Cap. 45 Gema
Lo primero que hizo Elijah al volver a Averdeen fue irse derecho a buscar a Brendan, algo muy afortunado, porque cuando Brendan se había asomado a la habitación de su hermano y no solo no lo había encontrado, sino que la cama estaba hecha, entró en pánico y corrió a buscar a sus padres.
- ¡Mamá, papá!
- Hijo…
- ¡Eli no está en su habitación ni en la casa!
- Brendan…
- ¿Y si no regresa? ¿Y si todo lo sucedido lo hace…?
- Brendan cálmate, Eli está con Mael – dijo Samantha
- ¿Dónde? Porque…
- Hijo, anoche se fue con Mael y…
- ¡Y quizá no quiera regresar a casa, por mi culpa!
Les tomó una enorme cantidad de tiempo tranquilizarlo, y no estaban muy seguros de haberlo conseguido. Así que cuando Elijah llegó, lo encontró paseándose de un lado a otro de la habitación. Como cabía esperar y siendo que Elijah no había vuelto la pasada noche, Brendan estaba seguro que estaba sintiéndose miserable y, como el había dicho a sus padres, seguro de que Elijah no querría regresar a casa.
- Bren
- ¡Elijah! -- exclamó el chico deteniéndose
- Lo lamento, hermano -- estaba diciendo Elijah
- Pero… ¿qué dices hombre? Quien lo lamenta soy yo, si no hubiese sido…
Sin embargo, Elijah no lo dejó terminar.
- No es tu culpa Bren, yo debí decirte lo que estaba sucediendo, pero…
- Sí ya sé, no quisiste causarme un disgusto, pero escúchame Elijah, tienes razón si piensas que soy un cretino estúpido, porque realmente lo fui. Sin embargo, quiero pedirte algo
- Bren…
- No, atiéndeme -- lo interrumpió Brendan -- sé que eres más listo que yo y todo eso, pero deja de protegerme, y más aun si es a costa de tu propio sufrimiento.
- Brendan yo solo…
- Sé perfectamente lo que digo Elijah, somos hermanos, así que de ahora en delante deja de tratarme como si yo fuese responsabilidad tuya y por lo menos dame el buen golpe que me merezco
- No digas tonterías, Brendan
- Y para que quede claro, no había forma de que yo le creyese a Aelig, así como no voy a permitir que tú comiences a sentirte miserable por la sarta de estupideces que dijo ¿bueno?
Elijah sonrió y sintió que un gran peso se le quitaba de encima, pero tivo que decirle unas quinentas veces a Brendan, que no pensaba irse a ninguna parte. Afortunadamente el amor con el que habían crecido y los valores que les habían inculcado, habían hecho posible que esta crisis fuese superada con éxito.
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Una vez resuelto el problema de los chicos, Samantha y Giulian llevaron a Gemdariel a Arx, era algo que había estado pendiente desde que la niña hiciese uso de su energía para devolverle la salud a Garlan, pero a raíz de lo sucedido con Aelig, se hacía más urgente una evaluación de las habilidades de la niña. Siendo que Samantha era su madre y posiblemente no habría sido del todo objetiva, la dejó en manos de Armel y de Waleska para que ellos efectuasen la revisión.
- Gema, irás con el tío Armel y con Waleska, no debes estar nerviosa ¿de acuerdo? -- le dijo Sam
- No lo estoy mami, solo quiero saber si demorará mucho, porque papi nos prometió que iríamos a comprar las cosas de la escuela y mis hermanos se van a disgustar mucho si por esto no podemos hacerlo
- No te preocupes, princesita -- le dijo Giulian -- si no podemos hacerlo hoy, tus hermanos lo entenderán y te prometo compensarlos
- ¿Nos llevarás de paseo? -- preguntó Gema con expectación
Samantha pensó que el gran problema de Giulian era que le resultaba simplemente imposible negarles nada a sus hijos y menos a Gema.
- De acuerdo princesita, prometo llevarlos de paseo si no alcanzamos a llegar a tiempo para hacer las compras
- ¿A todos?
- Estás siendo cruel conmigo
- ¡Papi!
- Bien, bien -- dijo él y la chiquita se colgó de su cuello llenándolo de besos
- Estoy lista, tío Armel
- De acuerdo linda, ven conmigo -- le dijo él tomándole la mano
Durante la próxima hora Giulian estuvo yendo de un lado a otro hasta que Samantha se hartó.
- Giulian, por favor ¿Quieres sentarte?
Giulian la miró mal, pero sabía por experiencia que desafiar aquella mirada lo llevaría por un camino muy peligroso, de modo que se sentó, pero si bien les dio descanso a sus piernas no a su lengua y comenzó a hablar sin parar. Samantha dio gracias a los Dioses cuando finalmente Armel y Waleska regresaron con la niña.
- ¿Y bien? -- preguntó Giulian
- Fue muy divertido, papi -- dijo la niña sorprendiéndolo y en realidad también a Sam que no había encontrado nada de divertido cuando ella había pasado por aquella experiencia -- Conocí a una persona muy simpática que me habló de lo que podía hacer y lo que no debía hacer