Cap. 69 ¿Aclarando o enredando?

Aunque los chicos estaban en condiciones parecidas a la de los adultos, y aun sin llegar a un consenso con relación al asunto, decidieron marchar al hospital, aunque no tenían idea de qué decirle a Elijah suponiendo que él se aviniese a escuchar. Sin embargo, se encontraron con la novedad al igual que Iván un poco antes, de que Elijah no estaba allí, así que todos los que no lo eran giraron sus cabezas hacia los hermanos Cornwall.

• ¿Y bien? – preguntó Vladi

Esto obedecía a que, si solo uno podía seguir el rastro de cualquiera de sus hermanos, juntos los conducirían con inmediatez hacia el que faltaba. De manera que los chicos concentraron su energía en localizar a Elijah, algo que no habían hecho antes porque no se habían planteado que pudiese estar en otra parte, pero apenas habían iniciado su búsqueda cuando todos los demás fueron arrastrados en la desmaterialización sin estar preparados, pues habían supuesto que les tomaría algo más de tiempo, pero como Elijah no se estaba ocultando fue que sucedió tan rápido y cuando se materializaron de nuevo, muchos de ellos cayeron de forma algo indecorosa.

• ¡Maldición! – exclamaron algunas voces, pero serían silenciadas por el pleito que se estaba llevando a cabo

Mael había trasladado a Elijah de nuevo al punto de partida, es decir, a donde estaba Zidan quien seguía en la misma posición y lugar.

• Es sin duda tu hijo – dijo sin moverse, pero juntando levemente las cejas

Aunque su paternidad nunca había estado en duda, Mael se preguntó a qué obedecía el comentario, pero estando más interesado en la salud de su hijo que en los pensamientos de un sujeto que se mostraba tan poco conversador, hizo eso a un lado preguntando lo que más le importaba.

• ¿Qué le está sucediendo? – y aunque por un momento pensó que no recibiría una respuesta, un poco después Zidan contestaría
• Tiene un furioso y muy necio pleito interno, y como deberías saber, la mente es la que tiene el control sobre el resto del conjunto, de manera que, si bien es cierto que un berserker en teoría no enferma, sigue teniendo un organismo que puede reaccionar de formas adversas si se ve sometido a tan elevadas presiones emocionales
• ¿Quieres decir que es la ira la que lo tiene así? – preguntó simplificando el discurso de Zidan y éste abrió los ojos
• Yo no lo llamaría ira – puntualizó – O al menos no es solo eso

No obstante, Mael no tendría ocasión para aclarar el asunto, porque en ese momento hizo acto de presencia Arianell, y como de costumbre, no podía hacerlo en forma pacífica.

• ¡A un lado todos ustedes! – les ordenó
• Aria…
• Apártate tío, porque no solo Lizzy puede sacudirte

Mael estaba bastante seguro de eso, y aunque lo que menos necesitaba era que le recordasen su propio problema, en ese momento le interesaba más la salud y la tranquilidad de su vástago y no prestó la debida atención con las consecuencias previsibles que dieron con su humanidad contra un tronco. Thorheld rio con sorna mientras que Jorvik y Jarle, por ejemplo, se sintieron sumamente preocupados debido a que sabían lo que la presencia de Aria podía desatar en cuanto Elijah recobrase el sentido. Lo que nadie se esperaba y sobresaltó a Mael que aún se recuperaba del batacazo, fue la repentina aparición de Zdvar quien se plantó frente a Aria.

• También puedo sacudirte a ti, Svan

Aunque al escucharla, Mael levantó violentamente la cabeza, a diferencia Aria, él estaba en capacidad de distinguir a uno de su especie y aquel sin duda no era a quien él tenía deseos de apalear desde hacía mucho.

• Eso va a estar un tanto… difícil – dijo Thorheld – porque ese no es Svan, señorita McKenzie – concluyó ganándose una mirada hostil de la damita

Esto obedecía a que los berserker tenían la muy particular costumbre de llamar a las chicas de sus congéneres como ellos lo hacían, y aunque no todos habían concluido que Aria perteneciese a Elijah de esa manera, en lo que sin duda todos coincidían era en que la chica era el dolor de cabeza personal de su joven Valecnic y por tanto la llamaban como lo hacía él. Y en el caso de Aria había discutido el tema tanto como lo había hecho su hermana a quien llamaban señorita Elizabeth, y a diferencia de Samantha quien no prestaba atención a cómo la llamasen aquellos individuos, especialmente porque había sido testigo del furioso pleito que había tenido Mael con Thorheld por aquello. Pero como Aria ya conocía la inutilidad de eso, se concentró en lo otro.

• No me importa quién sea este cretino, porque…
• No se trata de quién, sino de qué – la interrumpió Thorheld – porque ese no es un berserker que no se defendería de ti, sino de un Diolfr mucho menos dispuesto a dejarse… apalear

Aquello sorprendió a Aria, porque durante la estadía en Asgard ella había estado inconsciente y luego se había marchado a Francia, de manera que no se había enterado de la entrada de Zdvar en la vida de Elijah.

Svan y si bien exhibía todas las características de su raza, también tenía una particularidad que lo distinguía de sus congéneres, y era que en su cabellera había muchos hilos de plata, algo que había hecho que Mael se plantease la posibilidad de aquel individuo hubiese pasado por un sufrimiento parecido al suyo; el asunto era que cuando se transformaba, adoptaba el mismo color blanco de los mencionados cabellos y que era igual al que lucía Zdvar, y era por esto que Aria había pensado que se trataba de él. Sin embargo, Arianell no se distinguía por su obediencia y sí por su terquedad, así que intentó evadir al Diolfr, aunque lógicamente no pudo.

• Tendrás que atacarme para impedirme pasar – le dijo, aunque Zdvar no lucía como si fuese a hacerlo y se limitaba a impedirle el paso
• No debes estar aquí, señorita McKenzie – escuchó Aria, pero no sabiendo quién se dirigía a ella, contestó en voz alta
• Eso no es asunto tuyo y nadie me dice dónde puedo estar