Arzhvael (libro 8. Razas)

Cap. 27 Verdad amarga

 

Danny entró a su habitación con un sonoro portazo y Diandra lo miró con malignidad.

  • Imagino lo mucho que disfrutaste de tu charla con Ethan  --  le dijo y él la miró mal
  • Me habría gustado ver cómo te iba a ti
  • Teniendo en cuenta que no soy tan necia como tú, es algo bastante difícil  --  dijo ella mientras Danny se quitaba la camisa y la lanzaba a un lado   --  Vamos Douglas, no veo por qué tanto escándalo
  • Solo tiene…
  • Sé exactamente las edades de mis hijos Douglas, créeme  --  lo interrumpió ella con tono irónico, pero luego el mismo varió  --  Has pasado más de la mitad de tu vida en el mundo al que perteneces, pero aún sigues pensando como Firbolg  --  le dijo  --  Los gemelos ya están en edad de comenzar a interesarse por las chicas, no es como si fuesen a casarse mañana, pero es natural. Y por otra parte, creo que eres el único que no ha notado que tus hijos apenas si se dan permiso para respirar en ausencia de las gemelas ¿o es que acaso has olvidado que casi enfermaban cada vez que las niñas eran llevadas a Endielin?

Danny miraba a su mujer como si de pronto le hubiesen salido dos cabezas y Diandra se detuvo mirándolo a su vez con curiosidad.

  • ¿Qué?
  • ¿Quieres decir que Ian…?  --  comenzó él, pero hizo silenció y cayó sentado en la cama  --  Armel me va a matar  --  gimió

Diandra sintió deseos de reír al ver el estado de injustificado abatimiento de Danny, ya que en su opinión literalmente se estaba ahogando en un vaso de agua, pero luego pensó que si así reaccionaba con los gemelos, no quería imaginarse cómo iba a irle cuando Denielig creciese un poco, porque si de algo estaba segura, era de que su hija sería del tipo que nunca podría estar en ningún lugar sin llamar la atención, primero porque era una bellísima niña rubia de ojos espectacularmente violeta con el añadido de llevar en sus venas la sangre tanto de una Ninfa como de una Sirena, de modo que la futura estabilidad mental de su marido, en ese momento se le antojó muy precaria.

Enid tampoco lo había tenido muy fácil con Armel, ya que el Arzhaelí parecía a punto de sufrir un colapso debido a que estaban teniendo una conversación muy parecida.

  • Armel, no es el fin del mundo  --  le estaba diciendo ella  --  y si me disculpas, eres uno de los individuos más inteligente que conozco, pero no lo estás siendo mucho con relación a este asunto
  • ¿Qué tiene que ver la inteligencia con todo esto?  --  preguntó él deteniendo su furioso ir y venir  --  O tal vez sí, debí ser más inteligente y apartar a mis hijas de esos demonios
  • Amor, estás diciendo tonterías
  • No, no lo son y es exactamente lo que voy a hacer  --  dijo con convicción  --  Tú y yo no hemos peleado nunca Enid, pero si vuelves a oponerte a mis órdenes de no dejar a las niñas aquí, entonces…
  • ¡Armel!  --  lo interrumpió ella y él hizo inmediato silencio, ya que Enid nunca levantaba la voz  --  No voy a perder el tiempo enumerándote las muchas veces que has sido tú el que no ha podido negarle a las gemelas el venir a Averdeen, y solo voy a sugerirte recordar lo que te dijeron después de su último viaje a Endielin

Armel hizo memoria y ciertamente recordó la conversación mantenida con sus hijas en esa oportunidad.

  • ¿Papi, tú ya no nos quieres?  --  había preguntado Anielka
  • Pero… ¡por supuesto que las quiero!  --  había exclamado él horrorizado
  • Entonces promete que no volverás a enviarnos a Endielin en vacaciones  --  dijo Armelí
  • Niñas, si las envío a Endielin no es porque no las quiera, sino para que vean a sus abuelos
  • Así que piensas enviarnos de nuevo  -- dijo Anielka
  • Pues… eso fue lo que les ofrecí a sus abuelos
  • Bien, entonces asegúrate de que los gemelos vienen con nosotras o no iremos a ninguna parte  --  sentenció Armelí

Armel recordó esto y en rápida sucesión otras muchas situaciones parecidas en las que sus hijas se negaban a ir a ningún lugar si los condenados gemelos no iban con ellas, y con más claridad aun recordó el día que los gemelos habían partido para Develieng por primera vez, ocasión aquella en la que las gemelas pasaron alrededor de quince días enfermas y nadie parecía saber qué tenían hasta que Daira había sugerido que quizá solo extrañaban a los niños. Aunque él había desestimado la opinión de Daira, ella le aseguró que era perfectamente posible, ya que cuando Elijah y Brendan se habían ido a la escuela por primera vez, tanto Lizzy como Aria habían estado igualmente mal. Ahora a la luz de los recientes hechos, Armel estaba realmente horrorizado, porque a diferencia de Danny, él no estaba teniendo ningún problema para entender que aquello era perfectamente posible, los problemas los tenía para aceptar que sus hijas hubiesen ido a fijarse en aquel par de dolores de cabeza.

  • Vamos, mi amor  -- le dijo Enid  --  los conocemos, los amamos y sabemos que son buenas personas
  • Precisamente por conocerlos es que me preocupo  --  dijo él  --  ¿Tienes idea de lo miserables que van a ser las vidas de nuestras hijas al lado de ese par? --  pero sin darle ocasión a responder agregó  --  ¡Por todos los Dioses! ¡Son los nietos de Daniel Douglas!
  • Bueno, tal vez Armelí tenga un poco más de problemas debido a la personalidad algo llamativa de Ian, pero en el caso de Anielka…
  • ¿Algo llamativa?  --  preguntó él con incredulidad  --  Ese individuo es… es…




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