba lo suficientemente bien psicológicamente como para enfrentar un embarazo.
– Espero no haber sido descortés al decir lo del padre.