Arriesgarse

46

Axel

Helena se acurrucó en mis brazos con sus manos en mi cabello, jugando con él. Había considerado cortarlo porque lo mantuve largo por un tiempo. Pero la manera en que ella recorrió sus dedos a través de él, me hizo decidir que lo mantendría así. Obviamente le gustaba. 
No estaba seguro por qué decidí jugar rudo con ella más temprano, pero quería hacerlo. Siempre parecía tan frágil, y la trataba como algo precioso y valioso. Porque lo era. Había querido ver que tan lejos llegaría. La empujé y esperé 
a que se resistiera, y me hubiera detenido. No lo hizo. Su pequeño sexy culo atrapado en el aire, y retorciéndose por más. Mierda, eso era caliente. 
No comprobé afuera constantemente. Leo llamó y preguntó si ellos seguían aquí aún, le dije que lo estaban. Dijo que tenía algunos paparazzi acampando fuera de su casa también. Sabía que no podía seguir usando el sexo como una forma de distraer a Harlow. Iba a tener que salir y enfrentarme a esos  
entrometidos pronto. 
—Creo que necesito ir allí afuera y hablar con ellos —dijo Helena mientras enrollaba mi cabello en sus dedos. 
—No —respondí, cerrando mis ojos, así no podría ver su mirada por si decidía rogar. 
—No se van a ir hasta que hablen conmigo —dijo Helena
—Bien, porque si sigues jugando con mi cabello, voy a abalanzarme sobre ti e iré por la segunda ronda —le advertí.Harlw tiró de mi cabello. —Axel No puedes usar el sexo para mantenerme bajo control. 
Sonreí. 

—Sí, nena, puedo —respondí. 
Una pequeña risita sólo me hizo sonreír más. Di un vistazo a través de mis ojos entrecerrados. Ella miraba hacia la puerta con su labio inferior entre los dientes. Pensaba bastante acerca de algo. Deseé poder leer su mente. Odiaba no saber que pensaba. Siempre me asustaba que estuviera planeando dejarme. 
—Mi papá dijo que esto no va a parar hasta que tengan su historia. Debería solo responder sus preguntas. Quizá lo dejarán en paz si lo hago. Tiene a Emily para preocuparse. 
Ella no se refería a Emily como su madre. No lo entendía, pero podía imaginarme que era como descubrir ser adoptado. Que tu padre biológico no te haya criado. Emily no era parte de la vida de Harlow. Solo saber que ella estaba  viva no hacía a Emily la mamá de HelenanDemonios, yo conocía a mi madre y no la llamaba mamá. 
—Es su problema, no tuyo —le dije. 
—Papá va a hacer algo estúpido si siente como si está siendo amenazada de cualquier manera. 
Su padre era Killian Manning. Hizo esto su meta de vida por hacer cosas estúpidas. ¿Ella no vio las noticias? 
—No es tu problema —repetí. 
—Sí, sí lo es. Pasó su vida protegiéndola a ella y a mí. 
Yo no lo veía de la misma manera. Sentí como si Killian hubiera protegido a Emily porque él no quería que el mundo supiera que tenía una debilidad. No creía que estuviera protegiendo a Hele. Él solo no tenía tiempo para una niña. El veía a la abuela de Hele como la solución perfecta y la abandonó con la mujer. De hecho, resultó mejor para Hele; pero era porque fue afortunada al tener a una grandiosa abuela 

—no por nada que Killian hiciera. El tipo era un cretino egoísta.  
Ignoró a la abuela toda su vida. Y luego estaba Mase. El tipo no se interesaba por su papá. Eso decía mucho. 
Sin embargo, Mase se preocupaba por Helena. Había llamado tres veces, y ella envío sus llamadas al correo de voz. Iba a venir corriendo a Florida con sus botas vaqueras y su maldita arma si ella no hablaba con él pronto. 
—Necesitas devolverle la llamada a Mase —le dije.

Suspiró. 

—Sí. Lo haré antes de que haga algo estúpido. 
Comenzó a levantarse y la retuve conmigo. —

Llámalo de aquí. No quiero dejarte ir —dije. 
Me di cuenta por su pequeño ceño fruncido que no le gustó eso. ¿Quería privacidad? ¿Por qué? ¿Qué mierda tenía que decirle a Mase que no podía decirme? 
—Está bien —dijo. Cogió su teléfono y marcó el número de teléfono de su hermano. 
Me calmé un poco, pero seguro como el infierno escucharía esa 
conversación de cerca ahora. Si intentaba hacer venir al vaquero cabalgando y llevándola a Texas, tendría que mudarme de jodido Estado. No me importaba una mierda. No iba a dejarme. 
—Hola, sí, estoy bien. Estoy encerrada en el apartamento de Axel—dijo. 
No podía escuchar lo que él decía, pero podía decir por el profundo sonido de su voz que estaba preocupado y era autoritario. 
—Voy a tener que hablar con ellos en algún momento —dijo. 
—No,no lo he dicho....lo sé es tubo sí lo sólo déjame  
manejarlo…sé que lo estas…voy a llamarte si te necesito…lo prometo... esta bien, también te quiero. Adiós. Colgó el teléfono y dejó salir un pesado suspiro. 
—Necesito un tiempo a solas para pensar. ¿Te importa si tomo un baño y me remojo por un rato? —me preguntó. Quería remojarme con ella, pero la entendía. Quería tratar con toda esta mierda, y si yo iba con ella, íbamos a tener sexo en la bañera. 

—Ve disfruta de tu tiempo. Estaré aquí si te sientes sola —le dije. 
Sonrió y presionó un beso en mi boca. 

—Gracias. 
Después de que esto terminara, me creería cuando le dijera que la amaba.  
No serían palabras débiles. Las creería porque le demostré lo mucho que la amaba.  
No habría duda en esos grandes ojos que me atraparon por primera vez cuando nuestras miradas se encontraron. 
Esperé hasta que estuviera corriendo el agua y la puerta del baño firmemente cerrada antes de levantarme y fui a ver afuera de nuevo. La multitud  no había menguado. Seguían aún allí, y también los policías. Esto era una mierda.  
¿Por qué era tan condenadamente importante la vida privada de una maldita Estrella de rock? Mi teléfono sonó y lo saqué del bolsillo. Era Leo de nuevo.

—Aún siguen aquí —dije. 
—Van a hacerlo hasta que hable con ellos. Sin embargo, no estoy seguro de que ella deba hacerlo—dijo. 
—No voy a dejarla. 
—¿Has visto alguna de las noticias? —El tono de Leo me molestaba. Sabía algo. 
—No, ¿Por qué? 
—Mantente alejado de ellas por ahora. Dale tiempo a Hele. 
¿Que se suponía que significaba eso? 
—La estoy manteniendo alejada de eso. 
—Tú también. Mantente alejado de eso. Ella te necesita ahora mismo. 
—Sí, por supuesto. 
—Llama si me necesitas —dijo Leo y colgó. 
Caminé hacia el mostrador y agarré el control remoto de la televisión y puse el volumen en bajo. Leo escondía algo, y quería saber que mierda era. Si iba a mantener a Helena a salvo, necesitaba saberlo.



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En el texto hay: hermanastros, traicion, amor

Editado: 29.07.2020

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