Iván si bien no podía dormir, lo que solía hacer era relajarse hasta alcanzar un estado parecido al del sueño, pero apenas se permitió descansar unas horas y se levantó al amanecer, pasó por la habitación de Brendan y aun dormía, de modo que se fue a la de Sam, pero en cuanto salió al pasillo, vio que los chicos, contrario a las costumbres de la mayoría, caminaban hacia allá también. Entraron y se acercaron a la cama.
Él se sentó en la orilla de la cama y despertó a Sam. Ella abrió los ojos y cuando vio a Iván sintió una gran alegría, pero en cuanto su consciencia fue aportando todos los detalles de las últimas horas, la angustia se reflejó en su rostro, y apenas vio a su hermano supo que aún no había noticias de Mael. Hizo intento por levantarse, pero Iván la detuvo.
En cuanto Iván mencionó herida, ella giró la mirada hacia Gail y éste negó con la cabeza. En ese momento se presentó Crappy con el té y llamaron a la puerta. Iván dio su consentimiento de entrar sin consultar con Sam, porque sabía de quién se trataba.
Pero Sam se interrumpió y se miró los brazos, Iván siguió la dirección de su mirada y le sujetó un brazo comprobando las marcas de las agujas. Con paciencia Iván y Eowaz, sobre todo el primero que había sentido una ira inmanejable al ver las marcas, explicaron los pormenores de su desaparición y todo lo que habían hecho para encontrarlos, pero cuando fue el turno de Sam para hablar, no recordaba prácticamente nada, salvo haber enviado mensajes con Akil algunas veces y el tiempo transcurrido de apenas un día antes de la aparición de los arzhaelíes. Le permitió a Iván ingresar en sus recuerdos, pero no había ninguna información útil. Sin embargo, todos agradecieron en silencio que fuese lo que fuere que había estado haciendo Bastian con ella, no pudiese recordarlo y no le causase ningún sufrimiento, pero se hacía todavía más urgente hacer una revisión completa de su organismo, por lo que Alan fue traído con la mayor urgencia y no permitieron a Sam levantarse salvo para darse un baño y bajo la supervisión de Aderyn.
Danny como de costumbre en casos similares, tenía una expresión hermética, pero no dejaba de imaginarse cualquier cantidad de posibles horrores. Gail por su parte se obligaba a pensar que ella estaría bien o comenzaría a arrancar cabezas, aunque no supiese por quién comenzar.
Iván llamó a la puerta y Sam autorizó la entrada, y cuando lo hicieron ya ella estaba completamente vestida cepillándose el cabello.
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Editado: 25.09.2022