— y así mi mamá y papá acabaron con los desterrados en menos de un minuto— termine de contar mientras todos me miraban con sorpresa, mis padres eran asombrosos.
— ¿y que paso con los que escaparan?— preguntó Adara más interesada que todos, lo digo porque Luney estaba concentrada en ese aparato que le dio su madre.
—no escapo ninguno mi querida Adara, porque ahí apareció la tía Tamara y los derroto a todos, le tenían miedo al ver sus ojos— dije señalando los míos, los míos no daban miedo del todo.
— oh... mis tíos son asombrosos.
— no es verdad— dijo Luney alzando una ceja.—ustedes alteran la historia.
— claro que no Luney, Apolo no miente— dijo Adara, y era cierto, yo jamás mentía. Mentir no es de cazadores.
— yo no miento, mentir no es de cazadores— me defendí, Luney río y apago su aparato.
— vamos pequeño Apolo, ambos sabemos que si sigues la regla de un cazador es porque eres tan debilucho como para ser un lobo.
Luney cambio el color de sus ojos para luego reír, era cierto... Yo no podía hacer eso. Pero ser cazador para mí también era asombroso.
— ¡Es hora de partir el pastel, vamos pequeños!— dijo Ava saliendo al jardín.
Luney fue la primera en entrar sin esperar a Ava, Ava se cruzo de brazos y nos vio.
— ¿sigue igual?— preguntó y asentí mientras tomaba la mano de Adara.
— si, ni siquiera escucha mis historias.
— ¿por qué Luney es así?— preguntó Adara levantándose con su peluche en mano.
— Eluney hizo mal al contemplarla tanto...— llagamos a la entrada de la casa, al abrir estaba en silencio.
— ¡sorpresa!— gritaron todos con los espantasuegras y los globos rosados.
— ¡ahhh los quiero!— grito Adara soltando mi mano y corriendo a sus padres.
— ¡Feliz cumpleaños mi lobita!— dijo su padre abrazándola, ese brazo aún me sorprendía, yo quería uno.
— pequeño, ve por el regalo para tu prima— dijo mi padre.
— ¡claro!— grite feliz.
Camine a la habitación de mis padres y tome al cachorro entre mis manos, yo lo escogí y estoy seguro de que a Adara le gustara.
Al bajar mi tía Lily vio al cacharro, cubrió los ojos de su hija hasta que me puse delante de ella.
— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS ADARA! ¡ERES LA MEJOR PRIMA!— grite haciendo que todos rieran, mi tía le dejo de cubrir los ojos.
— ¡es un cachorro!— grito ella tomándolo— ¡mamá es tan lindo!— ella empezó a llorar, su madre se encargo de cuidar al pequeño cachorro.
Adara era una niña tan sentimental.
— y tú tambien...— escuche la voz de mi padre.
Lo mire y sonreí, claro que lo era pero yo no lo mostraba.
— yo también tengo un regalo— la tía Eluney le indico a su hija que se lo diera, al Adara abrirlo saco otro peluche como el suyo pero en color rosado.
— es tan lindo, gracias tía— dijo Adara abrazándola.
— de nada lobita, me alegra que te haya gustado— y así continuo entre regalos mientras yo ayudaba a Adara, más que mi prima era como mi hermana, solíamos vernos dos veces por semana, eso porque mi padre tenia que tomar su puesto de alfa y su padre el de cazador.
— es mi turn- — mi madre ya no puedo dar su regalo, que mal... para mí era el mejor.
— demonios...— un cazador entro herido.
— ¡Ava!— esa fue la señal, Ava estaba aprendiendo hechicería gracias a una bruja, ayudaba a sanar a las personas heridas y además estudiaba medicina, si era vampira y no hay que poner estereotipos.
— mi niño por favor cuida a tu prima— pidió mi madre tomando su arco y saliendo de la mansión.
— confio en ti campeón— mi tío revolvió mi cabello y tomo sus kunais y ballesta.
Mi tía Lily salio apresura junto a mi padre.
— ¿que pasa?— preguntó Adara, es cierto... Sus padres hacían lo posible para que no atacaran la manada.
— ven...— dije, nos escabullimos de mis tíos y nos acercamos a la manada en donde estaba siendo la batalla.—mira—señale.
Lily paso una cuerda al rededor del lobo tarándole una de las puntas de la cuerda a mi madre, ambas jalaron en dirección contraria quitándole la cabeza, antes de que Adara viera más cubrí sus ojos.
— ya sé que pasa— rió ella.
— ¿lo sabes?— pregunte quitando mis manos de su rostro.
— mamá dice que lo tiene que hacer para que no lastimen gente, quiero ser como mamá...
Por otro lado mi tío Cibran tiro el cuerpo del vampiro que intento acercarse a mi madre.
— ¡JAS EL CONEJITO CORRE!— grito Lily riendo.
Antes de que el lobo corriera mi padre lo atrapo empujando en dirección a mi madre quien lo recibió con una flecha en su pecho.
— ¡mamá!— los cuatro se concentraron en el grito de Adara que ninguno vio como un cazador disparo una flecha al cuerpo de Lily.
— ¡LILY!— mi tío Cibran se apresuro a llegar a mi tía al igual que Adara.
— ¡Adara espera!— grite saliendo del escondite.
Había dos cazadores a la vista, mi madre se fue tras el que disparo y mi padre al otro, mire por los árboles, sabía que había alguien más.
Al escucharlo me apresure a llegar a Adara empujándola y tomando entre mis manos la flecha.
Mi madre se coloco detrás de mí.
— dime en donde— agudice mis sentidos y señale.
— ahí mamá.
— gracias cariño— mi madre disparo la flecha tirando al hombre del árbol.
Dos guardias lo trajeron hasta quedar de rodillas ante mi madre.
— nadie ataca a mi familia y vive para contarlo, por el contrario tú si viviras— se acerco a él— seras torturado y te dejare vivir para contar lo que le sucede a quienes se meten con mi familia.
Los guardias se lo llevaron.
— arggt— se quejo Lily.
— mami...— Adara lloraba.
— Cibran sacala...— mi tío hizo lo que la tía le pidió sacando la flecha.
Sus ojos se tornaron rosados para luego volver a ser los mismo.
— ya no llores mi niña— consoló su madre a Adara.
Editado: 20.06.2021