Arzhvael (libro 4. Nueva Vida)

Cap. 39 Cumpleaños y navidad

 

Siguiendo la tradición Douglas, Danny y Di habían engendrado un varón, algo que no extrañó a nadie y el chico era tan Douglas como el que más. Tenía los cabellos negros, los ojos violeta, y al tercer día Di estaba amenazando con amarrarlo a la cuna.

Danny se había pasado la primera noche contemplando a aquella maravilla que aun no podía creer que fuese su hijo. Cuando Dan entró a la habitación la noche del segundo día y luego de que ya los ánimos estaban calmados en cuanto a la salud de Diandra, se había acercado a la cuna y después de contemplar durante breves segundos al bebé, había mirado a su hijo.

  • ¿Puedo?
  • Por supuesto, papá

Dan alzó al bebé y lo contempló durante un buen rato hasta que el chico abrió los ojos y estiró la manito.

  • Hola…  – pero se detuvo y miró a Danny – ¿Cómo vas a llamarlo? –  preguntó en tono amenazante – Aún no nos has dicho
  • Daniel, por supuesto – dijo él con toda la malignidad que lo caracterizaba
  • ¡Si serás, infeliz! –  exclamó Dan

Gail se partía de risa y Diandra abrió los ojos sobresaltada mientras Aderyn miraba mal a aquellos payasos.

  • ¿Crees que mentía cuando te dije que iba a partirte el alma si lo llamabas así? –  siguió gritándole
  • En realidad dijiste que me desheredarías, no hablaste de matarme, y como lo primero no tendría mayor importancia y mamá se encargaría de quitarte la cabeza por lo segundo, entonces creo que no hay problema –  continuó Danny
  • ¡Daniel Iván! –  exclamó Dan
  • Bueno, no exactamente, porque eso sería confuso

Dan perdió la paciencia y colocó al bebe en brazos de Gail y se volvió a Danny.

  • Danny, ya basta –  dijo Diandra y miró a su suegro –  No es cierto Dan, deja de portarte como un crío tú también
  • ¿Qué cosa no es cierto?
  • El bebé llevará por nombre Dreo Samuel, así que dejen de alborotar, y por supuesto, Sam será su madrina e Iván su padrino.

Dan miró a Danny aun con ganas de asestarle por necio, pero finalmente lo dejó en paz y se dedicó a jugar otro rato con su nieto.

Los días siguientes habían sido un tanto complicados. El día del cumpleaños de los gemelos, Anne había insistido en que Diandra y Danny se fuesen a casa con ellos, de modo que, para evitar problemas, los chicos decidieron que volverían a su propia casa. Ni Amy ni Anne estaban muy contentas con el asunto, pero Peter siendo el hábil político que era, admiró la forma en que ellos se habían salido del compromiso. Sin embargo, Aderyn y Gail tomaron la misma decisión lo que no contribuyó a mejorar el ánimo de Anne.

Para navidad se reunieron en Averdeen, ese día Brendan y Elijah estaban muy emocionados abriendo paquetes desde muy temprano, pero Sam y Amy casi descabezan a Dan y a Giulian cuando los niños abrieron una sospechosa caja que resultó ser portadora de unas mini Glides. Pero mientras ellas peleaban con sus respectivas parejas, los chicos habían ayudado a los niños a subirse a ellas y con sorprendente agilidad ambos emprendieron un veloz vuelo que terminó con Brendan derribando a un desprevenido Iván, y Mael lanzándose desde la escalera para sostener a su hijo que había estado a punto de colisionar contra la pared.

Danny, Gail, Iván y Sam tuvieron un momento de tristeza al recordar el día que Gail había estado volando dentro de la casa con su primera Glide, y Eve lo había reñido por ello.

Un par de días después de navidad, tuvo lugar la última reunión del Consejo por ese año. Luego de tratar algunos puntos importantes, Eowaz planteó algo que luego de analizar la situación, había concluido que era lo mejor.

- Mael, he revisado tus notas y con mayor detenimiento aun los informes tanto de los profesores de tus asignaturas teóricas, como el de los instructores, y he llegado a la conclusión de que ya no necesitas seguir asistiendo al Instituto – le dijo

- ¿Perdón?

- Todos los profesores coinciden en que superas el nivel del alumnado. En cuanto a las prácticas de campo, es algo que al igual que todos nosotros, podrás continuar aquí en Arx

Durante unos minutos Mael no supo qué decir. Era cierto que durante los últimos meses se había esforzado más de lo usual en sus estudios con el único fin de no pensar, pero no imaginó que eso redundaría en una decisión como aquella. Aparte de que, en su opinión, eran muchas las cosas que le faltaban por aprender.

  • Siempre habrá muchas cosas que nos falte por saber, Mael – le  dijo Eowaz –  La vida es un constante proceso de aprendizaje, pero a nivel académico, ya tu alcanzaste los conocimientos requeridos.
  • Vamos hombre, algo menos de qué preocuparse – le dijo Alaric

Pero ciertamente eso era lo que lo preocupaba, no tener en que ocupar su mente, porque sin ello resultaba una tortura el pensar en Sam. Sin embargo, y no estándole permitido oponerse a una decisión de Eowaz, no le quedó más remedio que aceptar.

  • ¿Y qué haré a continuación? –  preguntó
  • Todos han sugerido que te hagas cargo de la instrucción de los aspirantes en el área de Tiro con Arco. Como solicitaste en una oportunidad anterior y siendo que vivimos una época tranquila, no hay impedimento para que, aunque seas miembro de este Consejo puedas ejercer esa función, en el entendido de que aún te interese – aclaró
  • Sí señor, me interesa
  • Sin embargo, y teniendo en cuenta que tienes un hijo, estarás en libertad de ir a verlo cuando lo desees –  agregó
  • Gracias señor




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.