No me considero una persona que se deja engañar fácil. Siempre me di cuenta cuando alguien me mentía. Pero nunca pensé en sospechar de las personas que más apreciaba. Nunca esperé algo así de ellos.
Natasha era mi mejor amiga ¿Quién sospecharía de la única persona en la que confiabas?
Tampoco sospeché de Dante. Él realmente parecía amarme, lo demostraba cada vez que podía. Realmente estaba enamorada. Lo había conocido en la secundaria. Mi romance con él fue digno de una de esas historias cliché. Sinceramente creía que seria como en esos libros, terminariamos juntos y enamorados toda la vida.
Pero él terminó arruinándolo todo. Realmente todo. Mi amistad de años con Natasha, mi corazón y mi orgullo. Traté de alejarme de ambos, no tenía deseos de lastimarlos, ni de seguir lastimándome. Solo quería que ellos desaparecieran de mi vida y comenzar de nuevo. Juntar de a poco los restos de mi insulso corazón y mirar hacia adelante, divertirme y encontrar la felicidad nuevamente.
Lo estaba logrando, cada día sentía que estaba más lejos de aquellos malos recuerdos. Pero una noche de lluvia él regresó. Suplicó mi perdón entre lagrimas y de rodillas. Obviamente fingidas. Ese amor que me tenia ciega, había desaparecido y podía ver con claridad sus mentiras.
Esa noche dijo muchas mentiras. "Natasha lo había planeado todo", "Prometo cambiar", "No lo volveré a hacer", "Estoy sufriendo", "Te amo".
Pero dijo otras verdades. "No puedo estar sin ti" Obviamente no podía estar sin mi, hacía todo por él, seguramente ni siquiera sabía donde estaban guardados sus calzoncillos. "Mis padres dicen que eras lo único bueno que tenía, y tuve que perderte para darme cuenta". Sus padres me aman, soy como la hija que ellos siempre quisieron. "No soy nadie sin ti". Y a esto podría atribuirle que mi papá era su jefe, y su exitosa carrera se vería afectada si él se enteraba de todo. Después de todo era su niña mimada. (Privilegios de ser hija única). Él fue el responsable de que yo sea una persona caprichosa, y vengativa. Eso era malo, pero son hábitos de los cuales no me puedo deshacer.
Por eso, cuando el regresó, y trajo consigo todos aquellos malos recuerdos, juré vengarme. No iba a dejar que Dante regresara como si nada, me había dañado al engañarme, y luego regresó para seguir dañándome con sus mentiras. Personas así se merecían una buena lección. La venganza perfecta apareció en cuanto él dijo "Haría lo que sea para que me perdones". Sin darme tiempo alguno, mi yo vengativa habló por mi y dijo "Cásate conmigo". Él pareció dudarlo, pero entonces yo agregué: "Es eso o no puedo perdonarte. Si realmente me amas, no deberías dudar en decir sí..." Él aceptó y entonces comenzó todo mi plan.
Me levanté del sillón en busca de unas hojas y una pluma. Escribí las reglas frente a él y se las entregué con un "no será tan fácil, aun debes ganarte mi perdón" estuvo en contra de varias de ellas, pero no iba a permitir que las cambiara. Era eso o mi padre se enteraría de todo.
Reglas para el novio.
1- La boda debe ser a lo grande. Toda la familia debe asistir.
2- Nada de sexo hasta la noche de bodas.
3- Nada debe salir mal, si no es la boda perfecta, se suspende todo.
4- La boda debe ser lo más pronto posible.
5- El novio no tendrá despedida de soltero.
6- La novia si tendrá despedida de soltera.
7- "Ella" no debe de asistir.
8- Si el novio comete algún otro error, se acaba todo.
9- La novia tendrá total libertad mientras la boda este siendo planeada.
10- La novia elegirá a los padrinos del novio.
Luego de eso le pedí que me dejara sola. Él se fue prometiéndome que se ganaría mi amor nuevamente.
Y ahí fue cuando escribí las verdaderas reglas.
Reglas para mi.
1- No caer en sus mentiras. Él debe caer en las mías.
2- Buscar siempre la manera de arruinarlo todo.
3- Los padrinos deben ser personas que él odie.
4- Hacer que "ella· asista a la boda.
5- Decir "No acepto" de la mejor manera.
6- Que no me descubran.
7- Engañarlo.
8- Hacerlo pagar cada lágrima.
9- Nadie, a excepción de algunas personas, debe saber sobre esto.
10- Terminar arruinando mi boda.
Una vez que terminé de escribirlas, me dejé caer en la cama y lloré. Me prometí que esas serian las ultimas lagrimas que soltaría por él. Dante y Natasha pagarían por mi corazón roto.